V

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Los observó comer, tanto a los niños como a los adultos, y respiró profundo. No podía esperar modales, cuando vivían como animales en el bosque, comiendo lo que cazaban.

—¿Qué pasa, amor? —pronunció mirando hacia abajo, ya que Ewan la había tomado del cabello con su pequeña manito.

Le acarició suavemente el rostro, y el cabello, y le dió un beso en la mejilla.

—Tiene hambre —le dijo Biel acercándole un trozo de carne a Natalie para que le diera al bebé.

—G-Gracias, cariño, pero tú hermanito no puede comer eso. Tiene recién un mes, es un bebé muy pequeño.

—Papá le daba el hueso para que chupen —pronunció tomando otro trozo de carne.

Natalie observó desconcertada a North, y luego abrazó al bebé a ella. Dios, no podía más de animal ese tipo. ¿Darle de chupar un hueso a un bebé de semanas? ¡Estaba demente!

—¿Quieres, Natalie? —le preguntó la niña acercándole un trozo de carne.

—Gracias, mi amor, pero no puedo comer ahora, tu hermanito está un poco incómodo —sonrió meciendo al bebé.

—Dale un hueso, eso lo calma —le dijo Kaelan.

—Que no puede comer eso el bebé, es muy pequeño y su sistema digestivo no está desarrollado. Darle de chupar un hueso, podría dañarle el estómago, el hígado, los intestinos.

—No sé que son todas esas cosas —pronunció indiferente el niño.

—Órganos, cariño.

North terminó de comer y fue hasta ella.

—Dame al niño y ve a comer.

—Cuando se duerma comeré.

—Dámelo —le dijo quitándoselo de los brazos—. Ve a comer.

Lo miró molesta y luego tomó un trozo de carne que él había asado minutos antes. Era obvio que el bebé no quería estar con North, sólo lo hacía llorar en vano.

🌑🌑🌑

—No, no, todos ayudarán aquí, vamos.

—No, no molestes, humana.

—Vamos, nada de ser unos roñosos, arriba —les dijo cargando a Hazel en brazos, que se había dormido contra su pecho—. Antes de que el sol se oculte, esta casa tiene que quedar impecable.

—Nosotros no hacemos esas cosas.

—Ahora sí, vamos. Niño ojos azules, empieza a levantar todas las cosas del sueño. Tú ojos amarillos, toma eso y comienza a barrer. Tú, el de ojos verdes, ve a lavar las cosas que usaron hoy para comer. Y tú —pronunció girándose—. ¿Dónde se fue el otro pelirrojo?

—Zarek se fue corriendo atrás de papá —le dijo Cala.

—Ese ya verá cuando vuelva, limpiará solo su habitación. Y ustedes vamos, no se me queden mirando, a limpiar.

Acostó a la bebé junto a su hermanito que estaba durmiendo también, y luego se dirigió hacia la abuela de North.

—Señora ¿Necesita algo?

—Estoy bien, gracias.

—¿Segura? ¿No quiere un poco de agua? Hoy está haciendo mucho calor.

—Estoy bien —sonrió levemente.

NorthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora