North

XXX

Cala frunció el ceño, confundida.

—¿Por qué no podemos seguir durmiendo con Natalie?

—Porque ustedes tienen su habitación, dónde además dormirán los bebés —le dijo serio North.

—Pero nosotros siempre dormimos con Natalie —se quejó la niña.

—Pero deben dormir en su habitación.

—¿Y quién dormirá con ella?

—Nadie, ella dormirá en su habitación.

—Entonces no sé porqué no podemos dormir con ella —le dijo confundido Zarek.

Blake iba de camino a buscar agua, cuando escuchó a sus hermanitos gruñendo molestos. Se acercó hasta la habitación, y vio que estaban hablando con su padre.

—Blake, ven aquí —lo llamo North.

El niño entró a la habitación, observando curioso a los tres.

—¿Qué ocurre?

—Dile a qué edad dejaste de dormir con tu madre a tus hermanos.

—Mm, creo que teníamos tres y cuatro —pronunció pensativo.

—Exacto, y ustedes dos tienen cinco y siete ya. Es momento de que duerman solos.

—¡Pero si a Natalie no le molesta que durmamos con ella! —chilló Cala.

Blake observó a sus hermanos y luego a su padre.

—¿Cuál es el problema realmente?

—Que papá no quiere que durmamos más con Natalie, incluso quiere sacar a los cachorros de la cama.

Miró a su padre, arqueando una ceja antes de sonreír.

—Padre, de Cala y Zarek lo entiendo ¿Pero qué culpa tienen los cachorros?

—Deben dormir cada uno en sus camas —gruñó.

—¡Seguro tú te quieres ir a dormir con Natalie! —le gritó Zarek enojado.

Cala abrió los ojos sorprendida, antes de gruñir también.

—¡Por eso no quieres que estemos con ella!

Blake rio bajo y salió de la habitación, negando con la cabeza. Sí, estaba seguro que sus hermanitos estaban en lo correcto.

—¿Por qué tanto gruñido? —preguntó con molestia Kaelan.

—Papá quiere que los niños duerman solos, incluso que los cachorros duerman solos, y pues a Cala y Zarek no les parece justo —le explicó sirviéndose un poco de agua.

Kaelan rodó los ojos, con fastidio.

—Te lo dije, tendremos más hermanos...

🌑🌑🌑

Estaban sus hijos jugando en el patio, y los mayores se habían ido a cazar al bosque. Los bebés por su parte estaban con Natalie, sentados los tres bajo un árbol, mientras la rubia les hablaba y los hacía jugar.

Se acercó a ella, y se sentó a su lado.

—Mm, ese rostro no dice que estés de buen humor —sonrió divertida.

—Te dije que los niños tenían que dormir solos, y al final terminaron durmiendo los cuatro contigo.

—Pero no puedes pretender que de un día para otro, ellos simplemente duerman solos, North.

—Exacto, no de un día para el otro, pero si no empiezan desde ahora ¿Cuándo lo harán?

—Mejor así también, así los niños no sospechan.

—¿En serio tú crees que ellos no están al tanto aún? —le preguntó con obviedad—. Ellos ya lo saben, Natalie.

Lo miró a los ojos, insegura, y luego apoyó una de sus manos en la mejilla de él.

—Escucha North, al tener niños tan pequeños, debemos tomarnos las cosas con calma. Y entiendo que quieras que los niños duerman solos, pero los bebés aún son muy pequeños.

—Eso quiere decir que nosotros no podremos estar juntos.

—T-Tendríamos que buscar otro lugar —propuso en un tono bajo.

Él la miró y luego suspiró, antes de asentir con la cabeza. Y sí, muchas más opciones tampoco tenían en ese momento, y ella tenía razón, tenían cuatro niños pequeños.

—Deja de ser tan celosa —le dijo a su hija, cuando la bebé comenzó a llorar para llamar la atención de Natalie.

La rubia sonrió divertida y la tomó en brazos, besándole suavemente las mejillas.

—Mi bebita es muy territorial, ella sabe que soy suya.

🌑🌑🌑

—¿Qué pasa? ¿Qué hueles? —le preguntó curioso Biel a Blake.

—No somos los únicos cazando aquí —gruñó, antes de detenerse—. Kaelan.

El castaño se giró y se acercó a sus hermanos al sentir el aroma de otros muchachos en la zona.

—¿Pero que tenemos por aquí? Los cachorros de North —sonrió un macho joven, acercándose a ellos—. Mira a ese, es igual a Selai —pronunció señalando a Blake.

Kaelan observó a los dos muchachos, que por su aroma, ya habían alcanzado su madurez.

—Sólo estamos cazando, no queremos problemas —le dijo con calma Blake.

—Pero no están dentro de su territorio.

—No, y estas tierras no les pertenece a nadie —pronunció serio Kaelan.

—¿Escuchaste al pendejo este? —rio mirando a su hermano—. Parece que no están enterados que estas tierras ahora son nuestras. Y si quieren cazar aquí, tendrán que darnos una parte de lo que atrapen. De lo contrario, les partiremos los brazos.

Kaelan lo observó y luego asintió con la cabeza, acortando la distancia que había entre ellos, parándose en frente. Sí, el tipo le debía llevar unos quince centímetros de alto, y quizás diez kilos más debía tener.

—Cazaremos en estas tierras, y no sólo nos llevaremos la carne, sino también que no te daremos un carajo —pronunció mirándolo a los ojos—. Y si vuelves a cruzarte por mi camino, terminarás más que con un brazo roto.

—¿Quién mierda te crees que eres para hablarme así? —gruñó furioso, antes de intentar tomarlo del cuello.

Kaelan lo tomó de la muñeca, y de un rápido movimiento, le dió un puñetazo en el abdomen, aprovechando cuando el tipo se agachó, a llevarle el brazo hacia atrás de la espalda.

—¡Mikey! —gritó su hermano, al escuchar el sonido de su hombro dislocarse, y luego el aullido de dolor de él.

Biel y Blake se pusieron en frente del otro macho, para evitar que se acercara a Kaelan.

—¿Te rompo el brazo o con el hombro es suficiente? —le inquirió muy cerca de su oído, antes de darle una patada en la espalda y dejarlo que cayera de frente al suelo—. Se los advierto, la próxima vez no seré tan compasivo —le dijo al otro, mirándolo a los ojos—. Blake, Biel, vamos.

...

Kaelan: es una variante del gaélico Caelan, y significa "delgado". Sin embargo, en griego también podría significar "un ganador en la batalla".