XXXV

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"—Pero yo sí quiero estar contigo —le dijo con lágrimas en los ojos—. Quiero intentarlo.

—Natalie.

—Me estás dejando sólo porque no quise tener sexo contigo, no es justo que hagas eso —pronunció cediendo a las lágrimas—. ¿Sólo querías estar conmigo para tener sexo? ¿Sólo de ese modo me ves?

—No, si sólo quisiera tener sexo contigo, te lo hubiese planteado desde el comienzo. Y tú me dijiste que no buscabas eso, sexo casual. Entonces pensé que teniendo una relación, tú al menos te abrirías conmigo, pero no... Y no espero que seas cariñosa conmigo como lo eres con los niños, pero tú no tienes interés real en mi, Natalie.

—E-Eso no es verdad —sollozó.

—No quiero discutir contigo, y te lo dije cuando te propuse intentarlo. Si no funcionaba, estaba bien, así que estamos bien, Natalie —le dijo asintiendo con la cabeza—. Es lo mejor para todos."

—¿Qué haces, papá? —le preguntó curioso Blake.

—Cuando tu mamá estaba embarazada de Cala, quería tener una hamaca. Y yo no pude construirla, es por eso que ahora quiero hacerla, por Cala, pronto cumplirá años.

—Será un lindo regalo para ella, de seguro le gustará mucho —sonrió al ver a su padre cortando una madera.

Se sentó en un tronco y lo miró curioso.

—Pa ¿Está todo bien con Natalie?

—Sí ¿Tiene algo?

—No lo sé, por eso te pregunto a ti. Desde hace unos días he notado que ustedes están como distanciados, no lo sé. Y tanto tú cómo ella se ven extraños.

—No, Blake, simplemente hay cosas que no funcionan.

—¿Qué quieres decir con eso? ¿Ya no están juntos?

—Creo que nunca hubo nada tampoco, hijo —pronunció tomando una piedra rectangular, para poder ligar la madera y quitarle las asperezas.

—Pero tú la querías, y ella...

—Y ella no —le dijo sin mirarlo—. Es normal, ella se confundió por un momento, al creer que quizás debía estar conmigo por ustedes, pero no es así. Yo nunca los alejaría de ella, se cuánto los ama y ustedes la aman.

—¿Pero y tú? —le inquirió confundido—. ¿Qué hay de ti y lo que sientes?

—Blake, que tú quieras algo, no significa que lo merezcas, y esto aplica en todo en la vida. Encapricharnos con algo que no nos corresponde, es nadar contra la corriente.

—Pero los sentimientos se crean, nacen de a poco, uno los construye día a día.

—Exacto, es por eso que tu madre y yo llegamos a querernos, y tenerlos a ustedes también.

—No te estoy hablando de mamá, te estoy hablando de Natalie.

—Olvídate de ella en esta conversación.

—¿Por qué?

—Porque ella quiso construir algo sin una base sólida. Nunca tuvo sus ideas claras, ni sus intenciones. Y tienes razón, los sentimientos se crean, y yo ya me cansé de intentar provocarle algo más que rechazo.

—Pero su aroma-

—Es humana, no es como nosotros, Blake. Lo que su cuerpo expresa, no es lo mismo a lo que ella piensa. Ellos pueden expresar algo, y sin embargo no sentirlo. Nosotros estamos acostumbrados a guiarnos por el aroma, porque sabemos que está relacionados con lo que sentimos y pensamos, pero ellos no.

—Lo siento.

—¿Por qué?

—Porque yo sé que la extrañaste mucho cuando ella se fue, y que como nosotros, estabas esperando su regreso —le dijo afligido—. Y... Esto debe ser muy doloroso para ti, aunque intentes ocultarlo.

Sonrió levemente y apoyó su mano sobre la cabeza de Blake.

—Mientras los tenga a ustedes, es todo lo que necesito.

🌑🌑🌑

—Muy bien, estás preciosa ahora —sonrió terminando de peinar a Cala.

—Gracias, Natalie —le dijo la niña abrazándola.

—De nada, amor mío.

Le dió un beso en la mejilla, y luego se fué corriendo a jugar con Zarek, que la estaba esperando en la puerta de la habitación. Le acomodó la almohada a los bebés, que estaban durmiendo en sus coches, y vio que North entró a la sala, dirigiéndose a su habitación.

Miró a los niños, y les colocó el cinturón, en caso de que despertaran no se movieran y cayeran, y se fue detrás de él.

—North.

—¿Qué ocurre?

—¿Vas a salir?

—Sí, Kaelan quiere ir a cazar, así que me iré con ellos.

—¿Podría pedirte unas frutas? Me gustaría hacerle una papilla a los bebés.

—De acuerdo —le dijo tomando unas lanzas—. ¿Cualquiera?

—Sí, mientras no tengan muchas semillas, estarán bien.

—Está bien —le dijo pasando por su lado.

Lo miró y se mordió el labio inferior.

—North.

—Dime —pronunció buscando entre sus cosas el cuchillo de caza.

—N-No tienes el brazalete —murmuró.

Se miró la muñeca izquierda uno segundo, antes de tomar el cuchillo.

—Sí, de seguro lo dejé por ahí.

—Pero...

—¿Qué? —le inquirió girándose para mirarla.

Lo miró a los ojos y negó con la cabeza lentamente.

—Nada, olvídalo —murmuró bajo.

—Yamir y su mujer estarán en su casa, si necesitas algo, acércarte a ellos —le dijo antes de irse.

—De acuerdo...

¿Con qué derecho le pediría que se lo pusiera?

...

NorthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora