La traición que nos unió (Yaoi 18+).

La llegada del Rey.

Buenas tardes!!!

Muchas gracias a todas las personas que han leído, comentado y votado por mi fanfic!!! No saben lo feliz que me hacen al ver que les gusta, tenía poca confianza con esta historia, pero ustedes me la devuelven cada que veo sus comentarios.

Bueno espero que les siga gustando, porque le estoy poniendo mucho esfuerzo, si tengo una o dos faltas de ortografía ignorenlas, es un duende que las pone, cuando lo concluya lo corrijo completo.

En fin, como ya es costumbre en mí, espero que disfruten en leerlo como yo al escribirlo.

Capítulo 6.

Saga llegó al inframundo y fue recibido por los 3 jueces, los cuales lo veían con sorpresa, ¿qué hacía ahí el caballero dorado más poderoso de Athena?, Saga buscó con la mirada a su cachorro, pero no lo vio por ningún lado, así que iba a ir a buscarlo, pero fue frenado por Pandora, la chica le pidió que lo siguiera y así lo hizo, sabía que Hades no rompería su palabra, ya que eso significaba guerra y había tardado mucho en lograr la paz como para tirarla por la borda.

- Hades – sama me informó que tu cuidarías del joven Pegaso – habló sin ningún tono en la voz, casi parecía que no tenía emociones – cómo no eres miembro de la legión, el aire venenoso del inframundo te mataría en un lapso de una semana – volteo a verlo – en tu caso tal vez dos – el hombre no pensó en eso, si moría por causas naturales Hades estaría deslindado de su responsabilidad, así que sólo estaría un tiempo vivo y después moriría sin poder cuidar de su cachorro – así que Hades – sama me pidió que te diera de comer y así tu alma quedará encadenada al inframundo sin problemas – el hombre abrió los ojos sorprendido, ¿Hades lo estaba ayudando? – una vez comas sentirás que te mueres poco a poco, pero cuando pienses que tu cuerpo no aguantará más serás capaz de respirar el aire nocivo – lo llevó a una mesa – una vez termines este proceso te llevaré con el joven Pegaso – la chica le indicó donde podía sentarse y los sirvientes le entregaron un plato con 12 semillas color rojo sangre y que olían bastante mal – son semillas de la muerte, son como las que comió Perséfone cuando quedó atada al inframundo, debes de comer las 12 para poder permanecer aquí hasta tu muerte – el caballero vio la comida sin mucho gusto, pero él estaba dispuesto a todo por su cachorro, su armadura y la protección de su diosa ya lo habían abandonado, así que no podía retroceder.

Seiya estaba jugando con unos peluches que estaban en el salón de juegos, habían pasado ya 5 días desde que había aceptado quedarse en el inframundo, no se había podido despedir de sus amigos y estaba seguro de que su decisión había lastimado a sus maestros, así que al menos quería decirles que se encontraba bien, que no debían de preocuparse por él, pero obviamente era imposible volver a salir de ese lugar.

- ¡Estoy aburrido! – gritó frustrado, no hablaba con nadie, las personas que le llevaban la comida lo veían con miedo y la sombra que a veces le hablaba tampoco era tan comunicativa. La puerta mágica se abrió de la nada sorprendiendo al caballero, era la primera vez que se abría la puerta sin pedir algo en concreto, así que vio entrar a su maestro, Saga estaba ahí sin su armadura, con ropa normal, pero su cosmos no había menguado en nada, corrió a abrazarlo y literalmente empezó a ronronear por verlo ahí, el momento emotivo duro bastante tiempo, pero al final el Pegaso pensó lo peor – Maestro acaso Athena arriesgo todo por venir – su mirada de preocupación le dio ternura al más grande.