⚠︎𝐃𝐞𝐚𝐝 𝐄𝐧𝐝⚠︎

4.0 ✞︎𝐑𝐞𝐜𝐨𝐧𝐜𝐢𝐥𝐢𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧✞︎

[Reader Pov]

Salí de la casa y me apoyé en la pared, sacando un cigarro y un mechero.

Me lloraban los ojos y el resto de rímel que llevaba me manchaba por debajo de los ojos.

Empecé a girar la ruedita del mechero tratando de encenderlo, pero no funcionaba.

—¿Enserio? Joder— dije frustrada.

Entré a la casa y fui al comedor, entonces los vi de pie hablando.

Al entrar los dos me miraron.

—No quería interrumpir, venía a por un mechero— dije mientras con una mano enseñaba el cigarro y con otra me secaba las lágrimas —No pretendía interrumpir.

Will me miró y pude ver que estaba triste de verdad, lo cual me hizo sentir mal.

—___ Lo siento, es que estaba muy preocupado por ti porque sé que no estás en un buen momento y lo estás pasando mal, y de verdad quiero que te recuperes... Se que esto no me justifica, pero quiero que sepas que me preocupo por ti— dijo Will, acercándose a mi.

Lo miré y sonreí un poco, abriendo los brazos en señal de darme un abrazo, señal que entendió porque enseguida me envolvió con sus brazos.

—Sé que te preocupas por mí, y yo tampoco tendría que haberme puesto así, no lo has hecho con malas intenciones, pero me he puesto nerviosa y no quería hacerte sentir mal— me puse a llorar abrazada a él mientras él me abrazada y acariciaba mi cabello.

—Nunca había resuelto un problema así de rápido con nadie— escuché que dijo.

—Eso es porque yo soy encantadora— dije en broma.

—Sí, sí lo eres— Will aprovechó para quitarme el cigarro —¿De qué es?— preguntó.

—No te lo digo que si no me arrestas, aunque no estaría mal— reí mientras le quitaba el cigarro y lo guardaba —Es de Maria.

—Lo mismo sí tengo que arrestarte, criminal— dijo, y comenzó a hacerme cosquillas.

—¡Ay! ¡No! ¡Will! ¡Para para!— comencé a reírme mientras me intentaba separar pero me tenía bien sujeta en un abrazo —¡Suelta! ¡Will porfavor eso no!— después de unos segundos más paró y yo me separé un poco para mirarlo mal.

—¿Qué pasa?— sonrió maligno —¿No has aprendido?— volvió a hacerme unas cosquillas rápidas de 2 segundos en los que yo me sobresalté.

—Te odio— dije, roja de tanto reírme y de la vergüenza.

—Sí claro, lo que digas— se rió y se apartó de mi.

En ese momento los dos caímos en la presencia de Hannibal y nos giramos hacia él, que para mi sorpresa, sonreía mientras nos miraba.

—Me alegra que hayan resuelto el problema— dijo sonriendo.

Nosotros también sonreímos y nos volvimos a sentar a hablar como amigos mientras terminábamos la cena.

Al estar más distraída y feliz comí más de lo normal, algo que Will y Hannibal felicitaron, diciendo que lo estaba haciendo bien.

Me sonroje al escucharlos decir eso, ma daba vergüenza comer delante de otros y más que me hablarán de ello, pero me sentí bien cuando me felicitaron porque sentí que estaba haciendo algo bien.

Nunca me habían felicitado por ningún logro, y como tampoco celebraba mi cumpleaños, tampoco habían felicitaciones.

Por fin me sentía cómoda en un sitio, me sentía querida y sentía que pertenecía allí, cosa que nunca había sentido ni siquiera en mi propia casa.