Capítulo 2

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Las personas pueden cambiar y mucho realmente, físicamente y ya ni se diga mental mente.

Todos recibimos un cambio en nuestro cuerpo o nuestra forma de pensar o actuar y no es de sorprenderse realmente, puesto que no tiene nada de malo, claro si es para bien.

Juan es claro ejemplo que la vida o mejor dicho es una persona amada por los mismísimos dioses griegos (hablando metafóricamente claro.)

Yo no me puedo quejar de mi fisico pues no es muy voluptuoso ni muy sin nada. Realmente estoy bien así.

Realmente quede asombrada con Juan y solo pienso que si él está así, como no ha de estar su hermano, en caso que tuvieran un cuerpo similar solo me enorgulleceria ya que solía decir que de grande sería muy fornido y que aria ejercicios para lograr su meta.

Quisiera verlo de nuevo y poder correr ha abrazarlo y decirle cuanto me ha dolido todos estos años su ausencia y sobre todo le diría como mi corazón se rompió en miles de pedazos tras su partida ya que en ningún momento me dijo nada  y mucho menos se despidió, me dolió porque fue como si yo no existi para el, como si no valiera nada. Y la verdad lo abrasaria porque no le guardo rencor, pues despues de ese día al tiempo comprendi que quizás tenía sus motivos.

Recuerdo muy bien ese día tan doloroso.

Flashback...

Me desperté como todos los días, muy alegre y realmente mucho más que otros días ya que este seria el ultimo día de clase y así empezar unas bien merecidas vacaciones.

Me empece ha alistar, me puse una camisa blanca con la mitad de un infinito estampado, era mi camisa favorita ya que mi mejor amigo me ladio y el tenia la otra con la parte que falta, era realmente hermosa.

Baje a desayunar y preparar mi mochila pues em unos minutos me llegaria a recoger Matteo y era demasiado puntual, pues como nos hibamos caminando nos tardabamos más.

Recuerdo que me empece a frustrar cuando ya habian pasado 5 minutos y el no aparecia, asi que mejor decidi irme y pasar a buscarlo ya que quiza se había dormido.

Tome mi mochila y sali de casa directo a la de la par pues mi amigo también era mi vecino. Recuerdo que toque muy insistentemente el timbtr pero nadie salio, despues de unos minutos de espera, me canse y me fui yo solo a la escuela, realmente era primera vez que me hiba sin él.

Después de un tiempo llegue a la escuela justo a tiempo, me diriji a mi salon y me senté en mi lugar que era al frente ya que a Matteo le gustaba, ahora que estoy solo yo se siente muy incomodo y con un gran vacio.

A los segundos mis demas amigos entraron y solo me saludaron de lejos, queria preguntarles sobre Matteo pero me contube las ganas, por lo que la clase transcurrió de manera casi normal (en mi caso claramente)

Ya era hora de receso y salimos todos yo fui de las últimas junto a mis amigos.

Los chicos me dijeron que los esperara en la cafeteria porque el profesor los necesitaba, me parecio raro pero empece a caminar. Saliendo del pasillo hiba cuando recordé que no había sacado mi dinero de la mochila por lo que me regrese y ahora desearia no haberlo hecho.

Estaba a punto de entrar cuando escuche que los chicos le estaban pidiendo permiso al profesor para salir mas temprano que la hora estipulada, me entro la duda que para que o que podian salir temprano. (Yo tan ilusa como siempre)

Cuándo escuche lo siguiente:

— Profe usted sabe que somos sus mejores amigos y el le dijo a usted que si nos daba permiso para ir a despedirlo—

— Bueno solo porque es para que lo puedan despedir, merece que sus amigos esten ahí.—

— Gracias realmente Matteo tendrá la mejor despedida.—

Me quede atónita, me dolio de una manera tan fuerte que hasta sentía como mi corazón se quebraba en miles de pedazos, no solo por el si no por los otros chicos también.

Sali corriendo para el baño de las chicas y me encerré en un cubiculo, baje la tapa y me senté, recuerdo que no lo soporte y explote en llanto, porque nadie me dijo nada, se suponía que eramos amigos, lore y llore porque sentía un vacio y hubiese preferido no darme cuenta pues al menos me hubiera quedado solo la duda del porque.

Hice mi mayor esfuerzo para calmarme y limpiarme el rostro para que nadie se diera cuenta.

Sali como si nada, y me diriji a la cafeteria y me sente junto a los demás.

— Oh vaya a pareciste— dijeron las chicas

Yo solo asentí y les mostré una hermosa sonrisa pues no encontraba mi voz sin que me fallara.

— Chicos ustedes saben algo de porque Matteo no vino hoy—  les pregunte ya que encontre fuerzas.

— Oh, no lo se, tu deberias saber ya que som uña y mugre. — lo dijo con un inaudible tono de burla que si no estuviera atenta a lo que dicen no lo hubiera escuchado tan bien.

— Bueno, no lo se yo tampoco.— dije tan tranquila por fuera, pero por dentro queria morir.

Los chicos cambiaron rápido de tema y las chicas no protestaron, y agradezco eso ya que no hubiera aguantado más.

Después de unos minutos, ya era hora de entrar de nuevo a clases por lo que al tocar el timbre fui la primera en salir de ahí.

Entre y saque mi celular del bolsillo y empece a marcar el numero de Matteo uno, dos y tres tonos y no contestaba y asi obtuve el mismo resultado las otras cinco veces, me canse y lo guarde mejor.

Me di por vencida, el decidio no decir nada, pues que podia hacer, pero el nudo en mi garganta hiba creciendo entre más pasaban los minutos y mi corazón ya no latía con la misma fuerza.

Los chicos se retiraron dos horas antes de salir, y no me dijeron adios ni nada.

Senti mis fuerzas decaer, por lo que no aguantaba más por salir.

Llegue a casa y me quede parada fijamente en la puerta sin moverme y con las ganas de vet hacia si casa pero ya no tenia voluntad por lo que me quede inmóvil, y no pude más y solté, deje salir las lagrimas que estaba reteniendo, observe mi camisa y empece a rasguñarla, a jalarla y estirarla, no pude más y caí de rodillas al suelo, me preguntaba una y otra vez que pude haber hecho parque no me tomaran encuenta, para que el nisiquiera me quisiera contestar las llamadas.

Pasó un buen rato en el que lloraba y rasgaba la camisa, me dolía el corazón.

Senti unos brazos alrededor de mi que me aparentaban, me abrazaban con demasiada fuerza.

Pense que podia ser el, pero reconocí el olor del perfume y supe que era mi padre quien me estaba abrazando, me di la vuelta y solo le vi el rostro enpañado por las lagrimas y solo le pude decir en un tono casi inaudible que se había marchado ya que de tanto llorar se me fue la voz, el me abrazo y me cargo en sus brazos y fue cuándo me di cuenta que mamá habia abierto la puerta para que entráramos.

Ella me acariciaba la cabeza mientras papá me llevaba a mi cuarto y al dejarme en la cama ambos se sentaron, y me abrazaron, sabían que las palabras no eran necesarias al menos por ese momento, después de estar llorando mucho más fuerte, mamá me dijo que tratara de calmarme pues me aria mucho daño.

Pero no podía y al final en un momento solo recuerdo que medio alcance a ver que mamá corria de un lado para otro y derepente todo se volvio oscuro y no recuerdo más nada.

Solo que desperté después de una semana y estaba conectada a los aparatos de un hospital.

Con tiempo me explicaron lo que sucedió y lo tome con un poco más de calma.

Fin del flashback.

Pero desde ese día comprendí que no se debe depender de alguien por mucho que lo quieras y que tus sentimientos los debes de guardar para quien se los merezca.


Todos sufrimos y vivimos a nuestra manera, pero eso no debe ser motivo para que tu luz la apague cualquiera.




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