Don't be afraid║Kaisoo ║EXO Fest: Jekyll

You can call me monster

–¿Pero de qué estás hablando? ¿Cómo que también es un clon?– susurró Kyungsoo ansiosamente.

–Caballeros– los interrumpió el hombre rico acompañado de dos de sus gigantes guardaespaldas.

Kai tuvo el impulso de ponerse de pie y enfrentarlo. No le gustó para nada el tono en el que les habló. Afortunadamente D.O se dio cuenta y le advirtió que hacer una escena dentro de un restaurante era una pésima idea. Si se ponían en evidencia tendrían que marcharse de nuevo. Eso calmó un poco los ánimos. La realidad era que su plan no estaba bien organizado. No tenían suficiente información sobre Kim Junmyeon, lo único que hizo que lo escogieran era porque era rico. Por eso empezaron a provocarlo para asustarlo y extorsionarlo un poco. En cuánto Kai lo vio en persona y notó que era uno de ellos, todo cambió en un instante. Cuando los enormes y fuertes guardaespaldas los forzaron a salir y los escoltaron hasta un lugar con menos ojos observando. Estaban armados y no eran precisamente amigables. D.O hizo muchos esfuerzos para convencer, con la menor cantidad de palabras posibles, a su compañero de no hacer nada estúpido. Tuvieron que ser muy discretos para ponerse de acuerdo.

–En cuánto nos lleven a un lugar sin testigos... voy a sacarnos de aquí– propuso Kai y D.O hizo otra mueca. –¿Qué te pasa ahora?

–¿Vas a irte solo? Estamos lo suficientemente lejos para que no puedas llevarme contigo... genio.

–Puedo volver por ti. Cuando vean de lo que somos capaces se van a asustar. Ese era el plan desde el inicio, ¿no?

–Acabas de decir que también es un clon– susurró el muchacho fastidiado, pero usando todavía un tono para no ser escuchado. –¿Acaso sabes de lo que es capaz si se propone?

–Era una suposición. No creo que se vaya a deshacer de nosotros.

–Caballeros– Junmyeon volvió a interrumpirlos y esta vez la cortesía escondía una orden de mantener silencio. –Supongo que saben por qué los traje aquí. Si resolvemos todo de manera pacífica, no hay razón para castigar a nadie. Aprecio mucho si pueden hablar en voz alta, fuerte y clara para que todos podamos escuchar lo que tienen que decir.

–¿Puedes sólo decirnos qué es lo que quieres? De todas formas no vamos a quedarnos aquí por mucho tiempo– Kai sonrió y miró a su compañero, este le hizo un gesto para que no hicieran nada imprudente.

Los guardaespaldas los llevaron hasta el lugar donde el par de muchachos habían estado metiéndose sin permiso y robando cosas. El plan de llamar la atención para luego estafar a algún rico ingenuo, pero el plan no parecía estar saliendo como lo habían considerado inicialmente. Pasaron por la zona de los trabajadores y siguieron avanzando hasta que llegaron a una oficina. Ahí se quedaron sólo los tres, encerrados.

–Me gustaría saber cómo pudieron entrar y salir sin sin forzar ninguna cerradura y sin alterar las cámaras. ¿Acaso son ilusionistas?– se burló Junmyeon. –Tienen que devolver lo que hurtaron, de otra forma tendré que entregarlos a la justicia. Tengo pruebas, puedo demostrar que son los ladrones.

–No tiene idea de que es uno– susurró Kai.

–Tal vez no lo sea– respondió D.O, pero el otro chico meneó la cabeza, parecía demasiado seguro al respecto.

–No lo sabe, eso es todo.

–Creo haberles dicho que era mejor si todos podeos escuchar lo que dicen. Si llegamos a un acuerdo no tendré por qué entregarlos o golpearlos, ¿entienden?

Kai desapareció y se materializó detrás del hombre vestido de traje. El susto que recibió le hizo dar un brinco por el que casi pierde el equilibrio. Como pudo fue hasta otro lado, luciendo realmente espantado. Junmyeon asimiló lo que pasaba en pocos segundos y luego ahogó un grito. Miró en todas direcciones, lo último que esperaba es que el chiste que hizo sobre ser ilusionistas fuera cierto.