Don't be afraid║Kaisoo ║EXO Fest: Jekyll

I'm creeping in your heart

–Hemos hecho muchas cosas malas. ¡Puedo aceptar ser el malo de la historia! Hemos estafado, hemos extorsionado, hemos robado. Nada de eso es relevante. Somos capaces de hacer mucho daño... pero esto no, Kai. Teníamos una regla... el daño físico no, al menos que sea en defensa propia. ¡Matar a alguien a golpes no era parte del plan! ¡Ni siquiera era una opción!

–Cálmate– le pidió el muchacho.

–¡No me pidas que me calme!– chilló D.O.

–No lo maté. Si ese es tu miedo, no lo maté. ¿Puedes relajarte un poco? No puedes tener este tipo de reacciones cada vez que no tienes el control de la relación. Piénsalo, es un ser poderoso, no se va a morir por una paliza. Tienes que dejar de pensar como un humano, porque no lo eres.

–Kai, sabes a lo que me refiero...

–También sé lo que hago. Lo importante ahora mismo es que escapamos porque se trataba de una trampa. ¡Tú mismo lo notaste! Ahora quiero saber, ¿por qué estás tan preocupado por él?

–¿Estás haciendo una escena de celos ahora mismo?– se quejó D.O incrédulo.

–No. Pero me preocupa que tengas tanta empatía, especialmente con un idiota que no sabía en el peligro en el que no estaba poniendo y, además, dejándonos en evidencia. ¿Eso es lo que quieres? ¿Terminar en manos de eso infelices de nuevo? ¿Quieres que experimenten con nosotros y nos maten?

Kai se acercó y tomó a Kyungsoo del brazo para que se incorporara. Enseguida lo empujó con violencia y lo sacudió. Estaban en un edificio abandonado. No sabían cómo habían terminado ahí, pero no había testigos y eso de alguna manera era un alivio. Habían tenido mucha suerte de escapar sin haber salido heridos. Tampoco habían dejado rastro para que Junmyeon los buscara. La fuerza roja estaba utilizando a otros clones para engañarlos. Habían tomado a uno y lo habían convencido de ser el original y así confundirlos. Tenían que tener mucho cuidado porque habían regresado a ser fugitivos.

–Deberías estar agradecido de lo que hago para protegerte– las palabras de Kai eran duras, pero se notaba que quería arreglar las cosas.

–Eres demasiado impulsivo– replicó D.O.

–Pues mis impulsos nos mantienen vivo.

–Por ahora. Debes pensar más las cosas. Entiendo que hay momentos donde se debe actuar, pero a largo plazo puede ser contraproducente. Lo importante ahora es que podemos reconocer a otros clones. No caeremos de nuevo.

–¿Por qué estás tan seguro? Es muy fácil esconderlo.

–Simplemente dejaremos de tener contacto con cualquiera de ellos. Tú los reconoces a todos, ¿verdad? Podemos ir a un lugar donde les sea difícil atraparnos... un lugar con mucha gente, con muchos ojos que les hagan dudar antes de actuar.

–Quieres seguir huyendo– se quejó Kai.

–¿Prefieres entregarte? ¿enfrentarlos? No tenemos esa capacidad. Somos tú y yo contra el mundo, Kai.

El muchacho movió la cabeza hacia un lado. ¿Había escuchado esas palabras tan cursis? Sí, y por alguna razón le había encantado. Quiso mantener un semblante serio, pero una sonrisa le traicionó.

–¿Tú y yo contra el mundo?

–Cállate– D.O se sonrojó. –Sabes perfectamente a lo que me refiero.

–Sí. Que no puedes evitar querer estar a mi lado. Es tan romántico, tan lindo.

–Basta– ordenó el otro fastidiado.

–¿Qué se siente estar tan enamorado de mí? Debemos reconocer que por lo menos el idiota es atractivo. ¿Qué es lo que más te gusta? ¿Mi cara, mi cuerpo? Seguro que soy mejor que él.

–Estamos en una situación tensa, no es el momento de bromear.

–¿Crees que estoy bromeando?– el clon soltó una carcajada. –Yo no veo que sea un maldito chiste. No sólo me deseas, también me amas... ¿acaso no es adorable?

–No voy a escuchar estas tonterías.

–¿Y qué vas a hacer? ¿Vas a enfrentar al mundo solo? ¿Sin mí?

–¡Suficiente!

El grito sorprendió bastante a Kai. Ambos se quedaron callados mientras D.O respiraba agitadamente y el otro muchacho planificaba su siguiente movimiento. Tenía que provocarlo, pero no exaltarlo. Debía ser más sutil, más inteligente.

–Lo lamento– la frase sonó increíblemente sincera. El mayor de los dos no podía creer como algo tan simple pudo calmarlo de inmediato.

–¿Acabas de disculparte?

–Sí.

–¿P-por qué?

–Porque de verdad somos tú yo contra el mundo.

Kai se acercó y colocó su frente sobre el hombro de su pareja. Lentamente acercó sus brazos hasta terminar en un abrazo. El suspiro que salió no era parte de su actuación. Todo lo que estaba haciendo había dejado de ser un lamentable intento de manipulación. De verdad estaba ahí, entregándose por completo a D.O. Al único ser que le importaba en el mundo.

–¿Qué estás haciendo?– quiso saber el chico sin atreverse a mover su cuerpo ni un centímetro. Se sentía demasiado bien.

–Me estoy arrastrando en tu corazón.