53 capitulo

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Me gusta recordar.
Aquel libro de cuero arder entre las llamas del fuego de nuestra casa, verlo desaparecer lentamente abrazado a mi familia.

La sonrisa de mi madre. Despertar y verla a ella y a su hermosa sonrisa cuál solo ella podría dar, de oreja a oreja con ese brillo en los ojos, haciéndome sentir alegre, seguro, confiado, eran los únicos que me hacían sentir aquello.

Me gustaban tanto aquellos días, en estos momentos parecían una ilusión, cojeando entre el oscuro bosque, herido, sentía la sangre caer desde mis cabellos al suelo que dejaba atrás, mirando como podía entre los troncos de los árboles el final para llegar con mi madre. Mi deber, era protegerla, se lo había prometido, se lo había jurado, era el único motivo por el que ya hace tanto tiempo no me había derrumbado.

Una piedra entre mis temblorosas piernas se interpuso, al instante caí, aferrandome al tronco de un árbol con las pocas fuerzas que tenía.

Estaba cansado, aturdido, aquel golpe que le había dado la ex matriarca Uchiha realmente había sido efectivo, por lógica su mandíbula estaba dislocada a gracia de ese dolor punzante a la vez de unas costillas rotas y un agobiante dolor en su cabeza a raíz de los golpes constantes que había recibido mientras que su mano y pierna izquierda estaban dislocadas por culpa de la caída, esperando no recibir un castigo mayor o permanente. No importaba, se quiso mentir a si mismo, tenía que utilizar las fuerzas que ya había drenado durante el combate, tenía que llenar una vez más sus pulmones antes de emprender en vuelo: Sabía que lo estaban cazando al igual que un animal, que no quedaba mucho para aferrarse a aquella brecha de tiempo que le había ofrecido, sabía que la ayuda llegaría, solo tenía que aguantar, solo, solo un poco más y volverían a ser felices.

Pero la sonrisa que se había formado con aquella esperanza fue dispersada, cuando entre la profunda oscuridad del extenso bosque el mismo rayo de esperanza que iluminaba su desbocado corazón iluminaba con extensiones sumamente rápidas y brillantes colores azulinos de su rostro. Más que una extensa sonrisa al ver el final de aquella pesadilla infinita, lágrimas espesas comenzaban a acumularse entre sus carmines de ojos, arrugando cada fracción de su rostro, las lágrimas comenzaban a llenar sus mejillas rayadas. Un mal presentimiento se implantó en su pecho, no, su presentimiento iba más que a una simple suposición, sabía lo que significaba aquel brillo, de dónde provenía tal abrasador poder, porque el de sus inquietantes temblores e incesantes repentinos espasmos...

-Madre.

Pero apenas había podido susurrarlo entre sollozos, subiendo y bajando su pecho en un movimiento enérgico, intentando así que por alguna razón su corazón se detuviese.

Pero pensar en ello ya era tardío en cuanto la luz consumía por completo el bosque, el viento mecía con frenesí sus azabaches cabellos, apartando con delicadeza las lágrimas que caían desde sus ojos hasta ahogarse entre sus cabellos; la pureza de aquella luz consumía todo hasta hacerlo monótonamente blanquecino hasta que lo último a lo que podía aferrarse era a aquel tronco mientras sus lágrimas se perdían junto a sus ramas con el mismo dolor de la pérdida en mano.

Se escuchó el estruendo de un esplendor a la distancia, la luz se intensificó de tal manera que cegó sus ojos momentáneamente obligándolo a aferrarse a aquel peldaño de madera.

Escuchaba la estridencia de los árboles violados de la tierra a raíz retorcerse con otros para escuchar su crujir, un bullicio desagradable que llegaba a desorientarlo, ese mismo olor que llegaba a golpearlo, el metálico de la sangre de animales inocentes, la lumbre del fuego consumir la vida para desbocar un abrumante humo negro, daría lo que fuera para soltar aquel tronco y cubrirse sus oídos pero le era imposible con la alarma con el sonido de un corazón pulsante, no era el suyo, pues sabía que latia tan fuerte y desbocado, lleno de un pánico abrasador, en cambio, este latia cada vez más lento, cada palpitar pareciera que fuera el último.

Fue Nuestra CulpaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora