Prueba

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Jane

Suelo cuestionarme mucho al sentir los miedos y dejar que ellos me dominen. La inseguridad es algo que siempre me atacará en cualquier aspecto de mi vida, sin importar de que se trate. Vi a un Dereck muy preocupado por lo que sea que esa mujer le estuviera diciendo, y no me agrado para nada ver como la abrazó. De esa misma manera me abraza a mí en las noches. Todo tiende a complicarse cuando mejor empiezan a salirnos las cosas. La llamada de Antony diciéndome que necesita de mi presencia para cerrar un contrato, ha caído en la perfecta ocasión. Necesito pensar primero en lo que será mi vida con Dereck. Sé que me ama, eso no lo pongo en duda, pero, no estoy dispuesta a tener que soportar, que esa mujer se aparezca cada que quiera a arruinar nuestra felicidad. ¿Tan pronto olvidó lo que sucedió?.

La pequeña es lo que menos me preocupa, por lo menos, físicamente no se parece a él, y es algo que me tranquiliza un poco. Es un angelito que no pidió venir a este mundo, y mucho menos tener una madre que no se encuentra mentalmente capacitada para hacerse cargo de ella. Al tomarla en mis brazos para entrar a la casa, algo dentro de mí se removió. Quizá sea ese sentido de madre, lo que hace sentirme así con la pequeña. No es un sentimiento malo, es todo lo contrario. No me siento del todo cómoda, pero no soy un monstruo para darle la espalda a una hermosa niña.

—Macarena, lleva a la niña con la niñera, por favor — pidió Dereck en cuanto llegamos a casa —. Hazte cargo tu de Dante.

—Si, señor — le entregué la niña a Macarena, y sonrió incomoda.

—Vamos al despacho, Jane.

—Debo hacer mis maletas y las de Dante.

—Las haces después de que hablemos.

Me llevó hasta su despacho y me sentó en su silla, para después sentarse sobre el borde del escritorio. Está demasiado ansioso, y por su expresión de preocupación, ya me la ha pegado a mí.

—¿Qué sucede? Que es eso tan importante que tienes que decirme — suspiró tomando mis manos suavemente.

—Te contaré todo. No sé cómo lo tomes, o si lo creas o no, pero a mí se me han sembrado las dudas y pienso llegar hasta el fondo para descubrir todo este lio. Solo quiero asegurarme que estarás a mi lado y que ese supuesto viaje no es una excusa para dejarme, ¿o sí?.

—Es mi trabajo, Dereck. Independientemente de lo que tengas que decirme, no me iré a ningún otro lado. ¿Crees que voy a dejarte después de haberte propuesto matrimonio? — sonrió, y besó mis manos —. Dime que pasa.

Escuché atentamente sus palabras, y entre más me decía, más me confundía y me sorprendía. No voy a negar que el corazón se me partió ante lo que me contó de Fiorella, pues en qué cabeza cabe que un padre se aproveche de su propia hija y la haga pasar por una enferma mental para que no pueda denunciarlo. Una parte de mi duda de lo que le dijo Fiorella, pero la otra parte si siente un poco de lastima por todo lo que ha vivido. Aun así no puedo perdonar lo que hizo y nunca lo haré. No era manera de llegar a Dereck.

—¿Qué piensas? ¿Crees que si debo de ayudarla o no?.

—No sé qué decir, mi amor — me levanté de la silla y rodeé su cuello —. Es una confesión demasiado grande, además que ella no tiene ninguna prueba en su contra para denunciarlo. La palabra de una mujer que según sufre de esquizofrenia no sirven de nada.

—¿Crees que me esté engañando de nuevo?.

—No lo sé, tú la conoces más que yo. Por lo que me has dicho, crees en sus palabras y si existe una foto de Luca, eso quiere decir que está diciendo la verdad. Lo que se me hace raro es, si ella hizo sesión de fotos con él ¿Dónde están las revistas? En algún lugar de Italia o de la internet han de estar — quiero ayudarlo e intentar hacer que caiga en razón, no puede siempre estar ahí para ella —. Digamos que sea cierto, ¿sí? El hombre existe, su padre la violó y todo eso, dime que harás para ayudarla. El doctor está muy claro que ella debe seguir tomando los tratamientos. ¿Qué nos asegura que ella no está inventándose todo esto para salirse con la suya? Estas completamente seguro de ayudar a la persona que me ha causado tanto dolor.

Se quedó callado viéndome a los ojos. Estoy luchando conmigo misma para no gritarle en la cara por anteponer a Fiorella después de lo que hizo. Él no sabe de todo el tiempo que sufrí ante los mensajes que ella me enviaba. ¿Quién más pudo haberlos enviado? Esa mujer no me parece que este mal de la cabeza, es más, está mucho más cuerda que nosotros. Sabe como envolver a cualquier, y me molesta que Dereck haya caído de nuevo a sus mentiras.

—Por supuesto que no se me ha olvidado lo que hizo. Quiero entender muchas incógnitas, ahora me siento en obligación con la pequeña — suspiré —. Haremos todas las pruebas pertinentes, recolectaré la mayor información posible y así tomar una decisión. Créeme que no es un gusto tener que ayudarla, mi amor.

—Ya has tomado una decisión, espero y que a la larga no nos traiga problemas más adelante, mi amor.

—¿A que te refieres?.

—Sabes a lo que me refiero, Dereck. Iré a ver a Dante, lo he extrañado bastante el día de hoy, de paso aprovecho para que Macarena le compre algo de ropa a la niña — dejé un beso en sus labios y salí un poco decepcionada de Dereck. No pensé que esté tan dispuesto a ayudarla.

Dereck

Dejé caer los hombros y me quedé viendo por el ventanal. La decepción está reflejada en su rostro, por más que quiera hacerme ver con una sonrisa que no le afecta, la conozco muy bien para saber lo que piensa. No esperaba más de su reacción, Jane no tolera a Fiorella por nada del mundo. Había dejado de fumar desde que Dante y Jane llegaron a casa, pero el estrés me pudo y terminé fumando un cigarro mientras contacté a un investigador privado para buscar a Luca. También le llamé a Joel, entre más rápido nos hagamos las pruebas mucho mejor. La incertidumbre mata lentamente. Según llegó a la casa, tomó las muestras para llevarlas al laboratorio, Jane luce muy pensativa estando recostada contra el marco de la ventana. No es mi intención ponerla en situaciones desagradables y que le afectan, pero debo sacar las dudas. Me gustaría que me apoyara en todo esto o por lo menos lo intentara, ¿o estaré pidiéndole mucho?.

—En diez días e incluso menos sabremos si la nena es tu hija, ¿de casualidad no tendrás una fila de niños para hacer una sola tanda? — bromeó y arqueé una ceja —. Mejor me voy porque no están de buen humor hoy. Te llamaré en cuanto estén listos los resultados.


—Gracias, Joel. Permiso — dijo Jane antes de salir de la habitación. Acabo de resolver un problema, y ya estoy en uno más grande.

Dereck Cooper(EN FÍSICO) [✓]Where stories live. Discover now