Without You ▪︎ [ZhanYi]

10

— Yibo... — llamó Xia Gang.

El castaño dejó de escribir y dejó salir un suspiro, puso la pluma que tenía en sus manos sobre la mesa y ladeó un poco su cabeza hacia ambos lados.

— Sé que te molesto con mi presencia en este momento... Pero vamos por favor. No quiero ir solo y ya es tu hora de salida. — pidió con cansancio.

— Te dije que no quiero ir... Por todas las veces en las que me encerraron con ellos y no me dejaban salir — dijo mirándolo, para luego desviar su mirada con incomodidad. — Aparte. Hay personas allí a las que no les agrado y no me agradan.

— ¡Vamos, yo te cuido! — el rubio se levantó de golpe de la silla del escritorio.

Wang Yibo solo pudo reír bajo con ironía.

— Te recuerdo que quien te cuida, soy yo.

Nuevamente pasó su mirada a su mejor amigo, y al ver el triste brillo en sus ojos, suspiró rendido y soltó quejido mientras pasaba su mano por su cabello.

— ¡Que sea la primera y última vez que voy a una de estas reuniones y con esa gente! — señaló, haciendo que una gran sonrisa adornara el rostro de su amigo.

— ¡Claro, claro! — expresó tomando el saco de Yibo de la silla y corriendo para entregárselo.

— Irémos en autos separados, quiero que presumas tu auto con ellos — Yibo comenzó a caminar hacia la salida dejando al rubio un poco sorprendido.

— Es-estoy empezando a creer que tienes mucho rencor contra ellos acumulado en tu interior.

Yibo se detuvo, y sin voltear a mirarlo, habló.

— Me di cuenta de porqué no querías ir solo Gang... ¿Crees que no recuerdo todo lo que pasaba?... Y sí, les guardo mucho rencor, sobre todo a alguien en específico. Es momento de que vean en quien te has convertido Gang. Andando.

— ¿Yi-Yibo? — llamó el alto haciendo que esta vez el castaño voltee. — No vas a matar a nadie, ¿verdad? — Yibo rió negando y continuó con su paso. — ¡Oye, aún no termino la compra de ese lote, solo esperaa! — levantó la voz tratando de seguirle el paso.

Llegando al estacionamiento, ambos se detuvieron cuando un tono en específico se escuchó proviniendo de sus teléfonos. Sacaron los dispositivos de sus bolsillos y al abrir el mensaje una sonrisa se asomó en sus rostros.

— ¿No me lloraron demasiado verdad?

Al levantar sus miradas, la sonrisa se hizo más grande, la mirada más brillante y las ganas de abrazar a Yan Ji no la pudieron contener por mucho tiempo. Los dos corrieron la poca distancia que los separaba, lanzándome hacia el pelinegro en un abrazo, casi provocando una caída pero resistiendo a aquello.

— ¡¿No estás herido?! — habló Yibo separándose y poniendo las manos en el rostro ajenos para comprobar.

— ¡¿Te siente bien?! — esta vez el que habló fue Xia Gang.

— ¡¿No quieres dormir?!

— ¡¿Estás cansado?!

— ¡¿Necesitas algo?!

— ¡Oigan, oigan! — habló Yan Ji para calmarlos. — Estoy bien, la misión fue un éxito y acabamos de llegar. Vine para verlos y para decirles que-

— ¡¿Otra misión?! — interrumpió Xia Gang. — ¡No, ya no! ¡¿Dónde está tu jefe?! ¡Hablaré con tu jefe!

— Calma tigre — Yan Ji colocó un mano en el hombro del rubio para detenerlo, y rió bajo. — No es ninguna otra misión. Primero que nada, ustedes saben perfectamente que son mi única familia, y son a los primero y únicos que veo luego de una misión-