Capítulo 9

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Después de aquel fatídico encuentro, NamJoon se vio sumido en una tormenta de emociones. Evitaba a JungKook con ahínco, como si aquel momento hubiera sido un rechazo en sí mismo. Su lobo, herido y avergonzado, se había refugiado en lo más recóndito de su ser, incapaz de soportar la idea de haber sufrido dos desilusiones amorosas consecutivas.

SeokJin observaba con preocupación el cambio repentino en NamJoon. —Dios... Juraba que le gustabas— susurró, dejando escapar su asombro.

El peligris, intentando restarle importancia a la situación, respondió con una falsa indiferencia—Pues parece que no... Ya está, Jin, no importa.

Pero no estaba dispuesto a aceptar esa respuesta tan fácilmente. Con una mezcla de incredulidad y frustración, exclamó—¡Qué dices, Nam! Sí que importa... Maldición, ¿en serio no te importa lo que ha sucedido?

NamJoon, sintiendo un nudo en la garganta, trató de mantener su fachada de fortaleza. —Jin, te aseguro que no importa. Fue solo un momento pasajero... Todo pasará. Además, YoonGi te está esperando—dijo, señalando hacia la puerta con un gesto cansado.

Pero el mayor conocía demasiado bien a su dongsaeng como para dejarse engañar por esa aparente indiferencia. Con una mirada penetrante, le preguntó una vez más: "Nam... ¿Estás seguro? No tienes que mentir, de verdad".

El de piel canela suspiró, sintiendo cómo la máscara de fortaleza comenzaba a resquebrajarse. Sabía que no podía ocultar sus verdaderos sentimientos por más tiempo—Tranquilo, Jin. Estoy bien... Si necesito algo, te llamaré. ¿Te parece?— respondió, luchando por convencerse a sí mismo de que realmente estaba bien.

Hubo un breve silencio, en el que SeokJin asintió con resignación—Está bien, haré como que te creo. Pero recuerda, si necesitas algo, me llamas— él más alto asintió para luego ver cómo su hyung se iba hacia la puerta donde se encontraba el pálido, para después despedirse del moreno. Luego de unos minutos, NamJoon se fue del salón para irse a la biblioteca."Joder, no puedo molestar a Jin con mi patética vida romántica"dijo en su mente para luego suspirar, durante el camino el peligris se encontró con JungKook, la misma rutina se hizo presente, evitar aquel alfa que quiere— Será una semana difícil.

[...]

Después de que el timbre sonara, NamJoon se dirigió a los vestidores, encontrándose con TaeHyung y sus amigos. Los mismos murmuraban cosas, pero el peligris no les dio importancia, desde que aquella humillación, el alto solamente decidió ignorarlo, se dispuso a cambiarse tranquilamente sin darle importancia, hasta que finalmente se fueron, haciendo que suspirara pacíficamente, pero esa misma paz se fue con el aparecer de un olor, específicamente a café y tierra húmeda haciendo que el lugar estuviera repleto de este. Eso mismo hizo alertar a NamJoon.

—NamJoon—el nombre del alfa salió de los labios de cierto pelinegro.

El alfa escuchó su nombre escapar de los labios de JungKook y no pudo evitar sentir un torbellino de emociones en su interior. "Dios... ¿Por qué? ¿Acaso he cometido algún pecado para merecer esto?" Luchó por contener las lágrimas que amenazaban con desbordarse, mientras intentaba mantener una apariencia serena frente a JungKook, ocultando su nerviosismo. Sin embargo, cada paso que el pelinegro daba hacia él, parecía acercarlo más a un abismo emocional.

—Quiero poder hablar contigo— mencionó JungKook.

NamJoon, sintiéndose atrapado y abrumado, respondió con voz entrecortada—Lamento decirte que este no es el momento adecuado. Quizás más tarde...— Su desesperación por escapar de aquella situación lo impulsó a dirigirse rápidamente hacia la puerta, pero antes de poder alcanzarla, JungKook detuvo su huida al tomar sus muñecas y acorralarlo contra la fría pared.

—Si continúas ignorándome de esta manera, nunca podremos resolver el malentendido que ocurrió en tu hogar... Joder Nam, de verdad deseo remediarlo— expresó JungKook, abrazándolo con una fuerza que hizo eco en el corazón de NamJoon. Ante esas palabras, su pulso se aceleró y se vio obligado a corresponder al abrazo.

— Me entristece haber sido la causa de tu malestar... Quiero que sepas que nunca tuve la intención de alejarme—confesó JungKook, apretando aún más su abrazo. NamJoon quedó sorprendido por la intensidad de sus sentimientos y su corazón latió con mayor fuerza.

—Entonces... ¿Realmente deseabas besarme?— preguntó NamJoon con voz temblorosa.

—Por supuesto, Nam. No tienes idea de cómo mi lobo me atormentaba cada noche, impidiéndome conciliar el sueño—mencionó el alfa con una risa suave. La verdad se reflejaba en sus ojos, que a menudo lucían cansados y marcados por ojeras notorias.

—Te creo, JungKook— afirmó NamJoon, encontrando alivio en la mirada del menor.

—NamJoon... Me gustas, me gustas demasiado. Y me gustaría poder cortejarte—confesó el menor.

—¿Eh? Pero somos alfas, todavía no entiendo muy bien cómo funciona esto. ¿No debería yo también cortejarte?— cuestionó el de piel canela.

—Tranquilo, Nam... Solo di que te gustaría que te corteje, ¡por favor!—suplicó JungKook.

NamJoon dijo en voz baja y avergonzada: —Emmm... Me gustaría que me cortejaras, JungKook— No podía creer que esas palabras salieran de su boca, pero al menos el pelinegro finalmente se le había declarado. Intentó ver el lado positivo de la situación y recordó que JungKook también tenía que decir que lo cortejaría. Ambos rieron y se abrazaron nuevamente. En ese momento, JungKook susurró en el oído de NamJoon—Podremos ser alfas, Namjoonie, pero nunca sere el de abajo—luego le dio un beso en el lóbulo, provocando que el de hoyuelos se estremeciera. En voz baja y sonrojado, el peligris dijo—Ya quisieras.


Un Alfa para mi Alfa [KookNam]Where stories live. Discover now