•°. Capítulo 2 .°•

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Jin Ling temblaba de pies a cabeza y se mordía el labio inferior para no emitir ningún sonido que no deseaba.

Sí, había pasado lo que creía. Y sí, quería gritar por la tormenta de sensaciones que le escarapelaban la piel, pero no podía porque: primero, estaba en un departamento, sus vecinos posiblemente llamarían a la policía por tanto escándalo o se quejarían con sus padres por el alboroto; segundo, si se movía, sentiría con más claridad lo que invadía el interior de la parte inferior de su cuerpo. Dolía, pero no quería echarse para atrás en ese punto.

—A-Ling, ¿estás seguro de querer continuar? No hay ningún problema si nos detenemos, ¿sabes? No quiero que te sientas incómodo ni que-...

—E-Estoy bien, solo… –Jin Ling sentía los músculos de aquella parte estirarse al máximo para recibir a su amigo, era una mezcla entre dolor y una sensación extraña al rozar su cuerpo con el contrario— solo muévete de una vez.

Se sentía muy avergonzado y se arrepentía un poco de haber sugerido esa posición donde podían verse cara a cara, debió haberle dado la espalda en cuanto pudo en lugar de perderse entre la fantástica sensación que le dejaban sus besos para evitar que contemplara su rostro buscando cada mínima señal para frenar el encuentro. Si eso pasaba, Jin Ling no tendría la cara para verlo en otro momento luego de aquello.

Pasaron unos minutos, la vergüenza del castaño aumentaba por la mirada atenta que tenía clavada en su rostro, pero contrario a sus pensamientos de querer enterrarse en un agujero para nunca salir, el dolor iba disminuyendo porque su cuerpo se comenzaba a acostumbrar a dicha experiencia.

Cuando percibió que Jin Ling dejó de sentir tanto dolor (ya que no apretaba su miembro con la misma fuerza que al principio cuando se introdujo por primera), Lan SiZhui se atrevió a moverse un poco. Apenas fue un leve vaivén, pero se sintió mareado por la cálida sensación que envolvía su miembro y le erizó la piel descargando algo similar a la adrenalina en su cuerpo, sin embargo, las uñas de Jin Ling clavadas en su espalda lo devolvieron a la realidad.

—¿No dolió, verdad? —preguntó alarmado.

Jin Ling negó con la cabeza. Más que eso: se había sentido tan bien…

—Continúa.

Acatando la orden de inmediato, el joven Lan volvió a moverse de forma un poco torpe y cuidando de no lastimar al otro chico. Al principio ambos tuvieron que tragarse la vergüenza y hablar sobre cómo lo estaban haciendo para evitar lastimarse y que, dentro de todo, fuese algo agradable. Jin Ling, pese a seguir muy avergonzado incluso si ya habían hecho algo más erótico cuando aún llevaban gran parte de la ropa puesta, tenía la seguridad de que podía confiar en su amigo.

Pronto, la torpeza fue desvaneciéndose, las palabras se esfumaron dejando escapar pequeños gemidos ahogados y el placer comenzaba a ser una necesidad.

Lan SiZhui apoyó ambos brazos a la altura del rostro de Jin Ling, quien inmediatamente enrolló ambas piernas en la cadera del contrario, los ojos del Lan parecían los de alguien hambriento que estaba conteniéndose por puro milagro. A Jin Ling se le revolvieron las ideas por aquella mirada y no supo en qué momento estampó sus labios contra los otros.

La parte inferior de ambos cuerpos se acercaba y alejaba en cuestión de segundos con un ritmo tan rápido y necesitado que los sonidos obscenos de los muslos de Lan SiZhui contra los glúteos de Jin Ling no se comparaban a los jadeos que soltaban sin separar del todo sus bocas. Lascivo y erótico, así podía describirse ese momento. El aroma a pecado era palpable en el aire, igual que el dulce sonido de un sinfín de gemidos arrancados de la forma más brusca de la garganta de cualquier persona.

Lan SiZhui de pronto fue bajando su ritmo cuando sintió a Jin Ling apretarlo más fuerte.

—¿P-Por qué te detienes? —preguntó intentando disimular su frustración, era como si estuviera por llegar a algo mejor, pero de pronto todo se esfumó.

Confianza [ZhuiLing]Where stories live. Discover now