Confianza [ZhuiLing]

•°. Final .°•

Las cosas eran complicadas. Por alguna extraña razón (la cuál sí que tenía explicación, pero que a Lan Sizhui y Jin Rulan les avergonzaba reconocer) siempre que ambos se encontraban terminaban cogiendo.

Sí, a tal nivel de libido muy alto llegaron una vez que descubrieron lo placentero de la vida sexual activa. Era como un acuerdo silencioso que establecieron desde la segunda vez que se acostaron. Y aunque pareciera una relación meramente sexual después de aquello, en realidad ambos lo sentían como algo nuevo que descubrían juntos.

Jin Ling jamás tuvo la confianza suficiente ni con una pareja sexual ni con cualquiera de poder explorar ese lado suyo debido a que la mayoría ni siquiera sabía cómo prepararlo o cosas básicas como el juego previo. Lan SiZhui por su parte, estaba tan ensimismado con su música y estudios que no creía que la oportunidad de iniciar su vida sexual llegara pronto, aunque tampoco la esperaba con ansias a pesar de la curiosidad que sentía.

El hecho de ambos haber sido la primera vez del otro teniendo una conexión sentimental de por medio que les permitía confiar en sí mismos fue un impacto. Era muy intrigante saber cómo podían llegar a conocerse con la ayuda del otro, saber lo que les gusta o no y poder romper los tabúes que podían tener interiorizados sin darse cuenta. Era tan placentero como maravilloso.

Sin embargo, a pesar de que prolongaran aquella charla pendiente sobre sus sentimientos, tarde o temprano tendrían que tocar el tema y el lazo que mantenían pendía de lo que pasara después de tal conversación.

Una cosa que inquietaba a Jin Ling desde hacía algún tiempo era que Sizhui dejó de llamarlo de forma cariñosa. Sentía que, a pesar del nivel de confianza, un muro se había interpuesto en su relación. Aunque SiZhui nunca lo trató mal, el solo hecho de no ser llamado de forma especial lo deprimía un poco.

Así que, el día que Jin Ling se decidió a visitar a Lan SiZhui para hablar con él aprovechando que los padres de este se habían ido de viaje juntos, fue el día que Jin Ling por primera vez dejó salir todas sus inseguridades en un segundo. Todo por culpa de unas estúpidas flores.

Jin Ling llegaba caminando nervioso, repasaba mentalmente cómo se confesaría y cómo trataría de mantenerse a raya para poder dejar las cosas claras con su... ¿amigo?

Apenas levantaba la vista del teléfono luego de avisarle a SiZhui que ya estaba a unos pasos de su casa cuando un auto se detuvo frente al lugar y de él bajó una joven muy bonita sosteniendo un ramo de flores y una caja de tamaño mediano con una gran sonrisa. Para ello, Lan SiZhui ya se hallaba en la puerta, saludó amablemente a la chica y luego de tomar entre sus manos el ramo de flores, la invitó a entrar.

Jin Ling sintió un nudo en la garganta. No era real lo que estaba viendo, ¿verdad? SiZhui no podía estar con alguien mientras mantenía algo con él, ¿o sí?

No. Lan Yuan no era ese tipo de persona. No, no, él no...

Aprovechando que la puerta de la casa quedó abierta, Jin Ling entró corriendo a toda prisa sin saber exactamente qué haría luego. ¿Si los encontraba en una situación comprometedora? ¿Qué haría? No podía reclamarle a SiZhui porque no eran nada, ¿verdad?

Escuchó risas en la cocina, tenía el cuerpo helado y el corazón le palpitaba tan fuerte que era imposible que ni el azabache ni la chica fueran incapaces de ignorarlo. Al llegar, sentía que el aliento le faltaba, entonces ambas personas voltearon a verlo, el mayor claramente más sorprendido que la intrusa a su lado colocando las flores en un jarrón.

¿Ahora qué? Aunque estaba feliz de no encontrar la escena que tanto temía, no hallaba explicación para nada. ¿Ahora qué?

Lan SiZhui pareció percatarse de todo y despachó rápidamente a la joven hasta la puerta de entrada delante de los ojos del castaño. Todos los pensamientos en su cabeza estaban a nada de hacerlo llorar. ¿Y si SiZhui se aburrió de él? Si fuera cualquiera podría mandarlo a la mierda, deprimirse un par de días y luego continuar como si nada. Pero Lan SiZhui no era cualquiera.