V. Madre

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Una vez que el tiempo se terminó Lan Huan soltó la mano de Jiang Cheng solo hasta que estuvieran lo suficientemente alejados para seguir en contacto, quedándose nuevamente ahí con la última sensación en la punta de sus dedos, en su inmenso castillo frio atado a las obligaciones de un rey sin consorte. Su pena solo se podía comparar con aquellos que se lamentaban en las fauces calientes donde se castigaban a los más despreciables estando en vida.

Y es así como fue que Jiang Cheng regreso a los brazos de su madre quien tan pronto al verlo lo abrazo casi como el mismo aire para alguien que está bajo el agua, aferrándose a que era el mismo hijo que había perdido y no una de sus tantas alucinaciones por el despecho, no es hasta que termina de convencerse que todo el hielo se comienza a derretir lentamente a su alrededor.

- Mi hijo ha vuelto, hoy regresaba a mí el hermoso rostro que nunca me cansare de ver sonreír, haré que todos, personas y animales lo sepan con el florecer de las plantas, que todos se enteren que mi Jiang Cheng ha vuelto conmigo

-Extrañe verte madre

-Yo también pero dime ¿Por qué tus labios están rojos?, ¿Te ha lastimado? ¿Te ha... forzado?

-Está bien madre solo he comido unas semillas de granada antes de partir, él nunca me lastimaría de ninguna forma

-¡Ese maldito! te ha engañado... lo castigare por lo que te ha hecho

-Basta madre yo confió en él, me ama devotamente y nunca me dañaría de ninguna forma

-Tonterías, el amor entre dioses es tan efímero como la vida de un mortal pero eso ya no importa, ahora deberás pasar la mitad del tiempo en ese lugar estando a su lado

"Ir a quedarse haya" se repetía una y otra vez en la cabeza de Jiang Cheng mientras intentaba ocultar esa gran sonrisa frente a los reproches de su madre, abrazo a la diosa llevándola a sentar y la consoló como cualquier hijo haría con las preocupaciones que agobiaban la mente de una madre, se arrodillo a un lado dejando ese coqueto rostro que tenía en las rodillas de la diosa.

-No llores madre, pasare la mayor parte del tiempo contigo y mientras este aquí siempre haremos lo que pidas, seré tu pequeño dios 

-Siempre has sido tan obediente, nunca fuiste caprichoso con nada y sin embargo finalmente me pides algo... está bien, no me interpondré más entre ustedes pero no me pidas que este contenta durante tu ausencia

Entonces es así que cada mes sin falta Jiang Cheng enviaba mensajes a Lan Huan con ayuda de A-Jingyi y su respuesta llegaba a él con narcisos floreciendo a su alrededor entonces cuando las cartas no eran suficientes se miraban en el reflejo del rio, aun sin poderse tocar sentían la presencia del otro a su lado durante todo ese tiempo. Cuando los meses estando con su madre terminaban lentamente el clima cambiaba también volviéndose gris y frió hasta que el momento de la partida llegaba donde solo hasta que la imagen de su hijo estando entre las garras de ese hombre montando esa gran bestia desaparecían a lo lejos era que la nieve empezaba a caer anunciándoles a todos que Jiang Cheng había marchado para estar con su esposo Lan Huan. 




Hola corazones, estoy enfermo del corazón y mi salud no mejora, así que seguiré estado ausente por un tiempo más, no olviden pasar a mi perfil.

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⏰ Last updated: May 25, 2023 ⏰

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