Vegetta

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Tras estar protegiendo Karmaland, los karmalienses le realizaron un banquete a Vegetta por sus años sirviendo al pueblo, el mago se quería negar pero fue más grande la insistencia de los pueblerinos.

El festín se dio en la explanada de Karmaland, donde colocaron una enorme carpa y por dentro del espacio, había decoraciones de amatista y obsidiana; la comida era servida en platos de cuarzo y algunos ancianos llevaron unas botellas de vino como regalos.

Todo fue bien, Vegetta se la pasaba bien en el festín pese aunque al principio no quería, los niños jugaban pero eran cuidadosos de por dónde pasaban. Vegetta disfrutaba del postre cuando llega una chica corriendo —SEÑOR VEGETTA, LE HAN ENVIADO UN SOBRE QUE TIENE EL SELLO DE CONFIDENCIAL Y URGENTE— aquella chica era la mensajera y fue con Vegetta para entregarle el sobre —Podés retirarte, yo me encargo— la gente se detuvo y Vegetta abrió el sobre... una invitación a una aventura, volteó a ver a su alrededor y dijo —Querido pueblo de Karmaland, me han asignado proteger a otro pueblo; de verdad aprecio su hospitalidad, pero pronto partiré— un señor ya grande se le acerca, lo toma de las manos y con una sonrisa dice —Usted no se preocupe, nosotros nos disculpamos en parte por el tiempo que gastó en nosotros, de verdad, si requiere proteger otro pueblo, no estamos en contra... solo cuídese héroe— recibe bendiciones y una pulsera que tiene grabada su imagen.

El festín terminó e inmediatamente Vegetta, toma sus cosas y se dirige a Isla Quesadilla... se siente bien haber dejado Karmaland pero a la vez es una extraña sensación.

Ya en la isla, Missa y Pato lo esperaban en la entrada, Vegetta veía a los dos con confusión —Hola, Vegetta... me alegra que hayas tomado la decisión de venir— agrega Pato, quien está sobre los hombros de Missa —Y vosotros son?...— Pato rie y Missa sonrie apenadamente sin decir nada —Soy Pato y el es MissaSinfonia— Vegetta se sorprendió de que quien respondiera fuera el animal —Quisiera saber porqué el chico no me respondió— Missa ve a Pato y aparta la vista —Sucede que aquí mi querido Missa, solo obedece... ya que aquí solo hay una regla "No hables con los demás"— Pato se baja a los brazos de Missa, quien le acaricia su cabeza —Comprendo, hola Missa, soy Vegetta— y así el mago se fue en busca de una pequeña montaña

Dos patos tan iguales como diferentes - QSMP [CANCELADA]Where stories live. Discover now