Toji es un Alfa que la ha tenido difícil siendo un padre soltero, sin embargo gracias a un consejo pudo salir a delante y tener una vida soñada para él y su cachorro.
En su trabajo, los turnos en el hospital son agotadores, pero no hay nada mejor q...
— Espera, — Jadeo tratando de alejarse del Omega, que besaba su cuello.
— Alfa, — Yuuji chupo la sensible piel de su glándula odorífera.
— Necesito ir a buscar condones a mi auto, — Gruñó, ya no era el adolescente irresponsable que alguna vez fue, o eso quería creer.
—¡No!, sin condón— Gimoteo en desacuerdo.
— Aun no es momento de que tengamos un cachorro, —Toji sonrió besando nuevamente sus labios.
— Quiero tu nudo Alfa, lo ansío tanto, prometo ser un buen Omega, — Le mostró el cuello en señal de sumisión.
— Te lo daré, voy a llenarte con mi nudo gordo, cariño, — Presiono su polla contra el sensible agujero de Yuuji, sintiendo como sus jugos empapaban la tela de su pantalón.
— Te quiero Toji, desde la primera vez que te vi, — Susurró contra los labios del Alfa.
— Y yo a ti, espérame en tu habitación listo Omega, — Sonrió, depositando un pequeño beso en esos rosados labios.
El mayor se separó, ignorando la molestia de su Alfa interior, para ir a buscar condones y algo más que solía portar durante sus rutinas.
Lo hizo rápidamente para volver a la casa y dirigirse a la habitación siguiendo el aroma de Yuuji, encontrándose con una bonita y excitante vista.
Yuuji se encontraba en su cama desnudo, presentándose para él.
La cabeza apoyada contra una almohada y su espalda curvada hermosamente, dejando su trasero en alto, así como también su pequeña polla Omega que yacía erecta y la humedad goteante en su coño que mojaba las sábanas.
Toji sabía que los Omegas masculinos eran una joya.
Y Yuuji era un tesoro.
Se quito rápidamente el suéter que portaba, así como los botines y desabrochó el botón de su pantalón.
Se arrodilló en la cama detrás del Omega, sujetando con sus manos su carnoso trasero, amasándolo y sacando pequeños gemidos del menor.
— ¿Te gusta?, solo para ti Alfa, — El pelirosa ronroneo, meneando sus caderas.
— Tan hermoso, — Toji gimió ronco, dándole una bofetada.
— Te necesito, — Gimió ante el golpe en su trasero.
El Alfa ronroneo, bajando su mano y rozando los empapados pliegues del Omega hasta llegar a su polla, dándole unas suaves caricias.
— Tengo que prepararte bien cariño, — Sus dedos jugaron con su húmeda apertura, hasta introducir lentamente uno.
— Virgen, — Jadeo Yuuji, mordiéndose el labio.
— Haré que sea especial dulzura, — Sonrió, saco su dedo llevándolo a sus labios para lamerlo, gimiendo roncamente ante el dulce sabor.
Rápidamente lo volteo dejándolo boca arriba para bajar hasta su palpitante calor y abrirle las piernas, llevando la lengua a su centro. Sus pupilas se dilataron y procedió a comerse con ansias al pelirosa.
Su lengua lamia la mojada abertura, mientras que dos de sus dedos lo penetraban.
— ¡Oh si!, —Yuuji era un desastre, gimiendo y jadeando.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.