12. Siempre

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4 meses y 2 semanas de embarazo.

El vientre de Yuuji ya era bastante notorio, asi cómo su pecho era más prominente y sus caderas se habían ensanchado. Si bien sus antojos seguían presentes, existía algo que quería más que nada.

Toji gruñó al visualizar en el reloj de su mesita de noche que eran pasado las 5 de la mañana, las manos de su Omega acariciando su pene hasta la dureza maxima lo habían despertado.

Sus pupilas se dilataron al oler las feromonas del pelirosa, así como también su dulce mancha. Yuuji estaba excitado, frotándose contra él.

— Alfa, te necesito, — Yuuji ronroneaba, su nariz presionada en el cuello del mayor, una pierna rodeaba su cadera y con su mano acariciaba lentamente el duro bulto que se encontraba bajo el pantalón de pijama del Alfa.

— Bebé, ¿no tienes sueño?, — Con suavidad acostó al chico en la cama, posicionándose entre sus piernas, siendo cuidadoso de no aplastar con su peso el vientre de Yuuji y su brazo enyesado.

— No, quiero tu polla, Toji por favor, estoy tan mojado, — Hizo un puchero.

— Puedo olerte cariño, — Se carcajeó entre dientes, frotando su erección contra el coño húmedo del Omega, gruñendo al sentir sus jugos a través de la delgada tela del short que portaba Yuuji.

— ¡Por favor!, — Gimió, mordiéndose el labio ante la deliciosa fricción.

— Omega cachondo, dime, ¿solo quieres que mi gran polla te llene?, — Le bajo con lentitud la ropa, lamiéndose los labios ante la vista.

—¡Si!, — Gimoteó al sentir que el Alfa lamía su coño, introduciendo tan solo la punta de la lengua, burlándose de su caliente agujero.

Toji sonrió, chupando y dando una última lamida para depositar tiernos besos en el interior del muslo del pelirosa. Agarro una almohada para colocarla bajo el trasero del Omega, en respuesta Yuuji le sonrió dulcemente levantando su pelvis y abriendo
las piernas.

Se arrodilló y bajo su pantalón para sacar su duro miembro, agarrándolo de la base para rozar la humedad de Yuuji e introducirse lentamente hasta tocar fondo.

Ambos gimieron.

El mayor movió sus caderas procurando no embestirlo con rudeza, teniendo en cuenta su estado, si bien podían tener sexo, debía asegurarse de la comodidad de su Omega.

Sus ojos no perdían de vista a Yuuji, quien yacía en la cama gimiendo con las mejillas sonrojadas mordiéndose el labio, su húmedo calor envolvía su polla, apretándolo y sacándole más de un gruñido.

Con sus grandes manos, sujetaba las piernas del Omega, a la vez que lo embestía.

Aceleró un poco golpeando el punto dulce de Yuuji, sabía que en aquella posición la penetración era más profunda para el Omega.

— ¡Mierda!, — Yuuji gimió al sentir que su orgasmo lo alcanzaba, derramándose sobre la polla del Alfa que golpeaba sus paredes cálidas, con el fin de llenarlo.

Toji gimió, llevando la cabeza hacia atrás y cerrando los ojos mientras se vaciaba en el interior del chico, llenándolo con su semen.

— Te amo, — Murmuro Yuuji, jadeaba regulando su respiración.

— Y yo a ti, — Sonrió, bajando para llegar a la boca de su pareja y besarlo.

Yuuji suspiro satisfecho, enredando sus dedos en los suaves mechones negros del Alfa, acariciándole el cuero cabello.

— Lo siento, te desperté, — Se sonrojo al sentir los labios del mayor recorriendo su cuello con dulces besos.

— Si vas a despertarme así a diario no podría quejarme, es una excelente manera de comenzar mi día, sobre todo si tengo que ir a trabajar después,— Le guiñó un ojo coqueto.

Ámame suavemente | TojiItaWhere stories live. Discover now