Trato Hecho. [Omegaverse Y JimSu]

🌼Extra Dos.🌼

-¡Vete a la mierda! - la señora Min había gritado a su marido.

-¡¡¡En serio te harás la maldita víctima!!!

El alfa Min, miraba con lágrimas en sus ojos a lo que pensaba era el amor de su vida.

-Ya te lo dije, lárgate y no regreses. No sabes lo mucho que me arrepiento al procrear hijos contigo, uno salió tan inútil como tú; sin un maldito futuro, que solo dan asco.

La bofetada resonó por toda la habitación.

-¡¡¡No vuelvas hablar así de ellos!!!

-¡Eso es lo que son, solo unos bastardos al igual que tu! -gritó con rencor. -¡Lárgate! ¡Lárgate y no regreses!

-¡Me largo, pero regresaré por ellos!

-Haz lo que se te pegue la maldita gana, pero en cuanto regreses por ellos, quiero una buena comisión.

-¡Juro que cuando regrese te vas arrepentir de tu traición!

-¡Ya Lárgate, maldito muerto de hambre!

El alfa salió apenas tomó su chaqueta de cuero y la omega Min se encerró en la habitación.

Jungkook miraba con cierta diversión la ventana que daba hacia el jardín. Pues al escuchar los gritos, solo pensaba en que al fin se apegaría a su padre para irse y huir del problema que tenía como hermano.

-¿Escuchaste eso, Jimin? Al fin...

Jungkook, miro por todos lados buscando a su amigo, a su único amigo de la colonia, pero dejo de buscarlo cuando miró a su padre salir tan rápido y con ojos cristalizado.

>>¡Papi! ¡¿me llevarás contigo, verdad que si?!

Jungkook lo miró con un aire maravillado de que por fin sería libre.

Su padre se secó los ojos y lo miró directo a sus ojos.

-Prometo que vendré por ti y tu hermano en cuanto tenga algo que darles. Esta casa apenas puede ser rentada y no puedo cuidar de ti ahora.

-Pero papá, yo puedo trabajar contigo y y...

-No Jungkook, necesito que protejas a tu hermano. Estoy seguro que mi hijo valiente podrá correr con aquello.

Su padre bajó hasta estar a su altura y acaricio su mejilla.

-¿Puedes hacerlo?

Jungkook, sentía su lengua como una roca fría, agrietada y pesada. Esa lengua que hubiera preferido comer lodo antes de decir por compasión y compromiso.

-Sí, padre. - dijo y este acaricio su cabeza en orgullo.

¿A un niño se le podría culpar de no querer su vida en ese momento?

Talvez a un niño no, pero nadie sabría que haría el pequeño Jungkook de adulto.

Por otra parte, el pequeño hijo menor, lloraba por lo escandaloso que los gritos habían sido, aunando que nadie se habia presentado a la fiesta de su cumpleaños que su padre le preparo con tanto esmero.

Pero ese esfuerzo no importó para nadie y ni siquiera importó ese disfraz que su hermano había fabricado para él.

El raspado de su rodilla pasaba a segundo plano, con todo esos pesares a su alrededor.

Sin embargo, sus lamentos fueron detenidos cuando el soundtrack de su película favorita lo escucho tan cerca, es más era dentro de su oído.

-¿Te gusta? - el único niño que había ido a la fiesta de cumpleaños, se había acercado a los lamentos que se escuchaban en casi a lo profundo del jardín de la casa.

Entre puñados de hojas secas y ramas, Yoongi estaba lamentándose, pero hubo algo en ese momento que no solo era la música, sino la presencia de un niño que aún olía a dulce como él.

>>Yo escucho esta canción cada que estoy triste. - el pequeño niño se preguntaba si también era mudo o algo así.

>> No te hablaba porque no te traje un regalo, pero si quieres y te gusta te puedes quedar con esto. Estoy seguro que mi mamá me regalara otros.

Yoongi guardaba silencio tratando de no seguir llorando por la culpabilidad que sentía al hablar de cosas que no pensaban eran malas.

>>No hablas mucho...

Jimin le ofrecía una sonrisa con un hueco en su dentadura, pero el decía que era carismática, aunque su carisma no resultaba con el niño a su lado.

>>Sabes, mi papá y mi mamá también pelean seguido. Pero me refugio bastante en estos discman. Así que son tuyos ahora...

Yoongi seguía concentrado en la música y por un momento se sintio aliviado.

Jimin se paró, por que creyó que el cumpleañero estaba incómodo y su sonrisa se agrandó de nuevo cuando Yoongi abrió sus labios para solo entonar...

-Gracias, los guardaré muy bien.

Con satisfacción se alejó el niño Park y se fue a lado de Jungkook y que casualmente ya era acompañado de otro niño cuya existencia no sabían.

Aunque ahora se podría decir que Min Yoongi y Park Jimin cabían en las líneas del destino, aunque ellos no creyeran que existían las almas separadas de la luna y que en el mundo de los románticos les llamaban "Destinados"

Me despido, fue un placer el poder traer esta historia.

Espero que les haya gustado.

Me duele decir adiós, pero esto fue todo.

El último...

LAS QUIERO Y LAS AMO.

ALICIELITO.