PRIMER ACTO

1.1K 84 66
                                    

Narrado por: Lena Luthor

(Se abre el telón. La escenografía muestra pájaros gorjeando en una soleada mañana en la ciudad de National City)

***

Cuando llegué a National City hace siete años, traía conmigo dos cosas: Mi maleta de mano y una ilusión. Hacer una transición de una gran ciudad a una ciudad relativamente más pequeña fue un paso aterrador, pero necesario.

Si había algo de lo que estaba consciente en ese entonces era de que no podía quedarme en Nueva York. La Gran Manzana es el céntrico perfecto para ser el famoso "artista que se muere de hambre", porque mientras estás estudiando y tratando de correr para alcanzar tus sueños, el enfoque es lo que te mantiene activo. Cuando tienes proyectos que hacer y facturas que pagar, todo lo demás se vuelve insignificante. No te importa dónde vives, qué vas a comer al día siguiente o incluso qué ropa ponerte, aunque esta última no es tan real. Sí es importante saber qué ropa usar para llamar la atención de los cazatalentos.

El punto es que... A Nueva York van las almas artistas que quieren ser alguien en el mundo del espectáculo, pero por esa misma razón, la competencia es desquiciante y puede volverte loco si no te cuidas. Esto es algo que yo entendí durante mi primer año estudiando artes escénicas en la Escuela de Juilliard.

Y hace siete años, sabía que no podía quedarme en Nueva York aunque mi corazón me estuviera gritando que era lo correcto. Si me preguntan hoy en día si me arrepiento de mi decisión, la respuesta es no.

No lo hago porque salir de Nueva York fue difícil, pero necesario. En Nueva York no hubiera conseguido ni una tercera parte de lo que tengo ahora mismo. No tendría un Penthouse en uno de los mejores sectores de la ciudad, no sería directora de escena del Teatro de National City, no habría conocido a Sam y Andrea, no sería quien soy hoy.

Migrar de un estado a otro dolió, pero no podía ser de otra forma. Y hoy, mientras observo la vista desde el balcón de mi habitación y escucho a los pájaros darle la bienvenida a una nueva mañana, estoy más que agradecida por haber tomado una decisión que hace años dolió.

Antes de seguir mi línea de pensamiento, escucho un chirrido interrumpirla. Cuando giro la mirada para el interior de mi habitación, observo mi pequeño aparato telefónico vibrar e iluminarse en mi cama. Dándole un último vistazo a los rascacielos de la ciudad, camino en búsqueda de mi dolor de cabeza diario.

[6:30 AM] Querl Dox: Directora, el técnico de sonido está en el teatro haciendo las últimas pruebas antes del estreno. Está consultando si va a venir a supervisar el resultado final en caso de que haya cambios necesarios de última hora que se tengan que realizar. ¿Viene en camino?

[6:30 AM] Lena Luthor: Llegaré en diez minutos. Estoy saliendo de casa.

Sin esperar una respuesta de su parte, guardo mi celular en mi bolso de mano y camino a la puerta principal de mi casa para comenzar otro día más. Querl se encarga de llenarme de mensajes durante todo el trayecto para dejarme saber cómo va el proceso de pruebas de sonido.

Nunca en mi vida había conocido a alguien tan dedicado como él en su trabajo, bueno, nadie aparte de mí.

Estoy segura de que una de las razones por las que el chico y yo nos llevamos tan bien es porque él es tan adicto a su trabajo como yo. No tengo en mí regañarlo por su dedicación. Es decir, a muchas personas les parece enfermo ponerle tanto empeño a una profesión hasta el punto de perder la vida en ella. Algunos incluso dicen que es dañino para tu salud. Personalmente, yo creo que en nuestro gremio, no existe tal cosa como enfermedad por dedicación. Es la única forma en la que alguien como nosotros puede triunfar. Si no te esfuerzas y das el triple porciento en lo que haces, no tienes oportunidad de crecer y ser alguien de renombre. Los artistas por naturaleza son competitivos y siempre tienen que estar dando y dando de sí mismos para que no venga alguien más a robarles el lugar.

COMO LAS LUCIÉRNAGAS | SUPERCORPWhere stories live. Discover now