Diez horas de viaje. Muchos dirían que es una especie de martirio, como mi madre que odia los aviones, pero para mí no es más que una bendición. Diez horas son perfectas para dormir y olvidar que estás atravesando el mundo en un pedazo de chatarra que fácilmente podría caer del cielo. Aunque en realidad, alguna vez escuché que los accidentes aéreos suelen ocurrir con poca frecuencia. Así que mejor me apego a esa creencia mientras volvemos a pisar tierra, o de lo contrario, si que pasaré diez horas del demonio.
En fin, si me preguntan que por qué estoy montado en un vuelo de diez horas en dirección a Cancún México, solo hay una respuesta; mi madre quiere que pasemos el verano con su noviecillo que conoció en un viaje de trabajo en Uruguay hace más de un año. Y siendo honesto, aquella no fue una noticia que me disgustara. Y a ver, sí es verdad que no soy muy fan de viajar, sin embargo, la idea de descansar del trabajo y de la vida diaria es algo a lo que muy pocos se pueden resistir. Me incluyo.
No estoy diciendo que odie mi vida ni mucho menos mi trabajo, el cual, a decir verdad es todo un privilegio, y es que, ¿quién no desearía tener un trabajo que consiste en jugar un montón de videojuegos en un monitor frente a miles de personas desde la comodidad de su hogar? Yo agradecido vivo por haber hecho realidad mi sueño. Pero un descanso no le viene mal a nadie.
En fin, como decía, un verano entero en otro país que no es Argentina, y todo con la finalidad de que por fin pueda conocer al hombre al que mi madre lleva pretendiendo desde hace un año. Y a los hijos de este, claro. No es una mala idea, y de hecho, le prometí a mamá que la apoyaría en sus decisiones mientras ella fuese feliz. Y así será.
Me reacomodo en el asiento, me coloco los cascos, reproduzco una playlist en aleatorio y cierro los ojos, en espera de que el vuelo se sienta más rápido, pero sobre todo, deseando que nada vaya a salir mal en esta aventura.
Ayudo a mi madre con su equipaje cuando me percato de que a penas y puede caminar de la emoción. Y es que no sería broma decir que parece una piba de dieciséis años emocionada por su primera cita.
—Hay que darnos prisa, Sergio ya debe de estarnos esperando afuera —dice, y no duda en dejarme atrás mientras ella apresura su paso.
Aquello me hace reprimir una sonrisa, y cómo no, si soy la primera persona en emocionarse de verla así, feliz. Se merece eso y mucho más después del infierno que tuvo que vivir con mi padre. Pero esa ya es historia vieja, y nuestras vidas hace tiempo que están libres de él. Ahora, solo queda mirar hacia adelante.
Seguimos avanzando hacia la salida, y cuando por fin llegamos veo que mamá estaba en lo cierto, pues Sergio ya nos espera allí. Lo reconozco por las fotografías que ella me muestra todo el tiempo. Alto, de cabello castaño y unas cuantas canas visibles, robusto y de tes bronceada. Es él sin duda.
Mi madre suelta un gritito, y sin perder un segundo más, corre en su dirección. Sergio la recibe con los brazos abiertos y una enorme sonrisa, y luego la estrecha contra su pecho. Yo les doy su espacio, deteniéndome a un metro de distancia de ellos, pero es entonces cuando los ojos de él se detienen en mí.
—Tú debes de ser Iván —Sonríe sin soltar a mi madre.
Asiento con la cabeza tranquilamente.
—Y vos debés de ser Sergio.
Terminan su abrazo y es Sergio quien se aproxima a mí a continuación. No aparto mis ojos de él cuanto me extiende su mano.
—Es un placer conocerte, y sobre todo, que hayas aceptado formar parte de esto —dice, pero entonces mis ojos se desvían a mamá.
Está sonriendo con cierto nerviosismo. Sé lo mucho que a ella le importan mis sentimientos en esta situación, pero es importante que sepa que los de ella son lo que más me importa a mí.
—Es un placer para mí también —Miro de vuelta a Sergio y esta vez tomo su mano—. Y la verdad es que no podría estar más emocionado por este viaje.
La sonrisa de ambos se llena de alivio.
A continuación, nos dirigimos al auto de Sergio, subimos las maletas y emprendemos el viaje en dirección a la casa de la playa en la que los hijos de este nos esperan. Y solo entonces me pongo a pensar en ellos. En cómo serán, y sobre todo, en si nos llevaremos piola. Porque al final de cuentas tendremos que pasar un largo tiempo viviendo bajo el mismo techo.
Hello ッ
La verdad no tenía planeado subir este capítulo hoy, pero dije ¿por qué hacerles esperar tanto?
Así que espero les haya gustado aunque sea algo corto. Además, espero subirles el tercero para el lunes o quizás el martes.Por otra parte, quería agradecerle a las personitas que me han estado dejando votos y comentarios, no saben lo mucho que me emociona ver sus reacciones.
¡Mil gracias! Les quiero. დ
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NUESTROS MIEDOS | IVÁN BUHAJERUK
Fanfiction❝ - Estuvieron tan absortos el uno con el otro desde el día uno que jamás se dieron cuenta de que sus acciones gritaban a los cuatro vientos sus sentimientos.❞ EDICIÓN 2023 POR ALEX G. #1 Fanficspreen (1/12/2023) <3