❝ - Estuvieron tan absortos el uno
con el otro desde el día uno que jamás se dieron cuenta de que sus acciones gritaban a los cuatro vientos sus sentimientos.❞
EDICIÓN 2023
POR ALEX G.
#1 Fanficspreen (1/12/2023) <3
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—Y ese es Rodrigo, pero los pibes le llamamos Carree —Señala al de ojos claros—. Es mi mejor amigo.
—Se ve que es un gran sujeto.
—Y que lo digas. Aunque no te voy a negar que es un dolor de cabeza en algunas ocasiones —Ríe, y aquel sonido sin duda se escucha mejor ahora que llevo mi cabaza recostada en su pecho—. Algún día te llevaré a Argentina y te presentaré a todos los pibes.
Sonrío ante la simple idea de aquello, sin molestarme en pensar en las miles de cosas que nos podrían impedir que aquello llegue a suceder.
—¿Crees que les caería bien?
—¿Bromeas, flaca? —dice—. Les caerás de maravilla. La cuestión está en que a vos te vayan a caer bien. Son re pesados.
Rio justo cuando el video con su mejor amigo termina. Así que le pido que ponga otro.
—Ese es mi canal de reacciones, no creas que encontrarás cosas increíbles en él —me advierte con una sonrisa en los labios.
A final de cuentas lo convenzo de que ponga tres videos más, y para cuando este baja el móvil hunde su cara en mi cuello, provocándome un cosquilleo con su respiración y su cabello que me hace soltar una fuerte risita.
—¡Basta! —Me cubro con las sábanas, huyendo de él.
—Pará, flaca. No te escondas —se queja, pero a continuación levanta la sábana y se mete también, acurrucándose a mi lado.
Me da un beso en la piel descubierta de mi hombro.
—Qué más quisiera que quedarme contigo así el resto del día —Suspiro—. Sin embargo, ya casi nos tenemos que ir a recoger a nuestros padres a la central.
Al igual que yo, Iván suspira, pero a este no se le borra la sonrisa en ningún momento.
—Lo sé. ¿Pero qué son cinco minutos más que nos quedemos así? —Hunde de nuevo su rostro en mi cuello y yo gruño.
—¿Y que venga Sebastián y nos saque a patadas de aquí? —ironizo.
—Que se atreva el chabón.
No tiene remedio.
Y bueno, creo que yo tampoco lo tengo, porque no me opongo cuando sus labios recaen en los míos, besándome como si fuese yo el aire que le hace falta.
¿Qué son cinco minutos más?
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