Señor Walker [+18] ©

Capítulo uno

Muerdo la goma del lápiz en un  intento de centrar mí atención en clases de economía.

Que difícil es esto por dios.

Solo puedo pensar en Xion Walker, mi sexy y musculoso profesor de arte.

Con anchos hombros, muerdo mi labio al pensar en la profundidad de sus ojos azules, a simple vista pareciese que tiene la capacidad de ver dentro de tu alma y leer todos tus pecados, me siento tan desnuda cuando me observa que aveces simplemente solo desvío la mirada.

Aunque por dentro arda.

Él está prohibido por completo por razones obvias, han pasado meses desde que llegó a la escuela, nunca a intentado nada, me observa mucho y se que le gusta lo que ve pero no se acerca más de lo necesario, en ocasiones incumplo a propósito con los deberes para poder disfrutar un poco más de tiempo a solas con él, creo que se da cuenta de ese detalle porque no se enfada y me deja sentada justo al frente por horas mientras finge trabajar en su computador.

Se que finge.

No nos ayuda ni un poco el echo de que sea su alumna.

¡Pero al diablo!

¿A quién rayos le importa eso?

Soy mayor de edad, legal para decidir lo que quiera hacer con mi vida.

No tengo la seguridad de que sienta lo mismo, pero digo, soy mujer y nosotras sentimos eso.

Y luego está esa química entre los dos que me hace querer arriesgarme aunque lo nuestro no sea éticamente correcto.

Suena el timbre.

Me levanto y recojo mis cosas, con un resoplo de resignación comienzo a bajar del estrado dónde se imparten las clases para deslizarme fuera del salón.

Mi teléfono comienza a vibrar en mi bolsillo y sonrío al ver una llamada entrante de mi mejor amiga Cristina, continúo caminando mientras contesto.

—Buenos días, cherry—el entusiasmo en su voz provoca en mi una sonrisa.

—Buen día honey, ¿que tal California?

—Igual de caluroso que siempre, ya sabes entre el clima y la universidad no doy abasto.

—¿Es una queja lo que escucho acaso?—enarco una ceja mientras extiendo mi mano para colocar una moneda en la máquina de chuches —. Ese era tu sueño ¿Que con eso?

La barra de chocolate cae y la recojo mientras tomo asiento en un banco cercano para empezar a degustarla.

—Y lo es, pero es que a veces solo deseo rendirme—resopla hastiada—. esta es una carrera que conlleva mucha dedicación y entrega.

—Eso ya lo sabías.

—Una cosa es lo teórico y otra cosa muy diferente es la práctica, ambas aunque no lo creas van de la mano.

—Si eso lo sé.

—Bien, cambiemos de tema porque obviamente no te llamaba para eso si no más bien para informarte que en muy poco tiempo planeo ir de vacaciones allá.

—¡No mames!—dejo caer la mochila levantandome con rapidez —¡No mientas!

—¡Oye, me ofendes! Te digo la verdad.

—Zorra—la insulto lo mar de contenta.

—Maldita perra ya sabes lo que eso significa ¿verdad? Mucho alcohol, baile gozadera y sexo para ver si de una santa vez acabas de perder tu virginidad que grandecita estás.