Capítulo 018

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Control.

Freen's pov.

Definitivamente ya era una realidad que no podía estar lejos de Becky por tanto tiempo.

Después de lo que había sucedido y de tenerla bajo mi agarre toda la noche, lo que deseaba esta mañana era quedarme con ella bajo las sábanas por un buen rato.

- Me encanta besarnos, pero Freen debemos desayunar - interrumpió a mis labios sobre los suyos para hacerme el recordatorio.

- ¿Qué me hará hoy mi chef? - me estiré en la cama alejándome de la temperatura tibia de su cuerpo desnudo.

La ví buscar su ropa por los alrededores de la cama con la sábana enredada en el cuerpo.
Encontró sus bragas y fue directo a ponerse una de mis camisas encima.

- Hoy tú también serás la encargada de alimentarnos - me estiró la mano para que la acompañara a la cocina.

Odiaba este lugar cuando me involucraba.
Becky sabía el desastre que hacía y aún así, se empeñaba en traerme.

- ¿Por qué debemos cocinar? - me irrité cuando ella comenzó a sacar los ingredientes.

- Algún día tendrás que hacerte de comer tú sola y no habrá servicio a domicilio ni una Rebecca que lo haga por ti.

Ella ni siquiera me miró cuando dijo lo último por estar abriendo la caja de huevos, pero eso hizo que se instalara una punzada en mi corazón. ¿Llegaría el día en que Rebecca no estaría?

- Rompe esto en el tazón - mientras hacia lo que me pedía mis pensamientos comenzaron abrumarme de sobremanera.

Aún no asimilaba lo que estaba pasando en mi vida, Becky era muy liberal en varios aspectos, decía que debíamos disfrutar el momento sin preocuparnos mucho, pero era inevitable para mí pensar en el futuro. ¿En qué tipo de relación estábamos? Esto que teníamos ya no era un simple juego o un experimento de una noche, pero tampoco recibía un nombre. No era algo que debíamos tomar con ligereza.

- Freen - volvió a llamarme sacándome de mi cabeza -, pásame los fideos - al parecer llevaba un rato llamándome.

Le dí lo que me pedía y me recargue en el lado contrario a observarla cocinar.

Lo que desarrollaba día con día por ella, a pesar de no decírselo, me aterraba.
Ya había enfrentado el proceso en mi cabeza de comprender que lo que sentía por ella ya no era odio, ahora se trataba de una gran atracción.
Nunca antes estuve envuelta en algo similar y desconocía si era bueno que esto avanzara con tanta rapidez, o en su defecto, debíamos desacelerar.

La veía deslizarse feliz por la cocina de mi departamento. Siempre estaba tarareando alguna canción o moviendo sus caderas mientras disfrutaba lo que hacía.

- ¿En qué tanto piensas? - dejó la olla de comida tapada sobre el fuego para que hirviera y dió un brinco sobre la barra para ponerse a mi lado.

- Solo prestaba atención a lo que hacías.

Me tomó por el cuello para atraerme entre sus piernas y darme un beso en la frente.

- No quiero agobiarte. Mejor ve a la cama y yo termino de cocinar, más tarde podemos hacer algo divertido - dió palmaditas en mi espalda tratando de calmarme.

Breaking ConditionsWhere stories live. Discover now