Cap 5

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Taehyung.

La imagen me deja sin aliento, miro mis manos y estas tiemblan, me cuesta moverme, me presiono a reaccionar. Me tiro al piso junto a Jang y tomo su pulso en medio de los temblores de mi cuerpo, está muerto, no hay pulso. Un frio me recorre de pies a cabeza y siento ganas de vomitar, mis manos ahora están llenas de sangre, miro a la chica. Sus ojos se cruzan de nuevo con los míos, llora desconsolada de nuevo alzando los hombros.

—Lo siento —susurra.

—¿Qué paso?

—Él, me atacó…él me atacó, me atacó —dice en un tono de voz apenas audible.

En medio del baño de sangre, solo se me ocurre que le dio en la yugular o en alguna vena carótida. No puedo pensar con claridad, abro y cierro los ojos aun en estado de conmoción, es tarde para llamar a emergencias, hay que llamar a la policía, la chica tiembla, sus labios abiertos tiemblan, su cara está llena de lágrimas y con una expresión de terror. Miro la escena con algo de cabeza fría, ella aun sostiene el vidrio roto, una botella partida cerca, se defendió.

—Llamaremos a la policía, fue defensa propia, solos ustedes dos aquí, él era más grande y más pesado que tú, yo te acompañaré, saldrás pronto. Joshua es abogado, no es mi abogado, pero es abogado, está aquí, nos ayudará —explico atropellando las palabras.

Ella niega y chilla, me mira a los ojos.

—No quiero, me violó —llora.

Siento que se me baja la prensión, no puedo controlar los malditos temblores de mi cuerpo, no creo que nada de esto esté pasando, salgo corriendo de la caseta, aspiro el aire de la noche, agua salada, viento fresco, logro regularizar mi respiración, miro mis manos y niego, Jang está muerto, tengo su cuerpo allí, esa chica… creo que voy a colapsar, debo pensar rápido. Todo pasó bajo mi techo, técnicamente. Regreso con ella, tiene el vidrio sobre su muñeca, me espanto.

—¿Qué haces? ¡No! —grito.

—No puedo, no puedo con esto, lo maté, lo maté.

—Fue defensa propia.

—Pero no quiero que nadie sepa —insiste llorando—, no quiero que nadie sepa lo que me hizo, lo que yo hice.

—¡Maldición! —grito.

Si bien es cierto que sé que todo saldrá mejor llamando a la policía, de lo contrario sería un crimen, sé también que tengo a gente intoxicada en la casa, alcohol y drogas para tres días de fiesta, y sé que no me conviene llamar la atención de la policía por mis propias razones.

«¡Lo siento Jang! Te lo buscaste por sádico, no merecías morir pero no debiste hacerlo lo que hiciste maldito bastardo». Sopeso la escena, la caseta tendrá que desaparecer para siempre, trato de recordar y Jang entró a la casa cuando ya todos estaban afuera, no sé si lo vieron con ella de camino a la playa.

—No puedo creer que esté haciendo esto —digo—, ¿alguien te vio con él aquí?, ¿en la playa?

Niega.

—¿Segura? Es importante porque haremos como nunca lo vimos —digo. Ella levanta sus ojos que en medio de la sangre que cubre su rostro se ven intensamente oscuros.

—Gracias, gracias —dice, reanuda el llanto.

—Haremos esto, pero necesito que estés fuerte, que seas fuerte, olvida el trauma ya, no sé cómo harás, no puedo ayudarte con eso pero haremos que desaparezca.

Asiente nerviosa.

—Suelta el vidrio —digo, ella lo coloca en el piso, su cuerpo tiembla.

—Vamos a la orilla de la playa, quítate el vestido y lávate la sangre, no dejes el vestido allá. Tráemelo.

LOCA POR TI  (Taelice)Onde histórias criam vida. Descubra agora