LOCA POR TI (Taelice)

Cap 22

Taehyung.

Me levanto con una sensación de alivio mayor. No despareció todo, pero contárselo a Dong ha hecho la diferencia, no estoy solo, no tengo que lidiar solo con Lisa y los detectives. Tocan a mi puerta con insistencia. Recuerdo que Jennie está en casa. Abro.

—Hermano, ya llegó mi enfermera, ponte algo decente para que me digas donde podrá quedarse cuando le toque quedarse.

—Ubícale un cuarto.

—La casa es tuya.

—Como si fuera tuya, Jennie.

—Anda —dice y se da media vuelta.

Me doy una ducha ignorando la prisa que tiene mi hermana. Al salir del baño chequeo los mensajes, no hay ninguno de Lalisa. No sé cómo interpretarlo, decido que no le escribiré. Me pongo ropa deportiva mientras tanto, salgo hasta la sala donde esta Jennie con una chica, se levanta del sofá al verme. Sonríe con timidez y se ruboriza. Es una mujer hermosa.

—Él es mi hermano Taehyung, y el dueño de la casa —dice Jennie—, ella es Tzuyu, mi enfermera.

—Un placer, Tzuyu.

—Igual —dice con una media sonrisa.

—Vengan por aquí —les indico, suben detrás de mí. Las guio hasta los cuartos de huéspedes.

—Solo el mío y otro están abajo, el resto está arriba, no sé si sea un problema para Jennie, para ti —comento.

—No, está bien, ella podrá quedarse abajo, yo arriba. Gracias.

Bajando las escaleras, noto el cuerpo de la chica, es de piel no tan blanca y su cabello negro liso cae hasta sus caderas.

—Debo ir a vestirme para salir —digo a Jennie, me vuelvo hacia la chica—, mi hermana manda, lo que ella decida. Te dirá como instalarte si lo necesitas.

—Claro, gracias.

—Y yo me ocuparé de tus honorarios, que Jennie mande los datos a mi asistente, ella se ocupará.

—Perfecto.

—Bien, las dejo.

Me visto rápido. Me quedo más tranquilo ahora que Jennie se quedará con la enfermera con el cuerpo de pecado, tiene ojos color almendra, y una piel hermosa, es una chica hermosa, no dejé de notarlo, pero no puedo pensar en eso y menos con la enfermera que cuidará a Jennie pero me alegro de que mi cerebro la notara, supongo que la charla con Dong ayudó a que mi mente quedara más despejada.

Bajo y al llegar al estacionamiento veo a Lisa sobre mi auto, se baja del capó y alisa su falda, bate sus cabellos  y me mira expectante. Me acerco soltando un suspiro.

—¿Qué pasó?

Se acerca rodeándome con sus brazos, no la rechazo, recuesta su cabeza de mi pecho.

—Te extraño, perdón por lo de ayer, no puedo dejar que arruines la relación con mi padre.

—La relación con tu padre no se arruinará por lo que pasó, él merece saber la verdad.

Busca besar mis labios, la aparto.

—¿Qué pasa?

—Lisa, ¿te parece normal el escándalo que hiciste ayer? No quiero saber nada de ti en estos términos —digo mirándola a los ojos.

Niega. Comienza a llorar.

—No me puedes rechazar.

—Puedo, lo de ayer fue demasiado. No debimos empezar siquiera