Capítulo 23

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Neymar al fin estaba en casa. Dunia se había quedado la noche entera acompañándole y a la mañana siguiente salieron juntos de la clínica con la ayuda de Leo y Marquinhos que fueron a visitarle y a ayudarle con lo que necesitara. Dunia salió de la clínica antes que ellos para meterse en el coche del futbolista donde Josué, su chófer, aguardaba pacientemente. Se saludaron amistosamente mientras que los amigos de Neymar le ayudaban a salir de la clínica y meterse en el coche. Josué condujo hasta la casa de Dunia a petición por la chica pese a las réplicas del brasileño en que fuese a su casa con él.

-Neymar, tengo un hijo de cuatro patas que suelta pelos y necesita un cambio de arenero. Iré a visitarte más tarde.

Al final terminó accediendo y una vez ella se iba a bajar del coche, Neymar la tomó del brazo para tirar de ella y volver a besar sus labios de nuevo. Agarró su mentón con sus dedos y la devoró con un beso pausado pero lleno de intensidad que lograron que el pecho de ella se acelerara inexplicablemente.

Tanto tiempo compartiendo momentos de intimidad con tantos hombres y ninguno era capaz de hacerle sentir eso que experimentaba con Neymar.

Él se separó muy lentamente y  la observó aun con sus ojos entrecerrados por el beso y sonriendo satisfactoriamente al darse cuenta de la expresión tan graciosa que tenía Dunia de pena al terminar el beso.

-Te quiero ver por la tarde.

-Ya veremos.

La carcajada de Neymar no se hizo esperar. Por más que ella estuviese encantada con él, se le hacía inevitable sacar a relucir sus comentarios con aquel aire tan característico de ella.

-Trae a tu amiga también.

-Tú vete a casa a descansar. Hablamos.

Dunia le dio un ligero beso que lo sorprendió por completo y salió del coche sin decir nada más.

Una vez que entró a su departamento, Tom la recibió restregando su cuerpo por sus piernas, más contento de lo normal por verla y cuando acudió a su arenero y cuencos de comida y agua se percató de que todo estaba en orden.

-Me he ocupado yo. Ese maldito bicho empezó a maullar a las 7 de la mañana.

La expresión de Dunia era de felicidad: no sabía si por ver a su gato, si por el favor que le había hecho su amiga y de que aun estuviese en su casa, si por Neymar, o por todo en sí.

Esto no pasó desapercibido por Chiara.

-¿Y esos ojitos brillantes?

-¿No puedo estar feliz?

-No sabía que pasar la noche en un hospital te pondría tan feliz -replicó pasando por su lado burlándose y dibujando mariposas con sus manos. Se detuvo en seco y se giró a verla al cruzarse un pensamiento macabro por su cabeza -. No habréis follado en el hospital lleno de gente moribunda, ¿verdad?

-Chiara, por favor.

-Bueno, de ti nada me sorprende. Lo has hecho en sitios peores, como aquella vez en el tanatorio de Barcelona por aquella petición de fantasía del señor...

-Tienes una habilidad muy genuina para arruinar un buen momento.

Chiara le sonrió encantada y se sentó en el sofá, mirándola con expectación.

-¿Y cómo está el cojo?

-Está todo bien. ¿Te apetece venir esta tarde a su casa? Seguramente para ya quedarnos a cenar.

-Depende, ¿quién va?

Dunia apretó los labios al escucharla. Su amiga era igual de paranoica que ella por más que se negara. Era comprensible teniendo en cuenta que del gremio futbolístico, conocían a la creme de la creme.

Inevitable (Neymar Jr)Where stories live. Discover now