Las Leyes Del Diablo -🪷Kookmin🪷

Capítulo 21

-¿Puedes un día solamente estar aquí? El desierto de mi corazón pide un poco de tu amor, pero todo aquello que alguna vez fuimos, se desvaneció al amanecer.

~Jk~

Lo miraba dormir, estaba desnudo en la cama.

Se encontraba muy agotado ya que no paramos en toda la noche, miré la suave piel qué tenía pero no encontré algo que me diera algo de remordimiento. En cambio mis pensamientos se inundaron con recuerdo de toda esa pasión desbordada esa noche tan maravillosa, tanta entrega de los dos fue increíblemente preciosa.

No había moretones o algún daño físico en esa piel blanca, suspiré satisfecho. Lo miré nuevamente al notar que se removió levemente, se estiró provocando una sonrisa en mi, abrío lentamente los ojos y suspiro, tomo asiento en la cama, busco las sabanas para cubrirse.

-¿Cómo dormiste?- Me arrodille frente a el.

-Excelente aunque con dolor muscular.- Sonrió y beso mi mejilla.- La noche fue maravillosa- Me sonroje y Jimin beso mis labios.

-Pensé que...- El puso un dedo en mis labios.

- No me lastimaste. - Sonrió y solo así suspiré.- Es normal el dolor ya que este cuerpo era puro. -Le bese la mejilla.- No debes preocuparte...

-Jimin todo de ti es puro.-Sonreí y bese sus labios.- Te amo Jimin.

-Bueno creo que si deberías preocuparte.

-¿Por qué?...¿Te duele algo más y no me quieres decir? -Negué.- ¿Entonces?

-No se si pueda caminar.- Me reí por su comentario.- En eso serás culpable si no logró hacerlo.

Lo abrace sintiendo esa calidez de su cuerpo desnudo, mi corazón finalmente se sintió completo. Jimin era el único en llenar cada parte de mi alma.

....

Le preparaba el desayuno, todo el lugar estaba tranquilo, el cantar de los pájaros, el agua del río al otro lado de la montaña, era verdaderamente perfecto, de pronto unos aleteos conocidos se hicieron presentes fuera de la pequeña cabaña, autoricé qué entrará lo cual hizo.
El Demonio sonrió y tomó asiento en la sala, me acerqué disfrutando la presencia de aquel castaño, su armadura tenía el sello real.

-¿Que haces aquí?- Tomé asiento frente a él.- ¿Que me honra con tu presencia?

-¿Sigue vivo?- Me molesto su comentario.- Sólo subí para asegurarme de ello, no estoy aquí por ti, solamente por Jimin.

-Cuida tus palabras Taehyung.- El sonrió y me miró.- ¿Cómo has estado?

-Me siento motivado con las noticias del infierno.- Suspiré confundido.- Seré el Angel Guardián de Jimin.

-¿Qué?- Me levante.- De ninguna manera estaré de acuerdo con eso.

-No importa lo que digas, lo declaró nuestro Dios.- Se inclinó mirándome con burla.- Taemin esta con la doncella del infierno y yo Taehyung estaré con el Consorte Real Jimin. Lo cuidaré y atesorare por toda la eternidad.

-Yo puedo cuidarlo.- El negó y sonrió.

-Es nuestra mayor ley, tendrás a tu primogénito y yo seré su mano derecha, lo sabes.- Suspiré.- Taemin esta contigo y será tu mano derecha cuando llegues al trono.

Un aleteo se hizo presente fuera de la cabaña, entraron y era Taemin el cual venía con una sonrisa.

-Las buenas noticias del infierno.-Lo miramos.- Se cumplió la profecía del reino, ahora el segundo en mando.- Me miró y sonrió.