•𝐒𝐎𝐋𝐎 𝐑𝐄𝐒𝐈𝐒𝐓𝐄• || CARL GRIMES || [TWD]

CAPÍTULO 34

Ella es Alpha

Jennette

Mi amigo me extiende otro plato de comida una vez que Henry se levanta de la mesa ya no tan entusiasmado por ir a aprender con Earl sobre herrería. Bueno, al menos se va a distraer un poco de todo este asunto que ha afectado a más de uno y yo puedo aprovecharlo.

—Ve con esa chica— me ordena y no me queda de otra que asentir con la cabeza sin quitarle los ojos de encima a la espalda de ese adolescente que se va a alejando por la explanada. Mi amigo y yo nos ponemos de pie, antes de que se vaya con su plato y el mío en la mano me regresa a ver dudoso —¿Dónde estuviste ayer en la noche? Te estaba buscando.

Claramente su duda me obliga a verle el rostro y averiguar si es conveniente decirle la verdad o mentirle como lo hacía hace unos años cuando escapaba con Carl. Dudo que a pesar de los años me siga regañando por escapar, sin embargo, decido mentirle una vez más para estar más segura. 

—Estuve con Enid— comento como si nada mirando el alimento sobre el plato. Frijoles y unas rodajas de chayote cocido —Ya sabes, poniéndonos al tanto  de nuestros asuntos.

Inclina la cabeza un poco más arriba, misma acción que hacía cuando analizaba mi respuesta después de aquellas salidas. Con aquel gesto aparenta ser mucho más alto de lo que es y evidentemente sus ojos azules se ensartan con tanto filo que por un momento dejo de respirar.

—Ya veo—agrega arrastrando esa voz rasposa, se mueve inquieto en su lugar.

—Alden y Luke siguen desaparecidos. Ella está preocupada y le prometí ayudarla a buscarlos— esconde sus delgados labios para humedecerlos esperando a que siga —Daryl, eres bueno en eso. Ella y yo te necesitamos para buscarlos.

Mira a sus alrededores buscando a alguien con calma, quizás a Enid para hablar con ella. No espero respuesta por ahora porque necesito también ver a esa chica desconocida después de todo lo que Daryl y Henry me contaron. Me doy vuelta y camino a las celdas de abajo rápidamente. También tengo que darme prisa si quiero salir con ellos.

Ser jefa de seguridad implica estar atenta a lo que pasa con ella, pero ¿ser una buena amiga implicar salir y abandonar el deber que tengo?

Al bajar, inconscientemente mi mano desliza la sudadera por el hombro descubierto una vez que dejo de sentir lo caliente del sol. Sacudo la cabeza para no preocuparme si la chica pasó frío aquí abajo ayer en la noche.

La encuentro en el rincón con la vista perdida en un punto fijo, se abraza así mismo con el mismo miedo a la que la dejé. Me cuesta pasar saliva al verle unas cuantas lágrimas rondando por las mejillas sucias. Verla así de vulnerable me provoca una inquietud enorme y posiblemente una lastima de todo lo que ha vivido y lo que tiene como madre, paso grueso para agarrar valor y actuar como una verdadera jefa de seguridad a los enemigos. Cero emociones.

Mi pisada la hace reaccionar y se mueve rápidamente pegándose a la pared. Abro la reja y entro a su celda dejando el plato en el suelo con total calma, aunque bajo la mirada a su comida, puedo sentir que no quita esos ojos despavoridos de mí teniendo precaución en todo lo que hago.

—Sé lo que le contaste a Daryl— hablo bajo. No tiene intenciones de decir nada —El grupo en el que perteneces...amm... ¿Cómo llegaron a tal punto de arrancarle la piel a los caminantes?

Alza su cabeza parpadeando varias veces, sus pestañas son gruesas a la humedad que no ha desaparecido de toda esa área.

—El mundo evoluciona y nosotros debemos acoplarnos. El más fuerte sobrevive a esos cambios— su mirada cansina roba toda mi atención —Es lo que mi mamá dice.