•𝐒𝐎𝐋𝐎 𝐑𝐄𝐒𝐈𝐒𝐓𝐄• || CARL GRIMES || [TWD]

CAPÍTULO 41

Estar de su lado sin saber las intenciones

Carl

Ahora que los demás se han ido a la feria tengo que hacerme cargo junto con Aaron en las tareas de Gabriel, Rosita y Chelín. La última que termino antes de mi descanso me deja empapado de sudor por todos lados, me hace necesitar un urgente baño si no quiero recibir una queja de Judith por mi mal olor que voy esparciendo por la casa a la hora de buscar un vaso con agua. Subo las escaleras y me aseo lo más rápido que pueda para poder tener tiempo de comer y dormir un rato antes de regresar al trabajo hasta tarde.

Michonne se encuentra en el comedor limpiando el colt python de papá igual a como lo hizo hace casi tres semanas en aquel día cuando terminé con Jennette. He caído en cuenta que lo hace solo para pensar mejor las cosas, como si dentro de ese brillo que va dejando en aquel cañón en simulación de cromo papá fuera a hablarle y aconsejarle algo. Nublo la emoción que me provoca verla así, sin embargo, la duda de qué es lo que la tiene calentando la cabeza me obliga a ir hacia ella.

Me regresa a ver con las cejas levantadas inspeccionándome de pies a cabeza. Solo he optado por un simple vaquero y un jersey militar que Gohan me regaló hace unos años. Por lo menos ya no estoy hecho un desastre tal y como Farley me dijo antes de rechazar mi práctica de defensa personal el día de hoy.
 
—Se siente un poco solo nuestro hogar— comunica entre el silencio en una voz muy suave como para acariciarme las orejas.

Guarda el arma, luego pasa su morena mano por encima de la caja perteneciente a Judith, por encima de esta hay dibujos pintados con pintura verde, azul y rosa. Una decoración infantil y bonita que destaca en la opaca madera lisa.
       
Las risas de Judith, Gracie y RJ afuera de la casa rompen el silencio de aquí dentro, eso pone en duda lo antes dicho de mi amiga, ella sonríe al escuchar lo mismo tocando su mejilla como una tímida mujer cambiando por completo la imagen de seria líder del concejo. Me siento en el sillón cerrando los ojos sin decirle nada, antes de poder avisarle que dormiré un rato la puerta es tocada dos veces continuas. Abro de mala gana por esa interrupción repentina. Me encuentro con Aaron bañado de una expresión preocupante. Michonne no duda en acercarse a mi lado al identificarlo desde el pasillo luego de escuchar esa ronca respiración entrecortada donde con batallas nos da la primera oración.
       
—Jennette está en la entrada— levanto las cejas sintiendo como una chispa de corriente eléctrica viaja a toda velocidad por todo mi cuerpo. Desde la cabeza hasta la punta de mis pies.

Entiendo el motivo del por qué el corazón casi se me sale del pecho de la emoción al escuchar aquello, lo que no, es el pensamiento impulsivo que se me viene de repente: «¿Por qué no se quedó más tiempo?» entonces, admito que muy en el fondo esperaba que su investigación del caso tardara para que así, yo tuviera la oportunidad de superar una pequeña parte de lo nuestro.

Deslizo la mano a la manecilla y ahí descargo esa combinación de emociones a tal punto de que mis dedos se quedan sin color, por suerte ninguno de los dos lo nota.
       
—¿Por qué no la dejaste pasar?— pregunto al repetir su oración en mi cabeza.
       
—Porque no está sola— Michonne y yo nos regresamos a ver por un segundo para intentar entender —Tienen que venir.

Salimos de la casa sin antes decirle a los niños que se metan a la casa a jugar por si las dudas.

Soy el primero que apresura el paso hasta la base, subo donde Laura se ha quedado vigilándolos con una expresión poco simpática, casi como siempre suele estarlo. La hago a un lado con la mano ansioso por ver a esa chica, además de la ropa, se destaca también su sucia piel remarcando los imprevistos en el camino, su rostro comparte un mohín de dolor apoyándose del hombro de esa mujer llamada Connie, parece estar herida. Lo que roba por varios segundos mi atención es ese corte de pelo por debajo de las orejas. Daryl apoya a Henry en mantenerse de pie, reconozco muy bien al chico porque no ha cambiado en casi nada y debo de admitir que está más alto a la última vez que nos vimos remarcando que el tiempo ha pasado. Por otro lado, una chica castaña los acompaña, no la conozco. A diferencia de los demás, lo único que destaca es la muestra de desconfiada igual a la que nosotros le damos desde aquí arriba.