Victoria acompañó a su madre a un pueblo en medio de la nada sin saber que en el habita un asesino serial. Por razones inesperadas ahora se encuentra atrapada en Einfield y tendrá que adaptarse si quiere sobrevivir.
*Queda prohibida la copia o adapt...
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Victoria
🌹
¿Han experimentado el terror puro?
Ese tipo específico que va mas allá del miedo.
¿Han visto cómo se ve? ¿Lo que causa? ¿El trauma que genera?
Yo lo he hecho. Lo conozco. Pero incluso si no lo hiciera, en este momento frente a mi tengo una descripción gráfica de lo que es.
Su mirada puesta sobre la puerta luce fría y distante, cómo si dentro de sus ojos no se encontrará nada de lo que ella es.
Su labios tiemblan contrastando con su expresión vacia. Todo su rostro es un retrato vivido del terror en su formato mas crudo y real, la clase de terror que es capaz de contagiarse y expandirse, cómo un virus que comienza a paralizarme a mi también haciendo que no escuche las palabras susurradas que salen de su boca.
Isbella voltea, me mira y repite algo pero mi atención no la consigue porque sigo pensando en las marcas rojizas que tiene alrededor de la boca. Estoy abrumada por su desesperación.
—Reacciona, Victoria —su manos aprietan con fuerza mis brazos, no me di cuenta en que momento se acercó a mi pero solo nos separa una caja registradora —Escondete, por favor— pide con un dejo de angustia en la voz y por el dolor de su agarre alcanzó a reaccionar.
—¿Dónde?
No cuestiono el porque, solo me limito a obedecer cuando su mirada me señala la parte hueca de la caja registradora que tengo de mi lado.
Antes de terminar de agacharme por completo trato de ver si ella lo hace también pero no es así. En su lugar camina hacia la puerta, parece querer alejarse de mi.
Estoy a punto de levantarme cuando escucho rápidas pisadas acompañadas de una voz rasposa que me hace terminar de meterme por completo en el pequeño lugar.
—Ovis —pronuncia de manera lenta la misma voz —Isbella.
No la veo a ella o al hombre que le habla pero desde dónde me encuentro escucho que su respiración se incrementa ruidosamente.
—Domine —habla una voz de mujer, parece la de ella pero es mas delicada y suave —¿A q-que se debe su visita? —tartamudea.
¿Realmente es ella?
No suena para nada a la chica que acabo de conocer hace unos minutos.
