Capítulo 29 Confusión

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Si alguien la viera pensaría que se trata de una loca vagando por el bosque. Los hongos que comió Sayuri eran hongos embriagadores. Los cultivadores usan los hongos como ingrediente especial para creer un sake casero muy fuerte. Los hombres del clan Jipushī se arriesgaron a salir por estos hongos cuando la guerra entre clanes estaba en su clímax. Las mujeres gitanas se encargaban del resto.

Embriagada recordó que una vez su madre bebió el sake de hongos después de una acalorada discusión con su padre. Cuando él regresó a casa, ella sacó todo lo que tenía dentro rezagado. Al día siguiente, le prohibió beber sake de hongos, y le dio un consejo a su hija de nueve años. "Una persona herida del corazón no puede beber sake de hongos".

Lamentablemente fue tardé cuando recordó el sabio consejo de su padre, y lo descuidada que fue al no reconocer los hongos embriagadores con hongos normales.

Mantenerse lejos de los demás era más seguro que estarlo. No deseaba crear una escena vergonzosa y arrepentirse después. Sayuri optó por buscar un lugar donde pasar la noche. Sora con su bola de cristal sabría donde se encuentra y porqué hace esto.

Se adentro en el bosque, dejando atrás la aldea. Su estado embriagador la confundió un poco. Pensaba que no se alejaba demasiado cuando en realidad sí lo hacía. Un ninja desconocido de pronto apareció justamente frente a ella. Una mano fuerte y fría la sujeto violentamente del cuello, y la levantó por el aire con facilidad.

—Una mujer embriagada caminando a mi dirección. Esto es una señal que debo aprovechar o matarte para que no me delates con tus fuertes gritos pidiendo ayuda.

A pesar de lo embriagada que estaba, Sayuri supo una cosa, tenía que defenderse si deseaba volver a la aldea de la Hoja. Peleó por liberarse, y lo logró gracias a una patada justamente en los cojones. Sin embargo, su suerte fue escasa cuando a los pocos segundos de haber salido corriendo una cadena logró enredarse en la parte baja de sus piernas, provocando que callara de frente. La risa del ninja enemigo le recordó al cerdo sin dientes que intentó violarla. Tomó su kunai entre sus pechos y lo arrojó con gran velocidad hacia el rostro del ninja. Si no hubiese estado embriagada lo habría matado, no solo una herida profunda en su mejilla, y aumentado más sus ganas de profanar y matar.

—Hija de puta. Arruinaste mi rostro. ¡Te voy a matar!

Sayuri no iba a quedarse con las manos cruzadas fácilmente, aunque estuviera embriagada lucharía por su dignidad. Usó Jutsu de reemplazo de cuerpo, dejando un tronco atado a la cadena, llevando su cuerpo a varios metros de distancia del ninja enemigo. Debajo de la banda alrededor de su muñeca sacó otra arma ninja, un kunai afilado con veneno de rosas blancas, dando justamente en el blanco, en la columna vertebral. Humo apareció después, el ninja copió el Jutsu de reemplazo, apareciendo detrás de Sayuri.

—No moriré por un kunai de una perra ninja —susurró atrás del oído de Sayuri, provocando que abriera de sorpresa sus ámbar.

Dulce Amanecer por un segundo aceptó la derrota. Una apuñalada en la espalda sería mortal. Salir fuera de la aldea aún seguía siendo arriesgado. Hay muchos clanes que siguen siendo independiente a una aldea.

—Pero sí morirás por el filo de tu propia katana.

La piel erizó del ninja enemigo. Escuchar la voz de un hombre detrás de él fue suficiente para ponerlo de ese modo. El ninja que apareció le quitó su propio katana. Por tercera vez intentó aplicar Jutsu de reemplazo de cuerpo, muy tarde. La afilada hoja de su katana lo atravesó y salió por el hombro izquierdo. Su cuerpo simplemente se desplomó agonizando. De una patada le rompieron el cuello acabando con su agonía.

Sayuri sabía de quien se trataba. Quería agradecer y a la vez maldecir por intervenir en sus asuntos. No quería más que la salvará. Sin embargo, el recuerdo del sabio consejo de su padre la obligó a actuar como si nada hubiese sucedido, así que caminó hacia la dirección de la aldea, invadiendo al Uchiha, quién le pidió detenerse. Ella hizo caso omiso. Peleaba por no cometer el error de su madre. Arrepentimiento es lo que sentiría después. Madara no era la persona que se quedaría a escuchar a una embriagada mujer.

Pétalos De Sangre (En Emisión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora