N I N E T E E N

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—¡No lo sé, no molestes, Jihyo! —la mayor al oír la forma en que le respondió su menor, con furia comenzó a subir las escaleras haciendo que en el proceso se escucharan sus fuertes pisotones.

—Hasta aquí llegaste, bro. —le murmuró TaeHyung mientras le daba suaves golpes en la espalda.

—¡¿Cómo que "no molestes"?! ¡Me vas a oír, pinche hijo de la chinga...! —cortó sus gritos al ver a ambos invitados en la habitación de su hermano; sus mejillas se sonrojaron levente y aclaró su garganta. —Lo siento. —susurró; Miró por última vez a su hermano diciéndole que si no encontraba aquel plumón estaría muerto, se dio la vuelta y finalmente se fue.

—Tu hermana es rara. —comentó YoonGi después de que Jihyo se fuera.

—Eso no es nada, cuando su celo viene comienza a caminar por las paredes. —JungKook hace una mueca mientra siente escalofríos.

—Pretenderé que no escuché eso. —dijo YoonGi. — ¿Cuál es el plan? —preguntó ya con algo de sueño.

—¡Cierto! Mira, JungKook. En el centro hay una tienda donde venden puras cosas de ese peluche.

—Lalafanfan.

—Sí, bueno, eso. Ve a esa tienda comprá un peluche más o menos de este tamaño. —hace con sus manos unas líneas paralelas dando espacio más o menos de treinta centímetros. —Es pequeño, pero bastará si quieres conquistarlo. —sonrió.

JungKook asintió con una sonrisa. —Entonces... ¿Ya voy o qué?

—De preferencia, mañana es su cumpleaños. —susurró con si fuera un secreto.

—¡Entonces prepárate, Park JiMin! Que el amor de tu vida te dará un regalo que nunca olvidarás. —Sonrió en grande con una de sus manos hecha puño cerca de su pecho.

꒦꒷🎈사랑

Y tal cómo dijo YoonGi, después de que se fuera de su casa; él y TaeHyung salieron disparados a aquella tienda de peluches en donde les había indicado el beta a pesar de las quejas que le daba TaeHyung alegando que era aburrido, además de que no quería ir a una tienda donde sólo habría muñecos tétricos de aquel oso del mal. JungKook rodó los ojos, a veces creía que su amigo era un completo exagerado.

—¡Mira, TaeHyung! ¡Ahí está la tienda! ¡Ahí está! —apuntó tomando una de las manos de su Hyung arrastrándolo a aquella tienda.

—¡No, Jungkookie! ¡Esa cosa da miedo! —gritó asustado tratando de zafarse del fuerte agarre del menor. Una escena tierna para algunos en el centro comercial.

—¡No seas miedoso! ¡Ven, mira están bien bonitos! —dijo después de entrar a la tienda apretando más la mano del mayor para que no se escapará.

—Sí, para las personas satánicas cómo tú, ¡ay no! Esto no es de Dios. —murmuró lo último mientras se persignaba de forma exagerada.

—Luego no te estés quejando de que nunca te apoyo con tus decisiones de ser mamá luchona. —gruñó mientras caminaba por los pasillos del negocio buscando aquel patito de peluche que le había dicho YoonGi.

—¿Mamá luchona? No, cariño. —levantó su mano cerca de su rostro y hizo una pose de diva. —Yo quiero ser padre libre, que lucha por los derechos igualitarios y sale a patear alfistas. —explicó con sus brazos cruzados mientras miraba aquel tétrico lugar; ésto ya le parecía una película de terror, quizá en cualquier momento salta de su lugar uno de esos espantosos peluches y los destripa, degolla o peor, los hace creer que el gobierno mexicano no es corrupto.

—Pobre de tu hijo, va a tener un padre tan pendejo... —susurró JungKook lamentándose por su futuro sobrino.

—¿Y tú qué? Pobre del tuyo si te casas con JiMin, ambos están igual de chiflados, su hijo saldrá todo estúpido. —se defendió.

—Shh, mira. —dice JungKook tomándolo de las mejillas haciendo que voltee su cabeza junto con su mirada a un solitario peluche de tan mencionado. —Lo necesito, eso depende de que mi relación con JiMin vaya de sonrisas tiernas a unos besotes así a lo bestia. —sonrió.

—Primero, eres un asqueroso, Jeon JungKook. Y segundo, ve rápido, aquel chico también ya le hecho el ojo. —apuntó al chico que se encontraba atrás de ellos.

—No en mi guardia. —gruñó.

Cómo el Rayo McQueen salió disparado tan rápido que apenas le dio tiempo al chico de procesar lo que pasó hasta que se dió cuenta que ambos tenían el mismo objetivo: comprar aquel peluche de treinta centímetros.

Así que así se hizo la carrera de ambos chicos, un alfa de diecinueve años contra un chico de recién cumplidos quince años y que aún no se ha presentado. Era algo estúpido e injusto a los ojos de TaeHyung, pero no quería que después JungKook le reclamará que no lo apoya, así que se dispuso a grabar aquella pelea y gritar "¡Eso mamona!" "¡¿Qué eres pendejo?! ¡dale con la derecha, la derecha!" Y más tonterías así.

Y al final JungKook término ganador y con un niño de quince años haciendo berrinches, sólo porque le ganó justamente, bueno, si "ganar justamente" signifique patearle las partes íntimas y salir corriendo lo más rápido posible. Pero lo importante era que salió vencedor, ¿no?

꒦꒷🎈사랑

Al día siguiente llegó con una gran sonrisa a la institución, en sus manos una bolsa de regalo, que dentro estába el peluche que había comprado el día anterior. Caminaba seguro por los pasillos, saludando a conocidos. Finalmente llegó hasta el salón de JiMin, estuvo a punto de entrar para buscar al omega hasta que una voz lo detuvo.

—JungKook, necesito hablar contigo. —volteó, y sonrió levemente un poco incómodo.

—Está bien, pero rápido. Necesito encontrar a alguien. —respondió amablemente, el contrario asintió levemente y le indicó que se fueran a un lugar más privado.

꒦꒷🎈사랑

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⏰ Última actualización: Apr 21, 2023 ⏰

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