66.- Cumpleaños

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Logan

Varias semanas después...

31 de diciembre

Pensé que una vez viniera a Los Ángeles, podría dedicar todo mi tiempo a recuperar al amor de mi vida, pero me equivoqué rotundamente.

Lo que sería una semana lejos de ella se convirtió en dos, luego en tres y ahora estamos aquí más de un mes después y casi no he visto a Dove, a excepción de unas cuantas ocasiones en las que hemos quedado para encontrarnos así sea para vernos durante unos pocos minutos.

Es mi culpa por pensar que ella estaría dispuesta para mí una vez llegara a California, pero claramente no fue así. No solo pasa completamente ocupada con los ensayos para su gira mundial, premiaciones, eventos de caridad, apariciones públicas, etc. Sino que también está muy cansada. Pasamos unas pocas noches juntos en las que ni siquiera podía mantener una conversación completa sin que sus ojos se cierren o bostece en medio de una frase, y a pesar de que me entristecía el no poder hablar sobre su día o que no pudiera seguirme el ritmo cuando quería besarla, me enternecía verla dormir, escucharla decir mi nombre en sueños o cuando se aferraba a mí en medio de la noche, evitando que me mueva o me vaya.

Sin embargo, desaparecía cada mañana y estaba bien con eso, hasta que hace casi dos semanas me despertó temprano y me dijo que su gira estaba a punto de empezar. Se despidió de mí dejando que le haga el amor después de semanas en que no había tocado su cuerpo y me prometió que regresará pronto. La llevé a despedirse de nuestra hija y después se marchó.

Eso fue hace dos semanas y el vacío que sentí cuando se alejó casi me mata.

Los primeros días lejos de ella, fui una mierda depresiva y mi terapeuta me obligó a quedarme una hora más en cada sesión, sin embargo y al pasar de los días me iba recuperando de la tristeza. Sigo a cuentas dedicadas a Dove. Miro sus shows a través de transmisiones en redes sociales y mi amor aumenta cada vez que escucho alguna referencia sobre mí antes de cantar una canción de amor frente a miles de personas.

Solo han pasado dos semanas, pero ella ya ha recorrido cuatro ciudades y ha realizado nueve shows en total. Hemos hablado por videollamada cuando podemos, pero no me atrevo a preguntar si se siente tan cansada como lo hacía antes de irse de aquí.

He intentado ser un buen padre para Leah y a pesar de que se encuentra lejos, Dove ha tratado ser una buena madre para nuestra hija llamándola todos los días así sea por unos pocos minutos o por varias horas, privándose de sus merecidos descansos.

Suspiro, alejando mis pensamientos y preparo el desayuno de Leah, quien espera pacientemente en su silla de bebé mientras juega con unos legos y los apila en una torre antes de dejarlos caer y empezar el procedimiento otra vez.

Coloco sus panqueques en su plato de princesas junto con algo de fruta picada y miel de maple. Lo coloco sobre su pequeña mesita y me siento junto a ella para darle de comer.

Mi pequeña hija se ha ido recuperando muy bien desde que llegamos a Los Ángeles. Los doctores le dieron de alta hace unos pocos días, y a pesar de que me toca llevarla todas las noches y dos días a la semana al centro de rehabilitación, eso es mucho mejor que tenerla lejos.

Levanto la mano y acaricio su cabeza, pasando mis dedos por su corto cabello que ahora le queda a la altura de la oreja y suspiro con tristeza.

—Hoy es el cumpleaños de mami —digo, con pesar.

Leah sigue comiendo, ajena a mis pensamientos.

He intentado llamar a Dove durante toda la mañana, pero no tomaba el teléfono. Debe estar ocupada, los artistas están ocupados a esta época del año, ¿verdad? No debería preocuparme ni nada. Solo estoy siendo paranoico al ver que ni siquiera Mario se ha comunicado conmigo para decirme como está Dove cuando ella no puede escribirme. Ella está bien...

Mi Mejor Problema (AD #3) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora