Se conocían desde la secundaria, Nikola era el estudiante de intercambio, la nueva joven promesa. Automáticamente se hizo notar por ser en extremo inteligente y por ser...
Raro
De costumbres insuales como inspeccionar a la gente sin su consentimiento, hablar excesivamente rápido, desarmar y armar objetos de la nada, etc.
No tenía amigos y no tardó en ser flanco de bullying. No sé quejaba y solo sonreía. Eso hizo que lo molestaran el doble.
Estaba en la parte más escondida del patio de la escuela mientras escribía sobre uno de los tantos inventos locos que tenía en mente cuando una cubeta de agua le cayó encima.
- Hola, Thomas - saludó sonriente el castaño -
- ¿Dónde mierda esta tu mochila? - el contrario señaló el dicho objeto que se encontraba junto a él. Tan pronto su agresor lo vio, lo tomó y comenzó a sacar las cosas que traía el extranjero - Esta no es... - el cuaderno rojo fue despreciado por no ser lo que buscaba y terminó en un golpe en la cara de Nikola - Este tampoco este - dijo frustrado lanzandole otra libreta al contrario - ¡Oh! - encontró lo que buscaba, rebusco entre las hojas. Sus ojos se iluminaron con malicia al toparse con la tarea que no había hecho; sin arrepentimientos arrancó las hojas - Gracias por la tarea - comentó bastante divertido por la poca resistencia del ojiazul. Entonces satisfecho, se fue -
Aún con la ropa completamente mojada asistió a clases. No escuchaba las burlas solo atendia a la explicación de los maestros.
Así pasaba sus días:
Solo
Vivía a tan corta edad completamente solo en un departamento muy pequeño que sus padres le patrocinaban. El quería ayudarlos con la renta trabajando pero sus padres le dijeron que no lo hiciera que se dedicará a sus estudios. Bien podía vivir con el resto de jóvenes de intercambio pero no era bienvenido con ellos por ende terminó en un lugar aparte.
Le dolía el estomago pero no internamente. Se quitó la camisa dejando mostrar los moretones por los golpes que le daban a diario. La patada que le propinaron hace unas horas le había hecho vomitar, era de esperarse que el moretón fuera bastante alarmante.
Soltó una risita y comenzó a hacer la tarea, la hizo dos veces. Ya sabía que Edison se la robaría mañana.
- Dane - llamó con nostalgia - ¿Qué me dirías? ¿Qué harías en mi lugar? - posó la mano en la barbilla y lo meditó - Quizás me hubieras dicho que volviera a casa yo te diría que no y tu entonces te mudarias conmigo para cuidarme - no pudo evitar soltar algunas lágrimas por el recuerdo de su hermano -
Al día siguiente no le fue mejor. Uno de los chicos del grupo de amigos de Edision le había pegado un chicle a Nikola en el cabello cuando fue al baño a intentar arreglarlo se encontró con la desagradable sorpresa de que el segundo genio de la clase y sus acompañantes lo estaban esperando.
- Ven acá - ordenó Thomas con unas tijeras en la mano -
- Gracias por la oferta pero puedo arreglarlo yo solo - le sonrió, no intentó escapar y solo esquivó al contrario para dirigirse al lavamanos -
Mala idea. Lo tomaron de los brazos y lo lanzaron a uno de los cubículos abiertos del baño. Nikola no sólo terminó con el cabello mal cortado sino que también se llevó algunos cortes en el cuerpo.
Las risas de los muchachos inundaron del baño hasta que el croata volvió a hablar.
- Thomas ¿Por qué me odias? - sus orbes azules estaban cristalizados, quería llorar pero sentía que no debía mostrar lo que sentía -
- ¿Qué por qué? - su agresor apretó la mandíbula y los puños - ¡¿Todavía te dignas a preguntar eso!? - en su enojo le soltó una patada al rostro a Tesla a quien le comenzó a sangrar la nariz -
- Eso... No responde mi pregunta - recibió otra patada que le hizo tener más sangre en la boca de la que podía contener -
- Mira, pendejo. Si tu no estuvieras aquí yo seguiría siendo el mejor de clase. ¡Es injusto que seas el mejor! ¡Tienes tu puta memoria fotográfica! ¡No tienes si quiera que estudiar para los exámenes! - jaló al herido castaño por la camisa para tenerlo a su altura - Además siempre tienes esta puta sonrisa en la cara y eso me desespera - lo dejó caer al frío suelo de loza - ¿Ahora entiendes? -
Los abusos tanto físicos como psicológicos no cesaron y al ojiazul no podía importarle menos. Se convenció que iba a la escuela únicamente a estudiar y no a hacer amigos. De todos modos ya estaba acostumbrado a que le pasara de todo. Bueno, casi todo.
Había aguantado bien los daños en esos años pero lo último que le hicieron casi se les sale de las manos.
Las clases terminaron y cada quien tomó rumbo para su hogar. Tesla no llevaba especial prisa, como de costumbre lo iban acechando. ¿Qué de nuevo tendría el día de hoy?
Entonces sintió un golpe en la nuca, se encontraba en el suelo sangrando. La cabeza le daba vueltas y no sabía con qué había sido casi noqueado. Escuchaba voces y luego pasos alejándose pensó que todo se acaba ahí pero entonces alguien le ayudo a pararse.
- ¡Nikola! ¡No te mueras! ¡Por favor! - exclamó asustada la reconocible voz de Thomas Edison - ¡Perdón yo...! ¡Yo no quería que esto pasará! -
Edison no estaba en sus cuatro sentidos al darle un botellazo en la cabeza a Tesla. Se asustó tanto junto con sus amigos quienes lo abandonaron en la escena del crimen. Tenía miedo, no quería matar al ojiazul pero tampoco quería ir a la cárcel incluso con la segunda amenaza en pie se arriesgó.
Llevó cargando a Nikola hasta la clínica más cercana y lo que lo terminó de quebrar fue que el castaño no lo delató apesar de saber perfectamente que el era el culpable. Podía decir la verdad pero no se quiso desquitar con su abusador.
- Iba en la calle cuando un borracho apareció y me dio el golpe pero Thomas estaba ahí para ayudarme. El me salvó - fue el testimonio de Tesla -
Thomas por la culpa se quedó a cuidar a Nikola todos los días después de clase, hacía sus trabajo y le explicaba lo que habían visto en clase. El joven americano lloraba todas la noches de arrepentimiento por haberle hecho pasar un infierno a un ser tan puro y bondadoso como Nikola.
Después de eso ya nadie molestaba al croata. Se le hizo interesante tener la presencia de Thomas tan de cerca pero le hacía feliz ver como este cambió.
Se hicieron amigos, pero Edison estaba pasando por un momento complicado en su vida.
Estar tanto tiempo con un ángel como Tesla le hacía mal, siempre estaba ansioso y sentía extraño en estomago. Analizó sus síntomas.
Amor
Se quería pegar un tiro cuando admitió que estaba enamorado de Nikola Tesla. Pero nunca lo admitiría en voz alta, nunca intentaría algo con él porque la culpa no lo dejaba. No tenía derecho de eso, después de hacerle pasar por todo eso. No podía era demasiado egoísta de su parte.
- Solo espero que encuentres a alguien mejor que yo - se decía en su cabeza mientras el amor de su vida le contaba con entusiasmo algo sobre su nuevo invento -
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