Five Stages of Grief -Usa-

4. Depresión

Habían pasado siete meses.

Siete meses desde la muerte de su hermano.

Siete meses en los que Usa había estado prácticamente solo.

Cuando sus hermanos vinieron, hace cinco meses, fue la última vez que tuvo contacto con alguien. El solo pensar en tener que hablar de sus problemas, le producía nervios, y ganas de llorar. Era invierno, y hacía frío.

Frío...

Recordó lo mucho que le gustaba a su hermanito el frío...

Y lo mucho que le gustaba a su pareja...

Su pareja...

¿Rusia y él seguían siendo pareja después de meses sin hablarse?

Probablemente, el ruso había encontrado ya a alguien más.

Salió al jardín, quedándose cerca de la piscina. Estaba nevando. El agua debía estar helada.

Usa estaba muy débil. Llevaba meses descuidando su alimentación, su aspecto, todo...

Miró su reflejo en la piscina, estaba echo un desastre. Hacía un frío tremendo, y Usa estaba en pijama. Entonces, una idea entró en su cabeza.

-Voy contigo hermanito...-murmuró dejándose caer al agua, antes de desmayarse.

Mientras tanto, en su propia casa, estaba Rusia, con sus hermanos, ahora mismo, estaba sentado en el sofá, y enfrente suya, su hermano, Ucrania.

-Voy a la cocina-dijo el Ruso, mirando a su hermano-¿Quieres algo?-le preguntó. El ucraniano no iba a dejar pasar la oportunidad de que le trajesen comida.

-Un perrito caliente con helado de arándanos, anchoas y pepinillos, por favor-dijo, sin inmutarse.

Rusia, ya acostumbrado a los raros antojos de su hermano, asintió con la cabeza. Un rato después volvió al salón con, como dirían los latinos: "la wea esa, rara" para su hermano.

-Gracias-dijo Ucrania incorporándose. Soltó un quejido-Me duele todo-se quejó.

-Es normal, a estas alturas...-murmuró el ruso. Hubo un rato de silencio.

-Rusia... Tengo que hablar contigo...-dijo el ucraniano, dejando su plato en la mesa-Quiero que vayas a ver a Usa-dijo.

-¿Qué...?-dijo el ruso, sorprendido.

-Usa es tu pareja-dijo Ucrania-Sé que reaccionó mal en la junta, pero llevas meses sin verle-dijo-Yo sé cómo se siente. También lo echo de menos...-murmuró-Y sé que necesita ayuda. Una ayuda que solo tú puedes dársela.

-Seguro que está con sus hermanos, y no quiere ni verme...-murmuró.

-Usa solo dejaba que Canadá le viese llorar-dijo Ucrania-No va a permitir que sus otros hermanos le vean. No va a mostrar debilidad delante de ellos. Solo delante tuya. Porque confía en ti. Porque sabe que tú vas a saber consolarle. Porque te quiere-Ucrania hizo una pausa, y sus ojos se pusieron llorosos-Aprovecha para estar con tú pareja, porque no todos tenemos esa suerte...-murmuró.

Rusia se quedó un minuto, pensando en lo que su hermanito le acababa de decir. Al final, se levantó, le dio un beso en la cabeza, y salió corriendo por la puerta. Para, un par de horas después, encontrarse en la casa del americano. Sin saber que había llegado justo a tiempo.

-¿Usa?-preguntó entrando en la casa. Nadie contestó-¿¡Usa?!-volvió a preguntar.

Registró toda la casa, y se asustó al no encontrarle. De pronto, su mirada se dirigió al jardín, y el corazón le dio un vuelco, al ver el paisaje nevado, y, en la piscina, un cuerpo flotando.