Manchester

1.6K 122 49
                                    

Al llegar a nuestra parada y salir del tren el gran frío de Manchester nos tomó desprevenidos.

-Mierda me estoy congelando, ¿Paul me abrazas?.

Preguntó John acercándose a él.

-¡Quítate Lennon! Ve con George.

En ese momento George puso los ojos en blanco y rápidamente se apartó negando con la cabeza.

-Ni se te ocurra Johnny.

El corrió a abrazar a Ringo quien no podia librarse de él. Paul me rodeó con un brazo haciendo que mi cuerpo entrara en calor y mis mejillas se sonrojen. Nos dirigimos a un hotel que Brian Epstein, su manager, nos alquiló por dos semanas. Estabamos tranquilamente caminando por la calle cuando unas pocas chicas nos vieron, comenzaron a gritar y nosotros nos echamos a correr. La cosa fue que el hecho de que fueran "pocas" no duró mucho, en un abrir y cerrar de ojos 5 chicas se convirtió en una estampida de locas beatlemaniacas.

-¡Corran que ya casi llegamos!

Gritó George sin parar de trotar. En ese momento caí sin piedad al suelo, miré que Paul volvía por mi y me jaló del brazo pero yo no podía pararme del dolor.

-¡Auch! No creo que pueda caminar- dije sin más remedio- ¡vete ahora o los alcanzarán!.

Paul negó con la cabeza.

-No te dejaré.

Contestó en tono dramático, de la nada, Paul levantó mi cuerpo y comenzó a correr conmigo entre sus brazos.
Cuando finalmente llegamos al hotel unos guardias cerraron las puertas principales detras de nosotros dejando a toda la multitud gritando del otro lado.
Fuimos a nuestra habitación en la cual habia 5 camas individuales. Dormir en el mismo cuarto que 4 chicos no es muy cómodo que digamos, ni siquiera tratandose de mis amigos.
Paul me recostó en una de las camas y se fue a traer algodón y algo de agua para limpiar mis heridas. Se sentó al lado mio y comenzó con su labor. Me miraba muy fijamente con sus hermosos ojos hazel.

-Demonios no puedo creer que tenga toda la cara lástimada por la caída ¡Estoy horrible!.

Exclamé al verme en un espejo de mano.

-Estas hermosa de todos modos.

-Gracias, aunque debo admitir que me duele un poco.

En ese momento Paul se acercó a mi y comenzó a darme pequeños besos en mi rostro donde se encontraban las heridas. Aquello fue la cosa mas dulce que jamás lo vi hacer.

-Asi se cura mas rápido...

Me dijo sonriendo.

-Oh pues también me duele mucho aquí.

Dije señalando mis labios de manera coqueta, él me besó suavemente haciendome sonreir.

Nunca te olvidareWhere stories live. Discover now