Desesperado Amor

Capítulo 13

¡Hola internet! Por alguna razón pensé que este capítulo sería más corto que los demás. Spoiler: No fue así. ¡Disfruten! 

Capítulo 13
¿Puedes guardar un secreto?
⭐️❤️⭐️❤️⭐️💔⭐️❤️⭐️❤️⭐️❓

Tras una corta caminata, donde el silencio pesaba más que las palabras, Naegi tomó una profunda inhalación cuando finalmente se encontraron frente a las imponentes puertas del gimnasio, a punto de enfrentar el siguiente desafío que Monokuma había preparado para todos ellos.

—¿Listo?—cuestionó Naegi a su compañero, mientras sentía cómo Ishimaru apretaba aún más su mano, negándose a soltarla.

—No—respondió el delegado, frunciendo el ceño con preocupación antes de preguntar—. ¿Crees que Monokuma tenga algo peor preparado que la última vez? ¿Y si les hizo algo a nuestros seres queridos por ignorar su primer motivo?

Naegi se tomó un momento para responder, inseguro de cómo calmar a su compañero. Podría fingir que todo estaría bien, ignorar cualquier otra posibilidad y mantener una actitud positiva. Podría enfrentarse al peor escenario y admitir que no había forma de que sus familias estuvieran bien con todo lo que había pasado en el exterior.

Pero ambas opciones eran solo mentiras.

Él no podía afirmar nada.

Ni negar nada.

Solo podía esperar, aunque esa esperanza fuera tan frágil como un cristal a punto de romperse.

—Eso... No puede ser verdad—fue todo el consuelo que Naegi pudo ofrecer, tratando de razonar la situación y mantener la calma para no agregar más peso a los hombros de su compañero, dijo—. No hay razón para que él los lastime y luego nos lo muestre. Monokuma quiere que nos desesperemos por no saber dónde están o cómo están. Si revela algo sobre ellos, puede que muchos nos sintamos derrotados porque no hay mucho que podamos hacer, y lo que podemos hacer puede no salir bien...

Makoto soltó un suspiro, rogando en silencio que Ishimaru lo escuchara para no tener que presenciar a otro de su compañero desmoronarse por culpa de uno de los motivos de la mente maestra.

Temía que esta vez no estuviera ahí para calmar las cosas y ocurriera algo que diera rienda suelta a los grandes planes de Monokuma.

—Solo... No te apresures—dijo Naegi en voz baja, asegurándose de que su conversación quedara tan solo entre ellos, para que así Ishimaru dejara de pensar en la mente maestra o en las cámaras vigilantes, y tan solo se centrara en sus palabras al decir—. Debemos mantenernos unidos, y cuando salgamos, los encontraremos a todos. ¿Está bien?

—Está bien...

Ishimaru no había sonado muy seguro, pero si Naegi tenía que confiar en alguien para mantenerse firme y no perder el control, sería en Ishimaru. Era imposible que una persona con tanta energía y motivación pudiera romperse ante la presión. Ishimaru debería estar bien.

Separaron sus manos y abrieron juntos las puertas del gimnasio hacia el siguiente motivo de Monokuma.

—¡Por fin! ¿No creen que ya es hora de comenzar nuestro segundo acto?

El eco de la voz de Monokuma que resonó en la habitación, envío un temblor de pavor por la espina dorsal de Makoto, y a pesar del ardor que pudo sentir en su brazo derecho, donde tres grandes y afiladas garras habían dejado una marca permanente en su piel, se obligó a sí mismo a avanzar.