Cambios radicales

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Unas horas después...

Pasada la fiesta.

3:00 AM.

Una vez el último invitado salio de la mansión y después de dejar a sus padres en la habitación en la que se quedarían por un tiempo, fue a la habitación de Milo, él cual dejo caer el vestido justo después de que el entró.

Dégel: ¡pe-perdon! - gritó completamente sonrojado.

Milo: hm... ¿por que? - preguntó mientras lo veía de espaldas para después ver como el mayor salio de la habitación y cerro la puerta - ¿Que le pasa? - preguntó confundido.

Xx: jaja, es normal... es un hombre y tiene lívido, piensa un poco el ver a una joven parecida a su esposo físicamente desnuda no es cosa de la que pueda resistir - dijo la mujer mientras se hacía presente - vaya... me sorprende el nivel de inconcencia que tienen los ángeles - aseguró.

Milo: así que aparecieron los ángeles guardianes de esta familia - dijo mientras veía a la de cabellos rosa.

Xx: oh... así que si me tienen en cuenta - dijo alegre ella.

Milo: Shoko, ¿te quedaste dormida o escapaste de aquí para evitar tu trabajo? - preguntó.

Shoko: estuve aquí todo el tiempo, pero sabes que son pocas las veces en que podemos interferir - comentó ella mientras se iba a sentar sobre la cama - ese cuerpo te queda bastante bien - aseguró mientras el otro bufó, para después chasquear sus dedos haciendo aparecer sobre su cuerpo un camisón blanco que la cubrió por completo.

Milo: ¿no deberías estar cuidando a los niños? - preguntó serio.

Shoko: es aburrido y al sentir la presencia de otro ángel con el que puedo interactuar no me pude contener - aseguró.

Milo: Tú...

Dégel: ¿Con quien hablas? - preguntó desde afuera.

Milo: con nadie, con nadie... ya puedes pasar - le dijo mientras veía a la chica que sonriendo desapareció de ahí, cuando Dégel entró, Milo preguntó - ¿puedo saber que necesitas? - preguntó.

Dégel: nada únicamente quería ver que estuvieras bien y... perdón por entrar sin pedir permiso - se disculpó, mientras Milo lo vio confundido.

Milo: Dégel ¿enserió solo eso querías? - preguntó confundido, mientras Dégel únicamente sonrió nervioso.

Dégel: no puedo ocultarte nada ¿verdad? - preguntó.

Milo: lastimosamente para ti es difícil lograr mentirle a un ángel, podría leer tú mente pero mi energía no está en condiciones para eso así que dime ¿que necesitas? - preguntó.

Dégel: bueno, se que esto sonará bastante raro y eso pero... sabiendo que mis padres están aquí y para hacer todo esto un poco más creíble no lo se... me preguntaba si no te importaría... ¿dormir conmigo? - preguntó, Milo sorprendido lo vio - se que se escucha raro pero es para que todo esto salga bien... mamá es muy desconfiado y sospechara que estando en la misma casa durmieramos por separado conociendo como soy... - susurró avergonzado.

Milo: esta bien... - respondió simple mientras Dégel no supo cómo reaccionar - ¿dormiremos aquí o donde está tú habitación? - preguntó.

Dégel: bueno... por favor sígueme - pidió mientras Milo únicamente hizo lo pedido, aun le confundía bastante la forma de actuar de aquel hombre, ¿por qué se ponía nervioso por algo tan normal en su mundo?

Milo: realmente ustedes los humanos son un verdadero caso para mi y pensaba que los demonios eran complicados - susurró.

Dégel: ¿De que hablas? - preguntó.

Milo: de nada... de nada... - aseguró mientras veía hacia otro lado, el mayor por su parte unicamente tomó una de sus manos de forma suave y continuo guiándolo mientras que Milo no sabía que pensar.

Mientras tanto.

Con Camus.

Por más que se movía en su cama, no lograba conciliar el sueño, todo lo que había visto en esa fiesta, más la cercanía de su padre con él ángel, le daba un gran malestar.

Estaba molesto, confundido, triste y preocupado por si fuera poco ¿por qué? ¿Acaso su padre le iba a hacer más daño a ese ángel y su instinto le advertía o que pasaba?

Camus: ¿Que rayos me pasa? - preguntó, para después recordar que antes de que la fiesta terminada el ángel se había ido con su ama de llaves por lo cual supuso estaba cansado y según sus cálculos suponía donde debía estar descansando, por lo cual salio de su cama y se puso de pie, para después salir de su habitación con intención de ir a buscar al ángel.

Cuidando no hacer mucho ruido camino por el pasillo hasta la habitación de invitados, donde un poco dudoso pensó si debía tocar o solo entrar a ver, no quería despertarlo si estaba dormido, por lo cual se decidió solo asomarse a ver. Así que abrió suavemente la puerta y se asomó, todo estaba oscuro pero sin duda alguna no parecía haber nadie ahí.

Abril: joven Camus ¿que hace? - preguntó la ama de llaves haciendo que el joven saltara en su lugar.

Camus: Abril, me asustaste, ¿que haces despierta a esta hora? - preguntó.

Abril: estamos terminando de limpiar, ya nos vamos a dormir pero y usted ¿que hace? - preguntó.

Camus; na-nada únicamente quería ver como se encontraba ella, la veía un poco pálida en la fiesta y me preocupe - respondió simple.

Abril: no creo que deba preocuparse por eso, pero ella ya no está aquí, su padre acaba de llevársela a su habitación asi que estara bien - aseguró.

Camus; ¡¿Qué? ¿Cómo que mi padre se la llevó?! - preguntó alterado.

Abril: se que le preocupa que esa chica tome el lugar de su madre joven amo, pero le recuerdo que su padre tiene el derecho de rehacer su vida, es lo que su madre hubiera querido - le dijo mientras Camus suspiró.

Camus: si, lo entiendo Abril - susurró con desagrado.

Abril: por favor joven, volvamos a su habitación - le pidió mientras se lo llevaba, pensando que su señor tendría bastantes problemas para hacer que sus hijos acepten a ese chica, aunque se sentía feliz de que por fin pudiera encontrar a alguien que pueda darle esa felicidad que la muerte le arrebato.

Mientras tanto.

Con Milo.

Estaba confundido esta demás decir y estaba seguro de que además de dormir el hombre que ahora lo abrazaba tenía pensado hacer otra cosa ¿pero que? ¿Tenia bastante curiosidad?

Continuará...

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⏰ Última actualización: Apr 18 ⏰

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La jaula de un ángel (Camus X Milo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora