2. Reacciones

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—Así que se acabó la banda, ¿no?—Jaden me mira con los brazos cruzados, apoyada en la misma pared que yo. 

Sus ojos desprenden una decepción y una tristeza que me enojen el estómago. Si ella a reaccionado así, no se como lo hará el resto de la banda. 

Necesito una solución, y con urgencia. 

—Lo siento, Jade—bajo la mirada hacia mis manos, con las que he estado jugueteando compulsivamente desde el inicio de la conversación—. Encontraré alguna solución, no te preocupes. 

Levanto la mirada para evaluar la situación, pero Jade solo me mira fijamente. Alcanza una de mis manos y la sujeta con cariño mientras me mira. 

—¿Estas bien, Nera? 

Y entonces me doy cuenta de que es la mala noticia que ella esperaba oír. Esta relacionada con el 25 de noviembre y mi padre. Una inmensa tristeza me recorre el cuerpo, pero también me alivia que no esté enfadada por lo de la banda. 

—Si, claro que estoy bien, tonta—sonrio lo más convincentemente posible. 

Jaden me mira fijamente, como descifrarndo si estoy mintiendo o no. 

—Me alegro de que estés bien—me regala una sonrisa deslumbrante y se abalanza sobre mí. 

¿Preparada para morir axfixiada? 

—¡Jade, me estás aplastando!—mi voz se escucha como un murmullo. 

—Te aguantas. 

Cuando finalmente se aparta, suena el timbre de inicio de clases. Me despido de Jaden y me dirijo a mi clase. Tenemos clases juntas, pero otras por separado. Cuando estoy a punto de doblar la esquina del pasillo, alguien me grita. Es Jaden. 

—¡Nera!—me sonríe—, no te preocupes lo solucionaremos. 

Sonrio pero no estoy nada segura.    

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Me siento en mi pupitre, preparándome psicológicamente para la maldita clase de matemáticas. Miro de reojo el asiento que comparto con Malory, una chica que no podría ser más molesta pero que es aguantable. 

¿A quien engañas? A mi me entran ganas de cortarme las venas cada vez que esa tía abre la boca. 

Y hablando de Malory, comienzo a divisar su extravagante cabello morado, y sus labios pintados de un rosa muy fuerte. Intentó no poner los ojos en blanco cuando me sonríe con suficiencia, sentándose de malas maneras y tirando su bolso al suelo. 

—¡Buenos días, niñita!—me lanza un besito con la mano. Pongo los ojos en blanco sin poder evitarlo—. Veo que sigues siendo tan sosa como siempre. 

Sonrio con toda mi ironía. 

—Gracias, Lory, me encanta tu observación. 

Dejo que charle a su gusto con una compañera de detrás, aunque su voz aguda me moleste a más no poder. Garabateo distraidamente en una esquina de la libreta. 

¿Ahora que? Tengo que encontrar una solución a mi castigo. Va a ser difícil eso de aprobar todas las materias con notas excelentes. Si no voy al día, ¿como voy a saber lo que vamos a estudiar?

Por más que me cueste admitirlo, necesito ayuda. 

El profesor todavía no ha aparecido, así que me distraigo un ratito con el móvil. Reviso cada historia del Instagram de la banda. 980 me gusta, solo en este día. Sonrio, porque ¿que otra cosa puedo hacer? Me encanta el hecho de que estemos triunfando poco a poco. 

Cántame al oídoWhere stories live. Discover now