8. Hamburguesas Y Gomillas De Pelo

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-Esta va a ser tu habitación.
Me apoyo en el marco de la puerta mientras James me hace un tour por su casa.
Mis ojos divagan de un lado de la habitación al otro. Es amplia, luminosa y posee un aire encantador.
Ya amo este lugar y no llevo ni media hora en él.
-Me encanta-se me escapa un suspiro.
Por el rabillo del ojo veo como James me sonríe suavemente y me empuja para que entre.
-Cámbiate y baja a cenar-me ordena antes de cerrar la puerta tras de sí.
Me quedo mirando la puerta, estupefacta, pero no tardo en reaccionar.
¡No muestres debilidad en territorio enemigo, Nera!
Tiro mi mochila sobra la mullida cama de madera qué ahora es mía, y me siento encima. Me siento estúpida. Tonta incluso. ¿Que demonios se supone que estoy haciendo aquí? Porque he reaccionado de una manera excesivamente dramática. Quizás aún pueda disculparme con mamá... Pero no quiero oler ese perfume en su piel de nuevo, ni escuchar sus palabras llenas de novedad y sobretodo, de cambios.
Papá sigue siendo un tema sensible para mi, y hasta hace una hora, creía que también lo era para mamá. Al parecer me equivoco en todo.
Las lágrimas se agolpan en mis ojos y no se que hacer, pero se que si las aguanto, el día que explote será catastrófico.
Sostengo mi móvil entre mis manos y balanceo el dedo de un lado a otro de la pantalla, buscando a mi madre. Pero no la llamo. No puedo. No quiero.
-¿Quieres sopa o ham...? ¿Que demonios te pasa? ¿Estas bien?
La rubia se apresura a precipitarse sobre mí, su perfecto rostro contraído por la preocupación.
Mira por donde, pareces un imán de gente atractiva.
La miro sin saber que hacer y la aparto suavemente de mi, luego me limpio las lágrimas.
-No pasa nada-murmuró mientras le sonrío-. Solo estoy algo triste, eso es todo.
La hermana de James me mira con los labios apretados, sin creerme del todo.
-De acuerdo. ¿Pero que vas a cenar? ¿Sopa o hamburguesa?
No lo pienso ni dos veces y me da un poco de vergüenza mi exclamación.
-¡Hamburguesa!
Ella se ríe y sale de la habitación en silencio.
Y entonces yo me quedo sola, con el móvil todavía brillando con el contacto de mamá en la pantalla. Miro fijamente los números y evalúo que debo hacer.
Mi dedo vuela sobre la pantalla.
La pantalla se convierte en el reflejo de una llamada.
—¡Nera!
—Buenas noches a ti también, mamá.
—¿Donde estas? ¿Estas bien? He llamado a la madre de Jaden y dice que ni siquiera están en su casa. ¿Se puede saber donde estás?
Me quedo en silencio unos segundos.
La bomba qué tu misma has creado te explotará en la cara en 3, 2, 1...
—Estoy en casa de un-una amiga, mamá.
Escucho un suspiro al otro lado de la línea. Yo suspiro también, aliviada de no haber mencionado que estoy en casa de lo que viene siendo mi supuesto novio.
—¿Sigues enfadada conmigo?
La pregunta me coge desprevenida.
—No lo sé—musito.
—Lo siento, hija, pero yo solo tengo una vida. No puedo estar el resto de mi vida arrepintiemdome de mis errores pero nunca corrigiendolos. Amo a este hombre, Nera. Tú no lo conoces, y me gustaría que le dieses la oportunidad. No es tu padre y no pretende serlo, así que siéntete libre de rechazarlo como tal. Y no es así como te crié, como una cobarde que escapa ante el más mínimo problema.
Aun así te quiero, te perdono y también te pido perdón. Vuelve a casa cuando quieras, pero eres lo único que tengo y no me gustaría que me dejases sola.
Ehm... ¿wow? Eso fue merecedor de un oscar.
¡Conciencia ahora, no!
—Gracias, mamá. Buenos noches.
—Buenas noches, hija.
Me visto rápidamente con mi pijama, que consta de unos leggins negros y una sudadera blanca algo desgastada. Me retoco el cabello y bajo abajo.
La cocina es una estancia amplia y blanca, con muebles impolutos y una isla rodeada de sillas en el centro.
Me encanta demasiado esta casa, ¿como puede ser que sea suya?
—Oh, ya estas aquí
Me doy la vuelta alarmada, solo para encontrarme con la amplia sonrisa de James.
—Uh-uh—murmuro a modo de respuesta—. ¿Y tus padres?
No había caído en su ausencia hasta ahora, después de hablar con mi madre. Tan solo estan él y Aylinn, que esta en su habitación arriba.
Noto como James se tensa un poco, pero su sonrisa no desaparece.
—Mi padre está de viaje de negocios, y mi madre no vive aquí.
Lo dice con un tono tan vulnerable que me da ganas de pegarme unos cuarenta puñetazos por haber preguntado siquiera.
—Oh.
Estúpida número uno de lo que va de año.
—Estaba cocinando lo que has pedido—James cambia de tema, y se acerca a la encimera—. He de advertirte de que una vez pruebes mi hamburguesa, querrás unas mil más. Soy un chef excelente.
—Y muy humilde por lo que veo—lo chincho, divertida.
No me había percatado de su delantal, ni de que era él el que cocinaba.
Algo sobre verlo cocinar hace que algo revolotee en mi estómago.
—Aquí tienes.
Dejo el teléfono que he estado mirando desde hace media hora y me fijo en el manjar humeante que hay frente a mí.
—Ay, Dios. ¿Esta belleza fue creada para mi?—pregunto con los ojos muy abiertos.
James asiente con una sonrisa. Advierto que sus orejas están ligeramente rojas.
Eso de estar frente al fogón durante media hora debe subirte la temperatura.
—Pruebala—me urge.
—De acuerdo—accedo encantada.
Pruebo la hamburguesa bajo la mirada expectante y tímida de James. Se me para el corazón.
—¡Esto está delicioso!—lloriqueo mientras no paro de comer.
—Me alegro—me sonríe James, sentándose frente a mi y O secándome con una expresión rara que hace que me sonroje.

POV: JAMES
No puedo evitar mirarla. Su cabello azabache cae desordenado sobre su frente, sus mejillas están rosadas y sonríe genuinamente mientras disfruta de su cena. De la cena que le he preparado yo.
Noto como su cabello le imposibilita eso de comer con pasión, así que me levanto y se lo sujeto, mientras busco alguna gomilla en el bolsillo de mi delantal.
—¿¡Que haces!?—chilla Nera, intentando zafarse de mi agarre.
—¿Recogerte el pelo?
—¿Eso te parece a ti normal?
—¿Si?
—¿Por que respondes a todo en forma de pregunta?
—¿Ni idea?
Nera suelto un gruñido de frustración mezclado con una risa y yo encuentro al fin una gomilla.
Cojo con cuidado los mechones ligeramente ondulados de su pelo y los reúno para formar una coleta.
Una coleta bastante horrible, amigo mío.
—Me debes otra—dice Nera.
La miro, confuso.
—¿Otra qué?
—Otra hamburguesa.
Me cruzo de brazos, receloso.
—¿Por que debería hacer eso?
Nera me dedica una simple mirada y se señala la cabeza con un dedo.
Ah, eso.
La chica se merece un reembolso por esa catástrofe, chaval.
Nera me sonríe con picaría y yo siento que se me revuelve el estómago.
Desgraciadamente, en el buen sentido.
—De acuerdo—me rindo.
Y algo me dice que no será la última vez que me rinda por ella.

Holaa,
¡Perdón por tardar tanto en actualizar, chicos! Es que a veces se me olvida que existe esta historia, y estos meses he estado muy ocupada. Espero compensarles estas Navidades!!
ig: noraa__wr

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⏰ Last updated: Dec 18, 2023 ⏰

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