Second chance [Christopher y Reece Morgan]

Cap 17

Una semana después...
Moscú, Rusia.
Club Inferno.

—Buenas noches—entro a la oficina de Carl, el dueño del club dónde me infiltraré—. Vengo por la entrevista de trabajo

El hombre con actitud desinteresada levanta la vista de sus papeles y asiente señalando la silla frente a él

Me acerco tomando asiento mientras lo repaso notando el tatuaje del halcón en su cuello y el arma en su cinturilla.

«Genial»

—¿Cómo te llamas?—me pregunta recostándose en la silla mientras juega con el bolígrafo en su mano mirando mi cuerpo

—Heather, señor—respondo apartando mi cabello ahora rojo de mis hombros

El castaño no se pierde mis movimientos, sus hombros se tensan mientras mira mis pechos sin reparo alguno antes de dirigir su vista a mis ojos grises.

—¿Sabes preparar tragos, Heather?

—Si, he trabajado en bares antes—miento sin titubear

—Te aseguro que no hay nada como el club inferno—suspira—. Te daré el trabajo porque necesito una bar tender con urgencia, tendrás que empezar hoy mismo.

—Si, claro—asiento—. No hay problema.

—Y que sepas, Heather, que nada de lo que veas u oigas puede salir de las paredes de este lugar ¿Lo entiendes?—su voz se vuelve firme y finjo encogerme en mi asiento—. Si cometes un error, puedes morir.

—Lo entiendo, señor.

—Deja de decirme señor, dime Carl—suspira—. ¡Charlotte!

Me sobresalto ante su grito y rápidamente una rubia entra a la oficina dándome una mirada de reojo mientras se para a mi lado.

—Ella es Heather, ocupará el puesto de Andrea—me señala—. Explícale lo que debe hacer y salgan de mi oficina

Me levanto ante la señal de Charlotte y la sigo fuera de la oficina mientras ella niega como si estuviera enojada por mi presencia.

—Eres tonta al trabajar aquí—masculla volteándose a verme y levanto las cejas al ver la cicatriz que atraviesa su mejilla hasta su mandíbula—. Eres muy bonita, Heather, pero parece que tu cerebro no funciona bien

—Funciona lo suficientemente bien, Charlotte—miro el pasillo asegurándome de que no hay nadie antes de tomar su brazo obligándola a detenerse—. El tuyo no debe funcionar tan bien si le pariste una hija al líder de los Halcones.

Sus cejas se levantan mientras sus ojos se llenan de terror e intenta zafarse de mi agarre fallando en el intento

»Escucha, sé que eres lo suficientemente inteligente para no joderme, Charlotte—siseo—. Ali no sabe que estás aquí y yo no se lo diré si tu me ayudas ¿Tenemos un trato?

«Eso es jugar sucio, sin duda, pero cuando de una misión se trata no existen límites. Lamento usar el miedo con ella, pero en realidad no voy a decirle a Ali»

Charlotte es la madre de la pequeña hija de Ali, eso lo descubrí tras una exhaustiva investigación, así como sé que la mujer fue una prostituta que se esconde bajo el nombre de Charlotte cuando su verdadero nombre es Meena.

Meena huyó porque su miedo hacia Antoni pudo más que su deseo por el líder de los Halcones. Una vez dió a Luz, se fue cambiando su nombre y escondiéndose en uno de los clubs de los italianos.

Ese fue un pequeño movimiento un tanto estúpido e inteligente al mismo tiempo. Es un riesgo, pero al mismo tiempo nadie creería que ella está aquí.