Cap 37

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Dos días después...
Hong Kong, China

—La prensa está en la puerta—me informa Rob y niego

—Sin declaraciones, ni mías, ni de Alex—le hago saber—. Pon más seguridad en este piso, no quiero a nadie cerca de Reece.

—Si, señora—asiente caminando hacia sus hombres y suspiro antes de entrar a la habitación de Reece obligándome a mantenerme fuerte ante la imagen de su pálido cuerpo postrado en la camilla del hospital.

Ya no está en cuidados intensivos, lo sacaron hace un par de horas, pero incluso me da miedo tomar su mano y lastimarlo; se ve débil, su piel es más pálida de lo normal.

Me siento en la silla a un lado de la camilla y tomo el libro que Reece estaba leyendo para leérselo en voz alta.

«Orgullo y Prejuicio. Mi favorito»

No sé si escucha, los doctores dicen que es probable, así que quiero que sepa que me mantengo a su lado en todo momento, que yo sigo aquí con él y no voy a dejarlo.

Apenas puedo avanzar un par de palabras cuando la puerta se abre de golpe haciéndome fruncir el ceño cuando veo a Patrick.

—Liah—asiente y cierro el libro dejándolo sobre la camilla—. ¿Podemos hablar?

—Entra, dime que pasa y qué haces aquí.

—Siento venir aquí de esta forma, sé que estás muy ocupada por el tema de Reece, pero las cosas en Londres no van bien.

—Explícate, Patrick—frunzo el ceño—. No he sido informada de ninguna situación fuera de lo común.

—Bratt se postula como candidato—me suelta y levanto las cejas—. Públicamente ha declarado que todo lo que fue revelado es cierto.

—Pero no lo es.

—Sabe que no, pero ayer Christopher tuvo un encuentro con Sabrina dónde ella casi se suicida, él no pensaba detenerla—me informa y maldigo levantándome de mi lugar

—¿Por qué ese idiota tiene que ser tan insensible?—mascullo—, él mismo se pone la soga al cuello al hacer ese tipo de cosas ¿A caso no piensa?

—No, no lo hace—sus hombros decaen alarmándome—. Liah, desde que te fuiste Christopher ha estado mal, no hay momento en el que no huela a alcohol, sus decisiones son demasiado precipitadas, no piensa con claridad.

—¿Y qué se supone que haga?—cuestiono—¿Que sea su niñera? Se supone que tiene a Gema y a Cristal para eso, incluso Rachel es su niñera, tiene de sobra.

—¿Quieres soltar el tema de Rachel?—masculla y bufo—. Entiendo que estés sumamente enojada, estás en todo tu derecho, pero Christopher ni siquiera ha tocado una mujer desde que volviste.

—Si, le daré un premio—ruedo los ojos

—Iniciaron una jodida rebelión, Maliah—pone sus manos sobre mis hombros—. Los soldados se encuentran divididos, no quieren seguir las órdenes de Christopher, tres han sido ejecutados en dos días.

»Esto solo ha aumentado el enojo de los soldados, todos creen que lo que dijo Carter es cierto y se vuelven en nuestra contra.

Su voz suena desesperada mientras sus ojos me miran con la súplica de que haga algo para ayudarlos en esto.

—Si hago esto, todos ustedes van a venir a Hong Kong, al menos hasta que la situación se resuelva—le dejo claro y aprieta los labios antes de asentir—. Se acabaron las acciones por su cuenta, se acabaron las salidas y los bandos dentro de la élite ¿Entiendes?

Second chance [Christopher y Reece Morgan]Where stories live. Discover now