Capítulo 4 Celos

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- Eres hermoso Zhan. - le susurró el peli-verde mientras metía una mano bajo su camisa y apretaba sus pezones, el rubio jadeó y trató de apartarlo.

- N-no...¡Nhg! - gimió cuando su tetilla fue pellizca da y un poco estirada.

- No tengas vergüenza. - la otra mano del peli-verde bajó a su cremallera, la abrió metiendo su mano dentro de la ropa interior, masajeó el pene del Omega haciendo que éste doblara su espalda.

- ¡D-detente Yibo! - su pene estaba siendo masturbado mientras su pecho era devorado por la boca del alfa.

Después de ser apretado por la mano del peli-verde eyaculó con fuerza ensuciando su ropa, el rubio perdió el aliento sintiendo su cuerpo temblar.

- Zhan es tan tierno, - susurró con un poco de malicia en el oído del rubio. - Zhan quiero entrar aquí.

Yibo tanteó con sus dedos la virgen entrada del rubio haciendo que éste abriera los ojos de par en par con miedo.

- ¡AHHH! - se sentó de golpe en su cama sintiendo su respiración pesada y acelerada.

Miró a todas partes dándose cuenta que estaba solo en su cuarto, se tiró de nuevo en el colchón, se pasó las manos por la cara exasperado. Solo había sido un sueño.

- ¡¡Zhan no grites tan temprano!! - escuchó la voz de su madre que venía desde abajo.

Sin responder se levantó de la cama, sintió una incomodidad en su ropa interior, se revisó y al hacerlo un sonrojo se extendió hasta su orejas.

Tenía los bóxers lleno de sus fluidos.

"Por una mierda"

Ya era la cuarta vez en la semana que le pasaba eso, soñar con Yibo era frustrante, siempre que lo hacía se levantaba con la ropa interior mojada y una erección, en el peor de los casos, encontraba semen.

Pero lo peor de todo era que disfrutaba de esos sueños, los sentía tan reales que podía jurar de que de verdad Yibo lo estuvo acariciando y tocando por todas partes.

Odiaba ser un crío con problemas hormonales.

Irritado se fue al baño para bañarse, no sin antes poner a lavar su ropa, sería su fin si su madre la encontraba.

Después de hacer sus necesidades, bañarse y ponerse el uniforme bajó al comedor para desayunar.

La comida de esa mañana era pan tostado, tocino, huevos revueltos y leche. Se sentó y comió sin ánimos, miraba su comida mientras comía sin prestarle atención a lo demás.

- ¿Estás bien hijo? - le preguntó su padre bebiendo de su taza de café, el rubio lo miró con una ceja alzada.

Estaba tan metido en sus pensamientos que no había notado a su padre, solo asintió con la cabeza teniendo la boca llena.

Zhan estaba inusualmente callado, era algo extraño ya que siempre estaba peleando con su madre o solo quejándose de algo, pero verlo de esa manera tan tranquila daba hasta algo de miedo.

Mei aprovechó que estaba en la mesa y colocó una caja pequeña sobre ella, el rubio la miró confundido.

- Zhan, tu madre y yo hemos estado hablando y creemos que debes usar esto. - habló su padre sacando un collar anti-mordidas de la caja.

Jianmin colocó el collar sobre la caja dejándolo a la vista del menor.

El Omega dejó de comer, su madre se sentó al frente de él y se cruzó de brazos.

- No es obligatorio si es lo que crees, pero es solo para prevenir. - habló tranquila explicando la situación.

Zhan arrugó el entrecejo y siguió comiendo, después de terminar se levantó de la mesa bajo la miradas de sus padres.

Castigo Para Xiao ZhanWhere stories live. Discover now