Cap 3

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Guillermo permanecía profundamente dormido cuando noto que alguien golpeaba la puerta de su habitación. Guillermo se desperezo y abrió sus ojos lentamente y pudo visualizar que su enfermero se encontraba con una bandeja en las manos.

-¡Buenos días! a empezar el día con energía.- dijo Samuel mientras dejaba la bandeja entre las piernas de Guillermo.

Guillermo miro con asombro la bandeja pues había un suculento manjar para desayunar.

-¿Y todo esto?- dijo Guillermo mientras seguía mirando la bandeja.

-Hoy necesitas energía. - dijo Samuel sentándose al lado de Guillermo mientras sostenía una taza de café.

-¿Para que?- pregunto Guillermo mientras engullía su desayuno.

-Vamos a salir a dar un paseo.- dijo Samuel, Guillermo se sorprendió tanto que apunto estuvo de atragantarse.

-¿Que?- dijo Guillermo entre toses.

-Si, daremos una vuelta por ahí.- dijo Samuel con una gran sonrisa.

-Pero si yo apenas puedo andar dos pasos sin caerme.- replico Guillermo.

-¡Ah!- dijo Samuel levantándose de la cama y trayendo algo a ella.- Cierra los ojos y no los abras.- Guillermo cerro los ojos y Samuel lo levanto en brazos y sentó en una silla. -Ábrelos.- Guillermo permaneció sin palabras al abrir los ojos y percatarse de que estaba sentado en una silla de ruedas. -Ya no tienes escusas.- dijo Guiñando un ojo.

-¡Quiero ir ya!- dijo Guillermo ansioso como un niño pequeño. Samuel esbozo una sonrisa.

-Primero acaba de desayunar.-

Guillermo termino rapidísimo su almuerzo y apuraba a Samuel PARA que le ayudara a vestirse.

-Vamos, vamos.- decía Guillermo mientras era sentado de NUEVO en la silla. Samuel estaba contento de ver a Guillermo por primera vez tan contento.

bajaron a la calle.

-¿A donde quieres ir?- pregunto Samuel.

-No lo sé. Hace años que no salgo.- Samuel se alarmo al oír esto.

-¿Años?- pregunto extrañado.-¿No te sacaban los enfermeros?- Guillermo negó con la cabeza.

Samuel llevo a todos sitios a Guillermo quien permanecía muy emocionado. Pasaron por enfrente de un heladería.

-¿Quieres un helado?- pregunto Samuel, entonces los ojos de Guillermo brillaron.

-¿Enserio? ¡Si!- dijo casi en un grito.

Pasearon durante horas empezó ha hacer frió y Samuel insistía que ya era hora de volver pero Guillermo no desistía quería seguir visitando lugares que no ve desde que es pequeño. Siguieron paseando hasta que Guillermo cayo dormido en la silla de ruedas. Samuel al darse cuenta lo llevo a casa y lo metió en su cama. Samuel también se encontraba cansado y sin darse cuenta se quedo dormido al lado de Guillermo.

Cuenta atrás: 5 días.

La cuenta atrás. {Wigetta}Where stories live. Discover now