6. Nervioso

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20 de agosto de 1977

Había pasado un mes desde que le había confesado a Mia todo lo que sentía por ella y bueno, ahora éramos novios, bueno desde ese día lo éramos. No podía creer que ella por fin fuera mi novia, era como un maldito sueño que no quería despertar. Estaba demasiado feliz de tenerla en mi vida. 

Sabía que sería capaz de hacer lo que sea por ella, al igual que haría lo que fuera por Hope, sin duda alguna era demasiado afortunado por tenerlas en mi vida y no me cansaría de decirlo.

Hace unos días que volvimos a casa y bueno, la verdad es que Hope era una maravillosa niña, me sorprendía que no diera problemas, así que me encontraba con ella en el jardín disfrutando del buen tiempo, antes de irme con Mia a nuestra cita. 

Había pensado que podríamos ir juntos sin Hope, aunque se nos haría demasiado raro, ya que casi siempre estábamos con ella, pero a veces según mi madre, necesitábamos despegarnos, porque en Hogwarts sería un poco más complicado.

Tenía razón en parte, pero se me hacía demasiado raro no estar con Hope, aunque debía compaginarlo porque las dos eran las mujeres más importantes de mi vida, obvio también debía incluir a mi madre, porque gracias a mis padres, era como era.

Gracias a ellos tenía una fantástica vida y nunca podría agradecerles por todo. Tenía mucha suerte de tener unos padres tan maravillosos como ellos.

—¡James! —miré a Hope soltando un suspiro por el grito de Sirius, hacía unos minutos había logrado dormirla después de comer y no era plan que Sirius la despertara con su grito.

—Tranquila Hope, estoy considerando que te quedes sin tío —claro que ella no dijo nada porque era un bebé y estaba dormida.

—Te escuché animal —habló Sirius ofendido mientras se sentaba a mi lado.

—Esa era la idea querido amigo.

—De todas formas no podrías hacer nada porque irías a Azkaban.

—¿Quién dijo que encontrarían tu cuerpo? Sin cuerpo no hay crimen, fin de la historia —le dije divertido.

—Me dueles Potter, pensé que me amabas, pero ya veo que no. Espero que Mia no te bese cuando te vea —me dijo él ofendido mientras yo soltaba una carcajada, amaba molestar a Sirius y sabía perfectamente que él también le encantaba molestarme a mí.

Nos molestábamos mutuamente y no tenía nada de malo, yo seguía queriéndolo igual, era mi hermano y él sabía que siempre estaría ahí para él pasara lo que pasara.

—Sabes que te quiero mucho, ¿no? —él asintió con una pequeña sonrisa mientras me abrazaba por los hombros.

—Creo que nunca te llegué a agradecer por todo lo que hiciste por mí James, bueno si lo hice, pero nunca está de más repetirlo. Gracias por todo lo que has hecho por mí, nunca pensé que podría tener unos amigos tan increíbles como vosotros, ni mucho menos tener un mejor amigo tan fantástico como tú. Me salvaste James aunque no lo creas, incluso lo hiciste cuando cruce esa puerta llorando porque me escape de casa, a pesar de todo has estado ahí para mí y me has apoyado en todo sin importar mi apellido o los ideales de mi familia. En serio estoy demasiado agradecido de tenerte en mi vida.

Sonreí, siempre estaría para él.

—No agradezcas por nada Canuto, ya sabes que siempre voy a estar ahí en las buenas y en las malas. Eres el mejor amigo del mundo y estoy demasiado agradecido por tenerte en mi vida. No sabes lo feliz que me hace saber que tú eres mi mejor amigo. Quiero que seas feliz porque te lo mereces demasiado, mereces tener una vida increíble y si yo puedo ayudarte a que la consigas, yo lo haré encantado —los dos nos dimos un fuerte abrazo.

Últimamente, no solía pasar tiempo con él como mejores amigos porque cuidaba de Hope, pero iba a intentarlo.

—Quiero disculparme por si últimamente no estoy tan al pendiente, sé que tal vez a veces necesitas a tu mejor amigo, y voy a intentar compaginarlo todo —él me regaló una pequeña sonrisa mientras negaba.

—No debes disculparte de nada James, es normal. Hope es un bebé y necesita muchos cuidados. Además, yo también estaría así en tu lugar, la pequeña en poco tiempo se ha ganado los corazones de todos y estoy muy agradecido que haya aparecido en nuestras vidas, es como si se trata de un rayito de sol que llegó para iluminar nuestros caminos —asentí con una sonrisa viendo a Hope dormir.

Sirius tenía muchísima razón, Hope era un rayo de sol que iluminaba todo a su paso con solo su presencia. 

Gracias a ella estaba mejorando para que fuera el padre que necesitaba, sabía que siempre sería ese padre al que podías contarle todo sin preocuparte por su reacción. No quería que Hope me ocultara cosas, porque sabía que los jóvenes a veces la cagaban y a veces cometían, por eso quería ser así con ella, no quería que me tuviera miedo ni mucho menos. Siempre me tendría ahí para escucharla y aconsejarla en todo lo que necesitara. 

Estaba demasiado feliz de saber que ella era mía, y sabía muy bien que no dejaría que nadie le hiciera daño, la protegería de todo lo malo y sería feliz junto a Mia y junto a mí.

—Bueno dejémoslo, ya que alguien tiene una cita en dos horas y apenas estás listo —solté una pequeña risa.

—La verdad es que voy a ir demasiado sencillo, creo que la voy a llevar al lago y al campo que tenemos. Llevaré algo de comer y comeremos ahí tranquilamente... ¿Sabes otra cosa? —él negó— Sigo sin creer que Mia y yo seamos pareja, siempre me pregunté como sería y debo confesar que es la mejor sensación del mundo.

Sirius sonrió mientras nos levantamos y veía a mi madre salir para quedarse con Hope lo más seguro.

Sirius y yo entramos dentro, no sin antes hablar un momento con mi madre. Subimos las escaleras para ir a mi habitación, porque según Sirius quería que estuviera bien vestido. 

El tiempo comenzaba a pasar demasiado rápido y no iba a negar que estaba demasiado nervioso, ¿y si no le gustaba el lugar? ¿Y si se diera cuenta de que no era el indicado para ella?

Me estaba poniendo demasiado nervioso, mis manos sudaban y no entendía del porqué me estaba pasando eso. Mia y yo estábamos juntos y eso era lo más importante, aunque es verdad que quería que todo saliera perfecto porque ella se merecía lo mejor del mundo y quería dárselo. 

Tenía miedo de que no le gustara el plan. 

Llevaba varios días pensando en el plan perfecto para ella, por eso decidí que ir al campo era el mejor plan, porque llevaría comida y varios libros para que pudiéramos leer juntos, sabía que amaba leer. Incluso podríamos ir a dar una vuelta por el campo e ir a un lago que había a unos veinte metros de ahí. 

Todo debía salir perfecto.

—Cálmate James, todo irá bien. Además, ya estáis juntos y eso es lo que cuenta, tú solo respira hondo y verás como todo irá bien —me dijo Sirius una vez que terminé de arreglarme con un poco de su ayuda.

Asentí con una pequeña sonrisa.

Todo iba a salir bien.







NOTA DE LA AUTORA

¿Qué os pareció el capítulo?

Espero que os haya gustado.

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Little Prongs ||J.P||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora