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¿Como alguien mudo puede
ser un héroe?

No había cosa que le molestase más que no responderle

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No había cosa que le molestase más que no responderle.

Estaba ya saliendo de la U.A, acababan de hacer la prueba de acceso para entrar en el siguiente curso. Iba seguro de que saco una puntuación alta. Aún que perdió algo de tiempo al encontrarse con una chica.

Le habló pero ni se limitó a contestar, solo dar una mirada rápida e irse a por más robots.

Esa chica al salir se encontró con un amigo suyo.

— ¿Como te fue? - pregunto animado al encontrarse en la salida para irse a su casa.

Vivían en la misma calle y fueron al mismo colegio, en la misma clase. Por lo que claro que se conocían.

Bien, solo estoy algo cansada ¿Tú?

— Creo que pasaré, aún que el examen teórico me fue peor - cruzaron un paso tranquilos, no había prisa - Necesito que me ayudes - le pidió sonriente - otra vez.

— ¿Tienes el tinte en casa?

— Claro que si Hana, ¿Por quién me tomas? - ella sonrió, Kirishima podía ser algo despistado.

Primero pasaron por la casa de Hana. Abrió la puerta con la llave y al entrar se escuchó como alguien estaba cocinando. El pelirrojo fue a saludar y ayudar a la madre de la familia Tanaka. Mientras ella se iba a cambiar a la habitación.

— Buenos días señora Mei, ¿que puedo hacer por usted? - dijo dejando la mochila en una esquina.

Ejiro adoraba a la madre de Hana, era muy amable y siempre tenía una sonrisa. Estaba friendo algunas verduras para la comida.

— No hace falta nada, pero gracias. ¿Te vas a quedar a comer? - le pregunto.

Ya era costumbre de que por lo menos una vez a la semana fuera a su casa para degustar la excelente comida de Mei. Cocinaba como los cielos.

— Pues si me invita no podré rechazar la oferta. - se oyó una ligera risa de la mayor.

El hermano mayor de la familia se tuvo que ir por trabajo. No era que no les quisiera, todo lo contrario. Venía cada vez que podía pero no había tiempo suficiente.

— Iré con Hana, cuando haya que poner la mesa me avisa y le ayudo - le dijo para darla un beso en la mejilla.

Agarró su mochila para no estorbar y subió las escaleras. Tocó la puerta, y el idiota pensó para que si no iba a responder en voz alta.

Silence {Bakugo & OC}Where stories live. Discover now