Capítulo 5 (Ansiedad)

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Luna...

Ya llevaba dos semanas en Egipto, y ya me estaba dando ansiedad ya quería irme regresar a México pero tenía que quedarme un mes y no podía hacerle eso a mi hermana porque le di mi palabra de que me quedaría un mes con ella, tenía miedo por este collar que no me lo puedo quitar ya intenté con muchas cosas y ninguna funciona.


Me levantó de mi cama y me asomó al balcón y a lo lejos veo el hermoso amanecer, busco mi celular y enciendo la camara y le tomo una foto, pero algo llama mi atención frunzo mi ceño y veo un destello de una luz rosa.



Bajo las escaleras y entró a la cocina y no está nadie, se me hace raro pero lo más raro es que la cocina está diferente caminó por el pasillo y me lleva a una habitación y abro la puerta y no hay nadie, se apagan las luces y una sola luz está encendida y allí se ve una sombra de un hombre alto, el miedo corre por mis venas y es en ese momento que mi mente me dice que corra y eso es lo que hago.



Esa sombra se queda parada sin hacer nada y se me hace extraño, pero lo más tétrico es su sonrisa me giro a donde está la puerta y la trato de abrir pero no se puede.


Reina porque corre, solo quiero saludarla...


Su risa macabra resonó por todo el pasillo, pasé saliva y hice esfuerzo para abrir la puerta otra vez y no cedía.


Majestad, bienvenida a su pesadilla...



Oscuridad, silencio y después me desmayé.



Despierto en una habitación color roja, traía un vestido tipo griego.


__ ¡Dios santo! ¿Dónde demonios estoy?.


__ Estás en nuestra recamara, eres mi esposa.


__ ¡Santo cielo! Cuando firme el papel.


__ Hace mucho tiempo que pasó.



Recuerdo que mi mamá me decía que no hablara con extraños, pero no me dijo que nunca me firmara para casarme con un extraño, y miren me aquí con este hombre que dice que firme un papel y ahora soy su esposa desde hace tiempo atrás, este hombre no me dejó ver su rostro porque nunca prendió la luz.


__ Quiero verte.


__ Mi bella faraona no puedo hacer eso, pronto estaremos juntos pero ahora tienes que dormir para que regreses a tu mundo.



Pronto me quedé dormida, y amanecí en la cama de mi habitación.



__ No puede ser cierto lo que viví, pensé que era un sueño.



Los días pasaban y este mes no se acababa y mi ansiedad se hacía más grave, comenzaba mi sensación de nerviosismo y la sensación de peligro inminente y el aumento del ritmo cardíaco, mi respiración comenzó a acelerarse y sentía sudoración y lo más feo temblores.


No podía dormir en todas esas noches, y convirtiéndose en mis pesadillas durante esos días ya no tuve esos sueños con ese extraño hombre.


Otro día más para la expedición de mi hermana que todavía no se acaba, estaba sentada en una silla viendo lo que estaban haciendo, suspiré del cansancio y desesperación de querer irme.



__ ¿Que pasa Luna?.


__ ¡Ya me quiero ir, esto ya me aburrió!.



__ Tranquila ya casi acabamos.



__ Eso ya me lo dijiste varias veces y no nos hemos ido.


__ Lo se, pero encontramos algo muy importante y valioso del Faraón Ahmet.



__ Esta bien esperaré un poco más, pero sino se acaba esto rápido me voy yo sola caminando o le hablo a AleKsander y que venga por mi.




Me senté de nuevo en la silla y me puse a ver unos vídeos en Youtube, pero después me comencé a aburrir.



Me levanté de la silla y salí de la tienda de campaña y camine por donde estaban cavando, me acerqué con Estrella para hablar con ella.


__ Es aquí donde encontraron eso que dices.


__ Si, Mohamed tráeme lo que encontraron.



Ese hombre traía en sus manos una hermosa pulcera y un anillo color verde, mi hermana lo tomó y me lo enseñó.


__ Me lo prestas.


__ Si, pero no te los pongas.



La pulcera y el anillo comenzaron a brillar, rápidamente se los devolví a mi hermana y ella se lo dió a Mohamed.



__ ¿Que fue lo que pasó?


__ ¡Lo viste!.



__ Si ese raro brillo, nada más te lo puse en las manos y comenzó a hacer eso.


__ Creo saber que es lo que está pasando.



__ ¿Que es?.


__ La maldición de Egipto.


__ Entonces no te me acerques porque no me quiero morir tan joven.


El jefe de mi hermana le dijo que ya habían acabado y que tenía buenas noticias de que habían encontrado más cosas, lo más importante era la tumba del Faraón Ahmet ya la habían encontrado.



Esto ya no me estaba gustando, por lo que he visto en las películas de  La momia siempre se llevan una maldición o tienen problemas con una momia, ¡Ya me quiero ir!.

Al llegar a la casa, me puse mi pijama y me acosté en la cama y comencé a leer el libro para poderme dormir pero un sueño muy raro no me dejó conciliar el sueño.


Un hombre muy bello tomaba mi cintura, acariciaba mi rostro y decía algo en su idioma pero yo no le entendía ni papas.

__ Mi bella faraona, ¿Otra vez aquí?.


__ Si, por lo que veo aquí estoy de nuevo.


__ Eres muy bella, mi Faraona ¿Puedo besarte?.


__ Que...

No me dejó terminar porque el ya tenía sus labios junto a los míos en un beso tierno y delicado que después pasó a salvaje y sensual, ¡no podía creerlo me estaba besando con un desconocido! Lo golpeé en su pecho para que me dejara de besar pero no funcionó, sino que apretó más mis caderas y me besó más apasionado y no dejaba que viera su rostro y tampoco me dijo su nombre, pronto fue desapareciendo y yo desperté.




Estaba asustada y mi pulso estaba acelerado, me calmé para poder dormir de nuevo Morfeo me abrazó y caí rendida.






LA MUJER DEL FARAÓN (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora