Punta del dedo

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En un silencio ahogado Missa lloro casi toda la noche, no entendía porque las cosas pasaron de esa manera, se siente culpable, fueron solo algunos días, pero en esos días pudo haber estado con su familia, estando con ellos a pesar de que su piel este fuera de sus manos, pero habría sido feliz... jugando, riendo, cantando... viendo como Philza y Chayanne se divierten a su lado, como una verdadera familia. Pero no, su inseguridad tenia que ganar y hacerle que se desconecte, dejando solo al pobre hombre, cansado y casi devastado.  

Cuando Missa se quedo dormido el amanecer estaba cerca, por lo que se despertó de un susto al sentir como los pequeños huevos empezaron a saltar a su lado con energía renovando, el chico esqueleto se frotó los ojos con suma pereza, era mejor estar consiente antes de que llegue Roier a gritos para el desayuno. 

–Voy, voy...- apartó leventemente a Tilin cuando esta quería ver su cara- wahh... niños, pregunta seria ¿quién se levanta a las... qué hora es?-

{9 am} escribió Bobby dejando su cartel al frente de Missa, quien recién consciente y con problemas de visión se acercó para leerlo.

–Nueve... a la verga, es bien pinche temprano, Tilin, préstame tu cama, no mamen mi horario es a las dos de la tarde- estaba apunto de arrastrarse para toma aun que sea una manta hasta que llegó lo predecible. 

–Good morning!!- Roier apareció con una gran sonrisa en su cara, teniendo algo en sus manos, posiblemente el desayuno, hasta que vio a su amigo tirando en el suelo- a la verga ¿quién le disparó?-

–Nada de good, solo bad morning- se sentó en el suelo y se frotó los ojos- me acabo de dormir y luego me acabo de levantar-

–¿Qué? ¿no dormiste en toda la noche, Missy?- dejó la comida a un lado para acercarse al pelinegro y ayudarlo a levantarse. 

–Mírame, fresquísimo...- le mira a los ojos, claramente teniendo los suyos con ojeras y estando algo hinchados- la ultima vez que llore fue por una pendejada... hah... Chilly ¿por qué te moriste?- Missa puso sus manos sobre su rostro mientras caminaba hacia donde Roier habia puesto la comida.

–Si, como lechuga, mano...- observó a su amigo, claramente estaba ocultando la verdadera intención de lo pasó anoche con el insomnio, pero no quería presionarlo, después de todo su relación con su compañero era bastante estrecha, ni hablar de su hijo- bueno, pienso ir a la mina por un rato, necesitamos mas materias ya que estas aquí-

El otro ni siquiera contesto, por lo que Roier simplemente dejó las cosas así, solo miró a Missa comiendo un poco de su desayuno y ofreciéndole algo de comida Bobby y a Tilin, quieres estaban a su lado saltando ligeramente, seguro estarían bien con el durante su ausencia, sin mas se despidió antes de bajar.

–Hm... ¿quieren?- el chico esqueleto se agacho y ofreció un poco de tostada de aguacate.

🥚

Día tras día que pasaba, Missa se encargó con el cuidado de los pequeños huevos, Bobby y Tilin, cada vez que Roier no estaba, para sorpresa de sus amigos el chico esqueleto no se desconectó nunca mas en ese tiempo, aun si estaba en casa, completamente encerrado, sin nada mas que hacer, Missa no se desconcertaba ni por un como los demás jugadores, ni para descansar, cosa que al final trajo ciertos problemas. Cuando Spreen se conectó de nuevo después de un tiempo, trató de preguntar la falta de inactividad que tenia Missa en el server, pero el chico solo le respondió que no volverá a ser un irresponsable, ignorando por completo lo que pasaba con su salud física. Los días parecían seguir pasando con  la bendita ignorancia que todos trataban de tener después del muro, cada quien tratando de seguir con lo suyo.

Muro de piedra Where stories live. Discover now