✞ 12. Qué Asco Estar Vivo.

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recomendación:
tonight, jin

El cordero es mudo ante el dolor

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El cordero es mudo ante el dolor.
La humanidad de Dios es la sensibilidad de Dios.
Pray For Me.

«porque no me mató en el vientre, y mi madre me hubiera sido mi sepulcro, y su vientre embarazado para siempre.
¿Para qué salí del vientre? ¿Para ver trabajo y dolor, y que mis días se gastasen en afrenta?»
Jeremías 20:17 y 18

    Jimin dejó que la camisa resbalara por sus hombros y cayera al suelo. El chico del espejo lo veía con asco. Qué asco ser él, qué asquerosas clavículas y qué asqueroso torso. Qué asco tener ese cuerpo.

    Qué asco estar vivo.

    Los ojos le ardieron con ligereza, las lágrimas espesas se le arremolinaron y descendieron un momento después por sus mejillas. No se había atrevido a moverse por el temor a desarmarse como una marioneta con las cuerdas cortadas. Mantuvo la mirada llena de odio posada sobre el reflejo.

    —Te odio —siseó con desprecio—. ¡Te odio! -gritó.

    Golpeó con las palmas el espejo, la gaveta amenazó con desprenderse. No quería causarle más problemas a Jinnie, así que antes de dañar algo, decidió mejor golpearse el rostro.

    —Te odio, te odio, te odio —vociferó cada que se dio una bofetada.

    Pero merecía sufrir más. Se pasó las uñas por los brazos y volvió a decir: Te odio. Se arañó los muslos, las pantorrillas, el torso y el cuello, airoso, hasta que al cabo se acurrucó en una esquina, llorando lleno de desprecio por sí mismo.

    —Ya... —musitó cuando no le salieron más lágrimas—. Hora del baño.

    Se pasó el estropajo con demasiada fuerza por la entrepierna. La piel ya irritada se abrió y unas gotitas rosas se difuminaron en el agua. No encontraba otra manera de bañarse, sentía los genitales sucios todo el tiempo.

    Salió y se colocó el pijama azul de estampados de patitos que Jinnie le compró. Faltaban unos veinte minutos para que llegara del trabajo. La esperaría con calma.

    —Ya estoy en casa —gritó Jinnie desde la entrada.

    Jimin salió corriendo de la habitación y la recibió con un abrazo alegre.

    —Jinnie, te extrañé.

    —¿Sí? —Le removió el pelo—. Tienes el cabello húmedo, ¿ya te duchaste? —preguntó con una sonrisa dulce. Jimin asintió varias veces—. Vamos a cenar. Siéntate, traje sushi.

    —¡Sushi! —Jimin tomó asiento en el suelo, junto a la mesa de madera.




    Hace dos semanas a Jimin le habían dado de alta en el hospital, iniciaría la escuela al día siguiente. Los Park le entregaron a Seokjin el papeleo para que pudiera inscribirlo, junto a sus útiles escolares y pertenencias que llegaron en tres cajas bien empaquetadas desde Busan.

PRAY FOR ME ✞ yoonmin, taekookvWhere stories live. Discover now